No hay caso. Con un hombre menos durante más de 55 minutos y siendo dominado durante buena parte del encuentro, Boca siguió con su racha sobre River al ganarle 1-0 con un gol de Esteban Herrera. De esta manera, el equipo de Carlos Bianchi se llevó los tres superclásicos del verano.
El primer tiempo fue bastante entretenido, con situaciones en los dos arcos y con errores casi proporcionales a las ganas que pusieron. De arranque insinuó algo más River, pero con menos manejo de la pelota, Boca se mostraba más agresivo por el impulso que le daba Delgado. El ex Racing se tiraba atrás para recibir libre, y a partir de allí conducía toda la ofensiva. Precisamente en sus pies nació el gol. Con un gran pase dejó solo a Gaitán, que la picó con derecha por encima de Costanzo. Cuando la pelota ingresaba apareció Herrera y aseguró la conquista.
El gol cambió los ánimos. Boca se tranquilizó y justificó la ventaja. Porque Delgado seguía imparable, porque Gaitán se sumaba a la creación y porque Pérez daba una mano. Del otro lado, el único que daba la cara era Ortega, pero en soledad no podía ante la defensa rival. Sin embargo, de a poco los de Gallego emparejaron el trámite y comenzaron a generar situaciones, sobre todo a partir de la expulsión de Villarreal. Cavenaghi lo perdió de manera increíble mano a mano con Abbondancieri, y después fue el arquero el que se lució con dos muy buenas atajadas ante Garcé y Ludueña.
Con el 1-0 y un hombre menos, Boca se tiró exageradamente atrás y esperó para meter alguna contra. Con la única misión de defenderse y sacarse la pelota de encima, los defensores de Boca se abroquelaron en el fondo. Eso facilitó el ataque rival, que recargando los avances por la derecha vulneró de manera repetida al tándem Gaitán-Imboden. Pero como no tuvo precisión en la definición, no pudo conseguir el empate que merecía. Cavenaghi de media vuelta, Ascencio en la puerta del área chica, Cuevas con un zurdazo al primer palo y varias llegadas que fueron salvadas casi de milagro son pruebas más que elocuentes de que el equipo de Gallego hizo méritos para llevarse algo más. Claro que Boca también pudo haberlo liquidado de contra, pero no supo aprovechar los huecos que dejó una defensa de River desesperada. Así, Boca repitió la alegría y terminó el verano con tres triunfos sobre su clásico rival. Y eso no es poco.

RESUMEN

VELEZ ARRANCO GANANDO EN LIMA
Castillos en la tierra

Muy buen inicio de Copa para Vélez Sarsfield. En el debut absoluto de los equipos argentinos en la competición continental, obtuvo un valioso y merecido triunfo ante Universitario en Lima en partido por el Grupo 1. Los goles –uno en cada etapa– fueron convertidos por Jairo Castillo (la figura) y Federico Domínguez.
En un primer tiempo parejo, la diferencia a favor de Vélez la marcó la contundencia y capacidad para resolver –solo o acompañado– del colombiano Jairo Castillo. Los peruanos de salida se plantaron muy atrás, sin salir a disputarle el medio juego a los de Tabárez, que apostaron a la conducción de Candelo y a la resolución lúcida de Jairo. Y así fue.
Tras haber avisado dos veces, con un remate de larga distancia de Federico Domínguez que sacó Ibáñez, y con un mano a mano que el arquero peruano conjuró ante el omnipresente Castillo, sobre el final llegó el gol: doble larga pared entre el goleador y Carucha Müller, y lujosa definición del colombiano, que primero se sacó el último defensor abriéndose a la izquierda y terminó tocándola por arriba del arquero con serenidad. Golazo y diferencia.
En el segundo, el trámite no cambió demasiado. Tras un desborde de Gorostidi que tapó Tapia y desperdició Vergara en el rebote, Vélez aprovechó un corner a los 10’, cuando Federico Domínguez cabeceó limpiamente ganándoles a todos. La reacción de Universitario fue débil, llegaron las expulsiones y sólo una gran tapada de Nelson Tapia –buen debut bajo los palos– alcanzó para mantener la ventaja.

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