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CIEN MIL PERSONAS BAILARON CON OLODUM Y LOS FABULOSOS CADILLACS
El Carnaval, antes del Carnaval

El legendario grupo brasileño precalentó la noche a puro tambor, y Los Cadillacs desmintieron todo rumor de separación con un show caliente y festivo. Y la noche sirvió como bienvenida al Rey Momo.

Los Fabulosos Cadillacs revisitaron sus dos discos más recientes.
La lista de 23 canciones comenzó
con “Mañana en el Abasto”, de Sumo.

Por Pablo Plotkin

Todo pintaba para fiesta: la noche plácida, el buen ánimo de la gente que se acercaba en masa a Parque Sarmiento y, sobre todo, la oferta de dos agrupaciones que saben cómo poner a un público a punto de caramelo. Y fue fiesta nomás: Olodum y Los Fabulosos Cadillacs concretaron anoche una nueva fecha del ciclo Verano Buenos Aires, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad, pero ante todo dieron el mejor aperitivo para el carnaval que se viene. Los Cadillacs, incluso, sintetizaron en sus dos primeras canciones el espíritu que puede tener el Rey Momo en estas tierras, abriendo con una rara versión de “Mañana en el Abasto” de Sumo y continuando con “Carnaval toda la vida”, una declaración de principios incluida en El león. Abasto y Carnaval, Parque Sarmiento y el sonido caribeño, convivieron en una de las mejores noches del ciclo gratuito, que convocó a cerca de cien mil personas.
Y fue una de esas fiestas que arrancan temprano: apenas pasadas las 21, los brasileños ganaron –o habría que decir arrasaron– el escenario con “Tequila” y “Avisa lá”, intensamente festejados por un grupo que ganó el sector debajo del escenario y protagonizó su propio show. Entre el público abundaban los pibes directamente relacionados con la cultura murguera de esta ciudad, que incluso demostraron su conocimiento de Olodum agitando una bandera que celebraba su 21er. aniversario. Y los bahianos entregaron todo para justificar tanta devoción: una demoledora sección de ocho percusionistas, bien acompañada por vientos, guitarra, bajo y dos cantantes que promovieron el contoneo general con “Olodum me leva”, “Alegría geral”. “Sacizeiro” y un final “No woman no cry” de ambiente bien aromatizado. Aun aquellos que se habían acercado al predio de Balbín y General Paz exclusivamente por Los Cadillacs tuvieron que rendirse ante la evidencia de que, lo quisieran o no, sus patitas insistían en moverse al ritmo de los tambores.
Los tambores son también un ingrediente importante de la receta Cadillac, y por eso no extrañó que, tras el homenaje –deformado, jazzeado, sin voces– al grupo de Luca Prodan, Vicentico Fernández Capello, Flavio y compañía inauguraran oficialmente su fiesta con aquel tema de 1990. Fue el comienzo de un recorrido que hizo centro en Fabulosos calavera y La marcha del golazo solitario, pero que no descuidó clásicos esperados por la masa como “El satánico Dr. Cadillac”, “El león”, “Gallo rojo” y “Vasos vacíos”. Y un recorrido lo suficientemente caliente como para desmentir los rumores de separación nacidos del fin del contrato del grupo con el sello BMG y la edición de dos discos en vivo titulados Hola y Chau: por lo visto en Parque Sarmiento, Los Cadillacs gozan de muy buena salud... y de hecho el show de anoche sirvió como primer episodio de un año que continuará el próximo sábado en Villa Carlos Paz (en el marco de Argentina en vivo 2), y en marzo llevará al grupo de gira por México, primera salida internacional de lo que será una generosa lista.
Y a Los Cadillacs les gusta el escenario. Quedó claro en las calientes versiones de “Mal bicho”, y la festejada “Vos sabés”, y la relajada relectura de “Una casa con diez pinos” (Manal), y en las contracturas rítmicas de “La marcha del golazo solitario”. Al cierre de esta edición, algunas presunciones apuntaban a un encuentro cumbre entre los dos grupos para cerrar la noche justamente con “Matador”, el tema que varios apuntaron como demasiado inspirado en la obra de Olodum. Puertas adentro, sin embargo, eran pocos los que apostaban por el cruce. Una lástima: hubiera sido una buena manera de cerrar aquel capítulo.

 

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