El
misterio del caso parece a la medida de Edgar Allan Poe: un hombre aparece
muerto, aparentemente ahogado, en un lago artificial de escasos centímetros
de profundidad, en una plaza pública repleta de gente que no vio
nada de lo sucedido. Aconteció ayer en el Parque Centenario de
la Ciudad de Buenos Aires. Es la primera vez que sucede una cosa
así en este lugar, dijo a este diario una asombrada fuente
policial. El joven tenía unos 20 años y, con un amigo, se
habría tirado al agua para refrescarse. Fuentes de la División
Bomberos de la Policía Federal plantearon la posibilidad de que
el joven haya quedado enredado en las algas del fondo del lago. Un episodio
así tuvo lugar hace dos años y medio en uno de los lagos
de Palermo, y esa vez el cuerpo tardó una semana en ser recuperado.
La historia del hallazgo del cuerpo de Fabián única
identificación suministrada por la Policía Federal hasta
las últimas horas de anoche es por ahora un manojo de datos
confusos. Lo cierto es que ayer, a las cuatro de la tarde, efectivos de
la Comisaría 11ª y del Cuerpo de Bomberos de la Federal rescataron
el cadáver de un joven de unos 20 años, que sólo
vestía un pantalón corto de color azul con el escudo del
club Boca Juniors en un costado. En el brazo izquierdo llevaba un tatuaje
que decía: Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Fuentes policiales explicaron a este diario que la Comisaría
11ª había recibido un llamado de gente que estaba en el parque,
asegurando que en el interior del lago había una persona sin vida.
Un móvil se acercó al lugar y constató el hecho.
Una ambulancia del SAME llevó el cadáver hasta la Morgue
Judicial, donde, anoche, los forenses le practicaban la autopsia.
El cadáver apareció en el lago artificial que ocupa el centro
del Parque Centenario, en el centro geográfico de la Ciudad de
Buenos Aires. El lago es un óvalo de aproximadamente cien metros
de largo por unos 40 de ancho. Está prohibido bañarse y
hay carteles que así lo anuncian, pero es común que los
chicos se metan en el agua e incluso utilicen como trampolín las
rocas dispuestas en el sector de la fuente, más próximo
a Campichuelo y Díaz Vélez.
De todos modos, la profundidad es reducida y es la primera vez que
sucede una cosa así dijo a este diario una fuente policial.
Ni siquiera había habido accidentes menores en el lago.
Según versiones obtenidas en el lugar, el joven y un amigo se habían
metido en el agua para refrescarse. El amigo salió y, al volver,
no vio más a Fabián. Según fuentes policiales, este
amigo tiene antecedentes penales, pero no pedido de captura.
Fuentes de la División Bomberos de la Policía Federal señalaron
que, aunque el lago del Parque Centenario no es muy profundo, hay
algas allí, igual que en los lagos de Palermo, y el chico pudo
haberse quedado enganchado.
El 6 de octubre de 1998, en el fondo del lago Regatas, de Palermo, apareció
el cuerpo del joven Maximiliano Rodríguez, que se había
ahogado una semana antes, cuando, con un grupo de amigos, por bromear
se tiró al agua. Estaba a menos de cuatro metros de profundidad,
y para encontrarlo fue necesaria una sonda ecográfica especial,
diseñada para detectar cardúmenes. El cuerpo estaba envuelto
por las algas, que en ese lugar forman un colchón de unos 30 centímetros.
Ocho buzos tácticos del equipo de salvamento de la Prefectura dirigieron
la búsqueda final, luego de varios días de intentos infructuosos.
El caso del Parque Centenario quedó a cargo del Juzgado en lo Criminal
Nº 32, a cargo de Jorge Rimondi, quien lo caratuló como Averiguación
muerte dudosa.
|