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�En los reality shows no se ve la verdadera realidad�

María Cabrejas es la productora de �En la vía�, un ciclo que guarda algunas similitudes con �El otro lado�, �aunque con una visión algo más optimista: esperamos sentirnos mejor con nuestra propia vida�.

Por Emanuel Respighi

Luego de una sobria presentación, un gráfico antecede a las oscuras imágenes por las que transcurrirá el programa. Allí se lee una cita textual del libro La rebelión del coro, de José Nun, que dice: “En la tragedia griega los únicos que ocupaban el centro del escenario eran los héroes, que estaban en contacto con los dioses. El resto de las personas ocupaban un lugar subalterno. Allí estaban los niños, las prostitutas, los discapacitados, los mendigos... Ellos formaban el coro y eran los que se quedaban en la ciudad mientras los `héroes’ partían en busca del poder y la gloria. Nuestro programa está dedicado al coro”.
Así de directa es la idea central de “En la vía”, un ciclo de documentales que se verá a partir del 15 de febrero, todos los jueves a las 22 por Canal 7. Producido de manera independiente, el programa navegará por la vida subterránea de Buenos Aires en busca de historias de personas expulsadas del sistema, rememorando el estilo documentalista que el fallecido periodista Fabián Polosecki cultivó a comienzos de los 90 con “El otro lado” y “El visitante”. En charla con Página/12, María Cabrejas, ideóloga y productora del ciclo, evita el paralelo. “Prefiero no comparar el programa con el de Fabián ya que, si bien los personajes con los que trabajamos están del mismo lado, en la vía, nuestro programa tiene otro estilo.”
–¿Y cuál es la diferencia de estilos?
–La principal diferencia es que el programa de Fabián tenía el protagonismo de su persona, que era y será inigualable. “En la vía” no tiene un conductor fijo. Además, la realidad social cambió para peor. Se agudizó. La Argentina de 2001 es diferente a la del ‘92. El mapa de la marginalidad se amplió, y aquellos personajes a los que Fabián entrevistaba existen actualmente, pero se le sumaron una gran cantidad de nuevos marginales. Y sobre todo, a pesar de que es un arma de denuncia, el programa no tiene como fin deprimir a los televidentes, ya que entrevistamos a personas que pudieron encontrar, dentro de la situación en la que viven, una alternativa. Son personas que la pelean y tienen ganas de vivir. En este sentido, el programa tiene una visión, dentro de lacrítica, más positiva que la de Polo. Por eso no deja sólo una sensación amarga, pero sí reflexiva sobre nuestro comportamiento.
–Parece un producto que va en contra de los cánones de la TV actual.
–Sí. “En la vía” no es parecido a ningún programa de documentales de los que se ven hoy en la TV argentina. No es casualidad que la idea surja justo en el momento en el que existe un auge de los productos televisivos que dicen mostrar la realidad: los reality shows, “Expedición Robinson”, “Gran Hermano”, etcétera. Pero lo cierto es que la televisión no muestra la verdadera realidad, ya que todos esos programas tienen una inmensa puesta en escena y muestran lo peor del ser humano. En contraste con lo que hoy es el discurso de los medios aparece “En la vía”, un producto no comercial que sí muestra la realidad. Las personas son iguales antes, durante y después de que se apaga la cámara. Son conscientes que la aparición en el programa no les va a cambiar la vida, porque no les damos ni dinero ni premios. Inclusive, muchos no van a poder siquiera verse, debido a que la mayoría viven en la calle y no tienen televisor.
–¿Qué esperan del programa?
–Los que hacemos el programa sabemos que no vamos a cambiar nada. Sólo esperamos sentirnos mejor con nuestra propia vida, sabiendo que no nos hacemos los boludos con lo que está pasando. Yo camino por la calle y no puedo hacer como que no veo nada. Bien lo expresa el tema “Barro tal vez” del flaco Spinetta, que dice “Si no canto lo que siento, me voy a morir por dentro”. Es este un poco nuestro leit motiv, nuestra verdad.

 

 

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