En
la primera carrera de la temporada del Turismo Carretera, Omar Martínez
se paseó con su Ford por el Juan Manuel Fangio de Balcarce
y se llevó la victoria, dejando en claro que vuelve a ser candidato
en la pelea por el título. La carrera en sí se terminó
mucho antes de la caída de la bandera a cuadros. Es más,
podría precisarse el fin de ésta en la vuelta 9, cuando
el Gurí Martínez presionó a fondo el acelerador y
les dijo chau a Marcos Di Palma y su Chevrolet número 5.
El auto de Marcos tenía mejor velocidad en las curvas, en
las cabeceras y la olla aseguró Martínez. Nosotros
veníamos complicados en esos sectores, pero en la tercera o cuarta
vuelta arriesgué e hice una buena luz, explicó el
entrerriano. Pero a no engañarse, hasta ahí tampoco la competencia
había sido muy peleada. Martínez salió en punta en
la largada y Di Palma se le soldó detrás, esperando una
oportunidad, un error del rival o un milagro para acceder a la primera
posición. Sin embargo nada de eso sucedió. El Gurí
utilizó todo su oficio para negarle a Marquitos una oportunidad,
no cometió ningún error y el cielo no designó a Balcarce
como el escenario de un milagro para este domingo 4 de febrero. Veníamos
con un auto contundente y se dio un resultado que esperábamos.
Tuve la suerte de hacer la serie más rápida y largar desde
el lado de adentro de la pista y todo eso ayuda acá en Balcarce,
indicó el ganador.
Ni siquiera el ingreso del auto de seguridad (por el toque protagonizado
por Gustavo Fontana y Marcelo La Manna) ayudó para darle algo de
interés a la pelea por la primera posición. Es más,
el momento en que se reanudó la carrera fue el elegido por Martínez
para sentenciarla. Después de que se reinició la carrera
mostramos que teníamos un auto contundente y como la pista se ensució
muchísimo, pudimos recuperar la ventaja. Este auto va igual o mejor
que el del año pasado, y ése es mérito del equipo,
remarcó Martínez. Mientras nada sucedía adelante,
detrás de Martínez y Marcos Di Palma tampoco pasaba demasiado.
La pelea por los otros puestos de importancia casi no existió y
en la medida que cada uno logró una posición se estabilizó
en ella sin problemas.
Por ejemplo, un problema en la caja de cambios postergó las aspiraciones
de Guillermo Ortelli (Si no hubiera aparecido ese problema, podría
haber estado entre los tres primeros, dijo el campeón), situación
que le allanó el camino al podio a José Luis Di Palma. Otro
de los que se favoreció con el problema de Ortelli fue Eduardo
Ramos, quien no arrancó la final desde una posición favorable,
pero tuvo el medio mecánico y la oportunidad para quedarse con
la cuarta posición. Entre lo poco que dejó la carrera, se
podrá destacar el trabajo de Ernesto Bessone. Por un problema en
el motor de su Dodge no pudo terminar su serie, situación que lo
obligó a largar la final desde el fondo de la grilla. Sin embargo,
se las arregló en la final para acceder hasta el noveno lugar.
Martínez era el candidato y cumplió. Sin mucho trabajo logró
su primer triunfo de la temporada (el cuarto en Balcarce en las últimas
seis carreras) y demostró que mientras él ya tiene el auto
para buscar el campeonato, los otros lo tienen que encontrar...
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