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OSCAR RUGGERI SE FUE DE SAN LORENZO
El último �ruggido�

Cansado de lidiar con las imposiciones de Miele, desbordado por los conflictos y la indisciplina del plantel, entregó su cabeza.

Luego de dos años en los que tuvieron más de un cortocircuito, la relación entre el presidente de San Lorenzo, Fernando Miele, y el entrenador del club, Oscar Ruggeri, llegó a un punto sin retorno. Cansado de tantos inconvenientes, a tres días del comienzo de la Copa Libertadores, Ruggeri presentó su renuncia y dejó de ser el técnico. En principio, el foco del desacuerdo parece haber sido la imposición de Miele de que se alejara de su cargo el preparador físico Rubén Solé, lo cual no fue aceptado por el entrenador. Hasta ahora los dirigentes no tienen ninguna decisión tomada, pero los nombres de la dupla Leonardo Madelón-Walter Perazzo, dos ex jugadores muy identificados con la institución, sonaron como los primeros candidatos a suceder al ex capitán de la Selección Argentina.
Miele: una conducción al menos polémica.Ruggeri condujo el entrenamiento matutino llevado a cabo en la ciudad deportiva de San Lorenzo y posteriormente tomó la decisión. A media tarde, Miele aseguró no tener noticias acerca de la dimisión de Ruggeri, pero la noticia estaba plenamente confirmada de boca del propio entrenador. Si bien ninguno de los involucrados dio los motivos de la decisión, el despido por parte de Miele del preparador físico Solé sería el detonante del último conflicto. Lo llamativo es que el sábado, el presidente y el técnico mantuvieron una reunión, tras la cual Ruggeri parecía confirmado. Incluso dos de sus colaboradores, Esteban González y Angel Bernuncio, habían viajado a Bolivia para ver al equipo Jorge Wilstermann, que la semana próxima debe jugar en Cochabamba con San Lorenzo por la Copa Libertadores.
Tras la decepcionante producción de San Lorenzo en el pentagonal del verano, con dos caídas, dos empates y ninguna victoria, y con el agravante de la pelea verbal y pública entre Eduardo Tuzzio y Sebastián Abreu antes de que el uruguayo fallara al ejecutar un penal frente a River, Miele se reunió con Ruggeri para tratar la actualidad. Se supo que en el encuentro el titular sanlorencista le exigió a Ruggeri que tuviera un mayor dominio del plantel para evitar la repetición de episodios tan desagradables como los dos minutos que pasaron entre la sanción y la ejecución del penal en que Abreu y Tuzzio no pararon de insultarse.
Tras ese partido, el técnico mantuvo un duro encierro de una hora con los jugadores en el vestuario. Incluso en ese momento circuló la versión de la renuncia, aunque luego, si bien los protagonistas confirmaron la calentura, los rumores pronto quedaron desacreditados. Ese jueves por la noche el capitán del equipo, Horacio Ameli, admitió el enojo del entrenador. “Sí, es cierto, estaba con bronca, con mucha bronca, pero, bueno, queda todo ahí adentro”, había aceptado Ameli.
La historia de Ruggeri con Miele estuvo marcada por una relación amorodio. En 1993, Ruggeri quedó sin club y hasta peligraba su participación en el Mundial ‘94. Miele le dio lugar en San Lorenzo y en poco tiempo se convirtió en el símbolo del equipo, sobre todo luego del título logrado en 1995. A esa altura, Miele se enorgullecía de haberlo repatriado de México cuando muchos aseguraban que Ruggeri ya no estaba para la alta competencia. Sin embargo, el idilio se fue apagando y pronto todo cambió. Tras liderar una huelga de futbolistas, Ruggeri no fue perdonado por el presidente, que obligó al técnico Jorge Castelli a no tenerlo en cuenta. El defensor quedó libre y finalizó su carrera en Lanús.
una de las gotas que colmó el vaso: la discusión de Tuzzio y Abreu por el penal.El segundo capítulo se vivió a finales de 1998. Ruggeri estaba incursionando en su nueva actividad de representante de jugadores. Luego de un llamado del presidente, de manera sorpresiva, el incipiente empresario cambió de rumbo y aceptó el cargo de director técnico, que ejerció hasta ayer. Y esa nueva relación también estuvo marcada por los vaivenes. El primer cruce surgió luego de un famoso partido que San Lorenzo perdió en el Nuevo Gasómetro 3-2 ante Gimnasia de Jujuy cuando tenía muchas chances de acercarse al Boca que luego sería bicampeón. Esa semana Miele dijo que a los jugadores les faltaban “huevos”. Ante la reacción del técnico y de los jugadores, el máximo dirigente del club negó los dichos, pese a que estaba grabado. El plantel y el cuerpo técnicoaceptaron la aclaración. Sin embargo, los referentes del grupo –Oscar Passet, Claudio Biaggio, Néstor Gorosito, Fernando Galetto– debieron emigrar en el torneo siguiente. Más allá de que había sido compañero de todos ellos, Ruggeri aceptó y avaló la limpieza sin chistar.
A partir de ese momento, en varias ocasiones Miele elogió el trabajo de su técnico en la promoción de juveniles. Claro que también tuvo que soportar varias broncas de parte del entrenador: Ruggeri tuvo duros encontronazos por la llegada de diez refuerzos no pedidos y ni un intento por el único nombre sugerido (Rolando Schiavi) y por la incapacidad de los dirigentes para conseguir cambiar de escenarios los partidos ante Chacarita o Instituto, cuando Boca y River sí lo habían hecho.
Con la renuncia de ayer se cierra otro capítulo en esta particular relación, aunque nadie puede asegurar que sea el último. Lo cierto es que, luego de 100 partidos, Ruggeri ya no es el técnico de San Lorenzo.

 

 

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