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Una causa por lavado que puede
ser un bumerán para Carlos Menem

Arias la inició como autodenuncia, seguramente para forzar el archivo o el sobreseimiento. Pero el fiscal Osorio la activó y ahora imputa a Menem, Kohan, Al Kassar y Gaith Pharaon.

Carlos Menem, puesto en la mira del juzgado de Bagnasco como consecuencia de una denuncia de la DEA.

Por Adriana Meyer

Cuando el ex diputado justicialista César Arias pidió que la Justicia investigue a Carlos Menem y a todos los funcionarios de su gobierno por lavado de dinero nunca imaginó que esa iniciativa podría prosperar. Un fiscal federal quiere saber si Estados Unidos tiene información sobre los imputados, entre quienes se encuentra el ex presidente. Arias había hecho la denuncia a partir de las declaraciones del ex jefe de la DEA –Drug Enforcement Administration– en la Argentina, Abel Reynoso. En julio de 1999, cuando lo relevaron del cargo, Reynoso reveló que investigaba una operación de lavado de 1300 millones en apenas 15 meses. Según el agente, la maniobra involucraba a políticos argentinos, uruguayos y brasileños.
El fiscal Luis Comparatore había iniciado una investigación que tenía el mismo objetivo que la denuncia de Arias, pero ambas se unificaron en el expediente que quedó en manos del juez federal Adolfo Bagnasco. Reynoso es un nacido argentino que emigró de chico a los Estados Unidos. Volvió a la Argentina trabajando para la DEA. Cuando lo relevaron, concedió una entrevista a la revista Noticias en la que reconoció que investigaba la participación de tres bancos de primera línea en una millonaria maniobra de lavado de dinero, junto al FBI y a la SEC (Securities and Exchange Commission), la comisión de valores norteamericana.
Según los datos que poseen esos organismos, el caso de la mafia del oro y uno similar en Brasil habrían tenido como objetivo lavar dinero, y tenían su centro de operaciones en Montevideo y ramificaciones en San Pablo, Panamá y Buenos Aires. Los investigadores norteamericanos elaboraron un informe en el que establecía que “los fondos provienen del narcotráfico, de retornos de privatizaciones, de la venta ilegal de armas y del tráfico de oro, y una vez lavados se reinvierten en Brasil y en la Argentina, asociados con capitales genuinos en fondos de inversión”. La maniobra habría contado con la creación de sociedades fantasma en Uruguay, realizadas en un estudio jurídico vinculado con un ex candidato presidencial. En apenas 15 meses pasaron 1300 millones de dólares por cuentas como la conocida Daforel, mencionada tanto en los casos de venta de armas e IBM-Nación. En esta trama también aparecen los manejos financieros de los banqueros Raúl Moneta, Carlos y José Rohm, bajo la mira del SEC.
César Arias era, y sigue siendo, el apoderado del Partido Justicialista, cuyos cuadros ocuparon la administración sospechada por la pesquisa norteamericana. “Habrá especulado con un sobreseimiento masivo o un pedido de archivo, pero le salió mal”, comentó a Página/12 un veterano funcionario judicial. Sin embargo, la denuncia circuló varios meses por distintos despachos, tuvo un paso por la Cámara Federal, hasta que cayó en el Juzgado Federal Nº 7, ocupado por Bagnasco (por pocas semanas más). El fiscal que trabajó durante 1999 con ese magistrado es Miguel Angel Osorio, quien conocía cada detalle de la mafia del oro por haber sido su investigador, y le fue delegada esta causa. El 13 de septiembre de 2000 impulsó la denuncia de Arias, que tomaba como base las declaraciones de Reynoso. En su requerimiento, Osorio detalló que el delito se habría cometido a lo largo de todo el territorio nacional y sus vías de acceso, y estarían involucradas “las más altas autoridades nacionales”. Y describió “la condición estructural de nuestro país como centro de triangulación y consumo de drogas, avalado por el aparato estatal”. Los imputados son el ex presidente Carlos Menem, el ex funcionario Alberto Kohan, el traficante Monzer Al Kassar y el banquero Gaith Pharaon.
El fiscal pidió la declaración testimonial de Reynoso y solicitó, en base al Tratado de Cooperación firmado con los Estados Unidos, copias de la información que hubiesen remitido desde ese país a la Argentina sobre investigaciones relativas a narcotráfico y lavado de dinero que involucren a funcionarios del anterior gobierno nacional. Y tras conocer la existencia de la investigación sobre lavado de dinero que hizo el Senado norteamericano, publicada el lunes en exclusiva por Página/12, Osoriopodría requerir que le envíen también esos datos. El informe compromete a los bancos República, Federal, Citibank y Mercado Abierto, de Aldo Ducler, ex asesor del senador Ramón Ortega.

 

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