Por Felipe Yapur
La reunión del bloque
de senadores radicales se realizó el martes a la tarde, al mismo
tiempo en que se producía la del justicialismo. Los radicales,
encerrados en un salón donde cuelgan las fotos de sus correligionarios
ex presidentes, debatieron largo y tendido. A diferencia de sus colegas
del PJ, no quisieron emitir un comunicado porque las más de dos
horas de charla fueron monotemáticas: Carlos Chacho
Alvarez, su autoadjudicado poder de veto sobre los candidatos de
la UCR y la supuesta influencia del Frepaso en el dictamen de los
fiscales que apelaron la falta de mérito en el caso de los sobornos.
Molestos, enojados, verborrágicos y acusadores. Así
describió a sus colegas un senador radical con predicamento en
el bloque. que prefirió mantenerse en el anonimato. Pero agregó:
Y no es para menos, aliándose con sus compañeros
de bancada y aclaró: Chacho no puede decir esas cosas del
Senado con tanta liviandad. No sacamos un comunicado para no hacerle el
juego mediático, que es el que más le gusta. Aunque
reconoció que una declaración de ese tenor, por más
lavada que sea, puede ser el detonante de una fractura en la Alianza.
Fue la primera reunión de bloque del año y las declaraciones
de Alvarez sobre la necesidad de transformar la Cámara alta y estudiar
la posibilidad de evitar que muchos de los actuales legisladores regresen
tras los comicios de octubre irritó los calmos espíritus
de los senadores recién arribados de sus vacaciones veraniegas.
Chacho habla como si a ninguno de nosotros se nos hubiera ocurrido
alguna vez mejorar el Senado. Yo solo tengo presentados 35 proyectos,
se quejó el mendocino y ex presidente provisional del cuerpo, José
Genoud, uno de los principales perjudicados por las presiones de Alvarez
durante la crisis de los sobornos.
Con el correr de los minutos los ánimos se fueron caldeando. Según
relataron algunos legisladores presentes, uno de los más exaltados
fue el santiagueño Javier Meneghini, quien no dudó en calificar
a Alvarez de descerebrado para luego lucubrar la teoría
de que Chacho en realidad ataca al Gobierno y no a los senadores.
¡Nos usa!, vociferó.
El único que se corrió un poco del tema fue el santafesino
Horacio Usandizaga, quien sin dejar de estar molesto y con su acostumbrada
verborragia lanzó sus enojos contra el peronista Antonio Cafiero.
Sus colegas lo miraban atónitos mientras el senador tomaba aire:
Denuncia, denuncia pero al final no da una sola prueba, se
quejó y todos comprendieron. En pocos días más, un
careo en la causa por los sobornos los encontrará frente a frente.
Dos fueron las hipótesis que se tiraron sobre la mesa a la hora
de encontrar un justificativo a la actitud de Chacho. Una la dijo Alcides
López, el vicepresidente de la Comisión de Trabajo: Lo
que pretende Chacho con su discurso de transformar el Senado es conseguir
candidatos del Frepaso y, si todo va mal con la Alianza en el futuro,
tener un pequeño bloque. La otra hipótesis se conoció
pero los radicales evitaron dar el nombre de su autor: Lo que quiere
Chacho es despegarse de la investigación. La negociación
de la reforma laboral la hizo (el ex ministro de Trabajo Alberto) Flamarique
en el propio despacho de Alvarez y no podemos creer que sea tan tonto
de no saber lo que se cocinaba a sus espaldas. Los senadores se
prometieron seguir debatiendo estas dos hipótesis.
Pero fue casi a la mitad del encuentro que comenzó a rondar una
idea para contrarrestar los ataques del ex vicepresidente: publicar los
decretos, los contratos de locación de obra y los nombramientos
firmados por Chacho durante su corta gestión. La propuesta aún
no prosperó porque todavía no están totalmente
convencidos de que sea una buena idea.
Fue entonces que surgió la única crítica al Gobierno:
Pecan de inocencia porque intentan contener a Chacho, pero él
se les vuelve en contra, dijeron, y decidieron cerrar el encuentro
pero antes se juramentaron silencio. Varios no cumplieron.
