Los casos del delantero uruguayo Alvaro Recoba, del Inter, y del volante argentino Juan Sebastián Verón, del Lazio, investigados ambos por la justicia italiana por el delito de falsificación de pasaportes son apenas la punta del iceberg de una industria enquistada en el Viejo Continente, que permite a jugadores extranjeros obtener nacionalidades apócrifas para ingresar en los clubes europeos bajo la condición de jugadores comunitarios. Según las investigaciones, Francia e Italia son los dos países más afectados por este tipo de estafa, que además de ensuciar a los futbolistas, involucra a dirigentes, representantes e intermediarios. Las consecuencias de esta avivada recién comienzan a asomarse: a Recoba acaban de declararlo ilegal, lo que a poco de haber firmado un contrato millonario lo obligaría a abandonar el territorio; mientras que el próximo martes, Verón, el empresario Gustavo Mascardi, el presidente del Lazio, Sergio Cragnotti y los dirigentes Felice Pulici y Nello Governato, deberán explicar ante la justicia italiana cuáles son los misteriosos antepasados del volante.
El caso de Recoba estalló hace unos días, cuando la procuradora de Udine, que venía siguiendo los casos de los brasileños Warley y Alberto, del Udinese, y Dida, del Milan, dudó –se dice que alguien pasó el dato– de la veracidad del pasaporte italiano del uruguayo. Según la policía, su pasaporte es falso. Para la ley italiana, Recoba es considerado un inmigrante clandestino, y por lo tanto deberá abandonar el país antes de quince días, ya que de no hacerlo podría ser enviado a prisión. No podrá regresar a Italia, ni a otro país de la Unión Europea (UE) durante cinco años, hasta tanto no haya regularizado su situación. Mientras se busca una salida a este conflicto, los dirigentes del Inter recomendaron que no juegue hoy frente al Bologna, para evitar afectar la campaña del equipo.
La cantidad de casos similares que se descubrieron en Francia –Mondragón, Contreras, y los argentinos Diego Garay y Emiliano Romay– obligó a las autoridades a sancionar con la quita de puntos a los clubes que incluyeron en sus planillas a falsos comunitarios y, además, se están investigando a más de un centenar de futbolistas.
En este sentido, en Italia, el entrenador de la Roma, Fabio Capello, pidió que se le quite el último scudetto al Lazio, donde juega Verón, y por ello fue querellado ayer por el presidente del club, Cragnotti. “Quien hizo trampas debe pagar, Lazio e Inter (por Recoba) disputaron el campeonato pasado con jugadores irregulares, penalizando a quienes estaban en regla, no creo que por esto pueda estar contenta Juventus, que aspiró al scudetto hasta el último partido”, declaró Capello, quien solicitó a las autoridades que sea “reescrita la tabla de posiciones”. Cragnotti ya lo querelló por eso.
Pero no todos los países europeos están bajo sospecha. En España, por el momento, aún no se han detectado falsos pasaportes. El contingente de jugadores no comunitarios asimilados a residentes de la Unión Europea es importante. Casi todos los equipos tienen en sus filas a un argentino con la doble nacionalidad. Pero también es cierto que los latinoamericanos pueden obtener bastante rápidamente la nacionalidad española.
También en España, los residentes de los países del Este europeo, iniciaron procesos para convertirse en comunitarios, como por ejemplo, Valery Karpin (Celta Vigo/Rusia) y Cosmin Contra (Alavés/Rumania), que finalmente obtuvieron el derecho a jugar sin ser considerados extranjeros.
Ningún caso fue comprobado tampoco en Bélgica. Por una simple y sencilla razón, explica la Unión Real Belga de Fútbol (URBSFA): no existe, en la reglamentación nacional un cupo de jugadores no comunitarios.
En Alemania, por el momento no existen falsos pasaportes. Sin embargo, se discute actualmente un proyecto de ley que debería ser adoptado por el Ministerio Federal del Interior en el transcurso del año. Se tratará de prohibir la presencia de extranjeros fuera de la UE a partir de la Segunda División en todas las disciplinas organizadas por federaciones. En Holanda, los tribunales de Rotterdam iniciaron una investigación judicial el 9 de diciembre sobre el presunto falso pasaporte portugués del brasileño Leonardo, del Feyenoord de Rotterdam.
En Inglaterra, la Federación Inglesa (FA) reconoció que existían serios problemas con varios jugadores que poseen pasaportes de la Unión Europea. El jugador lituano de Arsenal, Tomas Danilevicius, y el peruano de Newcastle, Nolberto Solano, llegaron a Gran Bretaña con presuntos falsos pasaportes griegos. “No somos responsables de los controles de pasaportes en la fronteras, pero habrá que asegurar esos controles, especialmente para los jugadores nacidos fuera de la UE”, reconoció el jefe del departamento de la comunicación de la FA, Paul Newman.

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