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EMPATO CON PARAGUAY Y QUEDO LEJOS DE BRASIL
Subveinte subcampeón

Los de Pekerman debieron remontar tras un comienzo tibio. El Chori Domínguez empató sobre el final y llegó a los cinco goles.

Argentina igualó a primera hora con Paraguay y se aseguró el segundo puesto, mientras se bajaba de las –lejanísimas– ilusiones de campeón más temprano aún: antes de jugar, prácticamente. El equipo de Pekerman no mostró más ni menos que en partidos anteriores y una vez más necesitó que le mojaran la oreja para reaccionar. Una vez más, también, el Chori Alejandro Domínguez hizo el gol.
Paraguay, en la primera parte, con muy poco fue superior a un equipo argentino que volvió a carecer de ideas para vulnerar a la defensa rival, al abusar en demasía de los centros. En la segunda parte, el equipo de Maldonado se replegó en defensa y Argentina tomó la iniciativa a través del ingresado Rosales (reemplazó a un agotado Cristian Giménez), quien le dio una mayor profundidad al equipo y le quitó la responsabilidad de creación a Domínguez. Precisamente, el déficit ofensivo en la primera parte pareció consecuencia de la ubicación del puntero de Quilmes, quien volvió, a pedido de José Pekerman, a “disfrazarse” de enganche. Paraguay tuvo el control de la pelota y explotó el sector izquierdo de la defensa argentina, desbordando una y otra vez a Matías Lequi aunque sólo tuvo dos ocasiones claras: a los 3 minutos, Salgado cabeceó apenas desviado desde el punto del penal y a los 30, Julio González se escapó por derecha a Lequi y a Cetto, y cuando se le terminaba la cancha, definió cruzado ante la desesperada salida de Caballero. La única llegada de Argentina en la primera parte fue a través de Obolo, cuyo remate tapó Barreto.
El segundo período careció de llegadas claras, porque Paraguay apostó a un juego muy mezquino, con Julio González solo arriba, mientras Argentina se dedicó a lanzar centros para Barreto. Sin embargo, uno de esos envíos fue aprovechado por Domínguez, quien de cabeza y con suspenso superó a Barreto, que sacó la pelota de adentro del arco luego de que pegara en el travesaño y picara detrás de la línea. El árbitro Larrionda convalidó el tanto y entonces se despertaron las protestas de los paraguayos, que terminaron con la expulsión del defensor Felipe Giménez.


GOLEO A ECUADOR Y LO DEJO ADENTRO
Brasil, un campeón tranquilo

Brasil puso un broche de oro a una campaña que le dio el título en el Sudamericano Sub-20, al derrotar por tres goles a cero a Ecuador. El conjunto brasileño, que sumó trece puntos en la fase final del campeonato sobre quince posibles –sólo empató con Paraguay– fue muy superior al equipo local, que sólo pudo poner esfuerzo y corazón mientras trataba de que no lo golearan hasta poner el peligro su clasificación. Perdió “sólo” 3-0 y pasó... Estará en el Mundial.
En la primera mitad Brasil jugó prácticamente a voluntad, sin contrapeso de su mayor capacidad física y futbolística, con un esquema colectivo en que en cada avance eran hasta siete jugadores los que participaban en el ataque. En ese esquema, Ecuador se vio impotente, sin recursos futbolísticos para equilibrar el pleito y sin la potencia física para enfrentarse con los brasileños, que se impusieron en cada mano a mano. Así, en el minuto 18 Ewerthon cabeceó al gol un tiro de esquina servido desde la izquierda por Fabio. Diez minutos después, el mismo Ewerthon recogió un preciso pase de Eduardo de 35 metros, y tras eludir a su marcador anotó el segundo gol con un tiro suave pero colocado.
Partido terminado. Brasil reguló y sólo al final, cuando parecía que Ecuador saldría indemne en el segundo tiempo, apareció en el minuto 90 su otro goleador, Adriano, para poner la tercera cifra y su sexta personal.


COLOMBIA, RELEGADO POR SU INOPERANCIA
A Chile le alcanzó el empate

Angustiosa, celebradísima tal vez por eso, la clasificación de los chilenos. Porque Chile empató 0-0 con Colombia en el segundo turno, con lo que aseguró su propia clasificación y también la de Ecuador para jugar el próximo Mundial. No hizo demasiado el equipo de Pinto. Colombia se lanzó al ataque desde el primer minuto, pues sólo el triunfo le servía, mientras Chile se portaba más cauteloso, poblando la mitad de la cancha y dejando un solo hombre, Mario Salgado, en punta, pues el empate le aseguraba la clasificación. Ese esquema no varió en todo el partido. Pero a medida que pasaban los minutos, el equipo colombiano se desesperaba, fruto de lo cual su mediocampo perdía precisión en el armado y sus delanteros no acertaban en la definición. Chile, por su parte, ganaba confianza y se consolidaba. Al final del partido, los chilenos celebraron entusiastamente su clasificación al campeonato mundial juvenil, mientras la selección de Ecuador empezaba a jugar su partido contra Brasil, en que sólo una derrota por seis goles de diferencia le privaría de su clasificación al Mundial de Argentina.

 

 

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