MENEGHINI
NOMBRO DIRECTOR DE DESPACHO A SU HIJO
Un microemprendimiento familiar
Por F.Y.
El 22 de diciembre pasado ingresó
el pedido. Las fiestas de fin de año y el autoimpuesto receso veraniego
postergaron la resolución que llegó recién el 2 de
febrero. Ese día fue designado como director de despacho Agustín
Meneghini, 24 años, estudiante de abogacía e hijo del senador
santiagueño, Javier Meneghini. La resolución se firmó
apenas un día después de que los fiscales Eduardo Freiler
y Federico Delgado apelaran la falta de mérito dictada en la causa
de los sobornos en el Senado y pidieran el procesamiento de siete senadores,
entre ellos un radical: Meneghini.
El decreto de designación lleva el número 016/01 y dice
que la categoría del joven Meneghini es la número uno. Fuentes
de la Cámara alta aseguran que el novel director puede llegar a
cobrar entre 2.300 y 2.500 pesos, una cifra nada despreciable sobre todo
si se trata de un primer trabajo sin experiencia previa.
Reconozco que no es el momento más oportuno, aseguró
a Página/12 un Meneghini bastante alicaído, pero mi
director de despacho durante cinco años se había ido a trabajar
a la Secretaría de Seguridad. Necesitaba con urgencia a una persona
de confianza. Por eso nombré a mi hijo, confió.
Curiosamente, Meneghini, el único senador radical que continúa
procesado en el escándalo de las coimas, no sabe cuál es
la categoría que tendrá su hijo ni cuánto cobrará:
Le juro que no lo sé para luego agregar que es la primera
vez que le doy trabajo a un familiar. Es la primera vez en toda
mi carrera legislativa. No lo hice ni cuando fui diputado, señaló
con la voz un poco más vehemente.
¿No se le pasó por la cabeza la inconveniencia de
una designación de este tipo mientras usted permanece involucrado
en una causa judicial tan polémica como la de los sobornos? preguntó
Página/12
(Silencio) La verdad es que no fue oportuno. Pero le juro que necesitaba
una persona de confianza cuidándome el despacho se defendió.
Pero lo nombra un día después de que los fiscales
piden su procesamiento insistió este diario.
Es pura casualidad. Yo lo había solicitado a fines de año
pasado. Además, la apelación de los fiscales no tiene sustento.
Se basa sólo en ese maldito anónimo se justificó
el senador antes de lanzar un rosario de quejas contra la actitud de los
fiscales que apelaron la falta de mérito decretada por el juez
Carlos Liporaci el último día hábil de 2000. No
entiendo por qué sigo procesado y a otros senadores los dejan afuera,
se quejó.
DE
LA RUA, EN UN ACTO CON RUCKAUF
Bandera blanca por un día
El presidente Fernando de la
Rúa y el gobernador bonaerense Carlos Ruckauf se permitieron ayer
una breve tregua en su pelea política y se tiraron flores ante
las cámaras de televisión.
Con el Presidente hemos coincidido en políticas de Estado
y, como él dijo, habrá discrepancias lógicas entre
hombres que tenemos posiciones distintas, pero ahora es importante
solucionar los problemas concretos, indicó Ruckauf.
Tanto De la Rúa como Ruckauf se mostraron ayer al mediodía
conciliadores durante un acto que compartieron en la Casa de Gobierno,
donde firmaron un acta-compromiso para la construcción de un hospital
en Ezeiza, que será donado por la empresa Aeropuertos Argentina
2000.
Quizá muchos han venido hoy a buscar qué clase de
diferencias tenemos con el gobernador. Podemos tener discrepancias porque
los hombres que hablamos con la verdad lo decimos con franqueza, pero
eso nunca pondrá en un segundo plano u obstaculizará las
acciones para el bien común que es el deber de todos, afirmó
el Presidente, que la semana pasada había criticado duramente la
gestión del mandatario bonaerense.
Como dijo el Presidente, habrá discrepancias lógicas
entre hombres que tenemos algunas posiciones distintas, cada uno de nosotros
tenemos proyectos de liderazgo, afirmó el gobernador que
mostró los dientes con una sonrisa cuando agregó: La
discusión entre ambos se dará recién en el 2003.
|