Por
Carlos Rodríguez
Hace
dos meses, como dramático fin de fiesta del cumpleaños de
la hija de un comisario, fue asesinado a golpes Alejandro Oscar Enrique,
más conocido como Bocha, como lo llamaban sus amigos de Villa Corina,
partido de Avellaneda. En la causa que ya está para ser elevada
a juicio oral figura como acusado de homicidio simple
Roberto Rubén Fernández, hijo del mismo comisario y hermano
de la cumpleañera. Los amigos y familiares de Bocha vienen realizando
marchas de protesta contra la decisión de la Justicia de dejar
en libertad al imputado, excarcelado hasta la realización del juicio,
como lo permite el nuevo Código de Procedimientos bonaerense, y
también porque no hay ninguna acusación contra el comisario
retirado de la Policía Federal Rubén Carmelo Fernández,
padre de Roberto. Según varios testigos, el policía participó
en forma activa en la golpiza que terminó con la vida del Bocha
Enrique.
Hubo una pelea y el comisario Fernández lo amenazó
a Bocha apuntándolo con un revólver y después el
hijo le pegó con una piedra en la cabeza; el propio comisario también
le pegó varios culatazos con el arma, relató a Página/12
una de las testigos que declaró en la causa y que estuvo en la
fiesta, invitada por la hija del policía. Enrique, de 28 años,
soltero, que había aportado un equipo de música a la fallida
fiesta, fue golpeado en la madrugada del 25 de noviembre del año
pasado y falleció a las 10 del día siguiente en el Hospital
Presidente Perón de Avellaneda, como consecuencia de la agresión
sufrida.
El drama se desencadenó entre las 4.30 y las 5 de la mañana
del 25 de noviembre, en el interior de la casa de Los Pozos y San Lorenzo,
donde se realizaba la fiesta por el cumpleaños número 17
de Jessica, la hija del comisario. Pali, amigo de Bocha, tuvo un entredicho
con el novio de una chica y comenzó una pelea, que siguió
en la calle, frente a la casa. Bocha, según varios testigos, intervino
en esa verdadera batalla campal que se había desatado, sólo
intervino para defender a sus amigos más jóvenes y, como
era grandote, para pararlo tenían que pegarle entre muchas personas,
aseguró la testigo.
De acuerdo con esta versión de los hechos, Bocha fue primero atacado
por el comisario, que lo amenazó con un revólver, mientras
Roberto Fernández, hijo del dueño de casa, lo golpeaba de
atrás. El Rata (como le dicen al hijo del comisario) estaba
en la esquina con unos amigos y cuando le avisaron vino corriendo con
una piedra grande en las manos. Yo lo vi, pero nunca pensé que
le iba a pegar en la cabeza, relató la testigo, que se entrevistó
con este diario.
Fuentes de la fiscalía de Lomas de Zamora a cargo de José
Luis Juárez confirmaron que la causa está caratulada como
homicidio simple y que el único acusado es Fernández
hijo. Confirmaron en general los datos, pero señalaron que hay
otros testigos que aseguran que el joven fue el único que golpeó
a Enrique, aclaró una fuente judicial.
Silvia Gorrini, abogada de la familia de Bocha, confirmó que el
juez de Garantías Javier Mafucci Moore hizo lugar al pedido de
excarcelación de Fernández hijo, aplicando los artículos
159 y 160 del nuevo Código. El magistrado estableció una
fianza de 5000 pesos que no fue pagada en efectivo, ya que se cubrió
con el embargo judicial de la casa donde vive el comisario. La familia
de Enrique apeló tanto la excarcelación como la falta de
acusación contra el comisario retirado.
La causa ya está para el juicio oral, pero nosotros entendemos
que el comisario tuvo una participación activa en el hecho y queremos
que eso sea tenido en cuenta, explicó la doctora Gorrini.
Los familiares de Fernández presentaron, a su vez, varios testigos
de identidad reservada que lo exculparon. Desde que ocurrió
el crimen, los familiares de Bocha y sus amigos realizaron tres marchas
de protesta, incentivadas también por las detenciones que sufrió
Guillermo Enrique, hermano de la víctima.
En la última de las detenciones, Guillermo estuvo detenido 48 horas
y se le instruyó una causa por resistencia a la autoridad
y lesiones graves.El subcomisario Portella, de la comisaría
séptima, que intervino en las dos causas, sostuvo que el hermano
del joven asesinado le quebró la mano a un policía.
Sobre las causas del incidente, el subcomisario dijo a este diario que
es una zona muy peligrosa y muchas veces se hacen detenciones por
averiguación de antecedentes. Guillermo Enrique se
resistió, forcejeó y le quebró la muñeca a
un policía de apellido Bulacio, que igualmente lo llevó
detenido a la comisaría. La familia de Bocha cree que se trata
de una persecución porque ellos vienen realizando marchas
y protestas para reclamar justicia y porque estamos pidiendo que metan
preso a un policía, aunque no se trate de un hombre de la
Bonaerense.
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