El escándalo por la falsedad de los pasaportes comunitarios en
las ligas europeas crece día a día y ya genera una gran
incertidumbre en los clubes, que están temiendo duras sanciones.
Por un lado, el fiscal de la Federación Italiana de Fútbol
(FIGC) denunció ante la comisión disciplinaria al Udinese,
a dos de sus dirigentes y a cuatro de sus jugadores por el caso de los
presuntos pasaportes falsos. En el Inter temen hasta perder la categoría
luego de detectarse las irregularidades en el documento del uruguayo Alvaro
Recoba. También está muy complicada la situación
para la Lazio, ya que Juan Sebastián Verón habría
admitido la falsedad de la existencia del pariente que le permitió
conseguir la ciudadanía italiana (ver recuadros).
Ante el crecimiento que tuvo en la Justicia el tema de los pasaportes
falsos, las autoridades deportivas decidieron intervenir de manera directa.
Así, la situación de los jugadores y de los clubes involucrados
es cada vez más complicada. En Italia, el fiscal de la FIGC denunció
al Udinese, ya que considera que el club, sus dirigentes y cuatro
jugadores (los brasileños Alberto, Da Silva, Jorginho y Warley),
habrían tenido conductas ilícitas con la finalidad de conseguir
para los futbolistas el status de comunitarios mediante el uso de pasaportes
falsos aparentemente emitidos por la autoridad portuguesa.
Otro de los clubes implicados es el Inter, que podría ser sancionado
con un descuento de puntos que representaría su descenso a segunda
división, a raíz de la inclusión de Recoba con un
pasaporte falso. El caso del documento irregular de Recoba es investigado
por el fiscal de Udine, Paolo Alessio Verni, quien ya tomó declaración
al futbolista, que ahora viajó a Montevideo para tramitar un nuevo
permiso de residencia en Italia. Según el diario italiano Corriere
dello Sport, el caso Recoba es más grave que el caso Verón.
Es mágico: en el pasaporte secuestrado, que se trata de un
documento absolutamente falso y antiguo, se encuentra un sello verdadero
y reciente, indica el diario. Según fuentes de la fiscalía
de Udine, el pasaporte italiano en poder de Recoba era tan falso
que es anterior a los que se hicieron según la normativa de la
UE. Para Verón la situación es algo más aliviada,
ya que su pasaporte sería auténtico. Sin embargo, el hombre
que le habría permitido conseguir el pasaporte comunitario no sería
su abuelo, según lo admitió el propio ex jugador de Estudiantes
y Boca. Su situación se resolvería la semana próxima.
La situación creció tanto que ya generó una gran
preocupación en los dirigentes de la UEFA. El secretario general
de la entidad, Gerhard Aigner, aseguró que los agentes de
los jugadores son capaces de hacer muchas cosas con tal de que sus jóvenes
futbolistas entren en el espacio europeo. Por eso, la UEFA les está
exigiendo a las asociaciones y a las autoridades judiciales de los países
que tomen cartas en el asunto. Cualquier tipo de reglamentación
en este asunto no es competencia de la UEFA, puesto que ello responde
a un delito grave de otra naturaleza que la del fútbol, y tanto
las autoridades penales como las asociaciones nacionales deben responder
e investigar al respecto, con mano severa y de forma inmediata,
destacó Aigner. Por ahora, la única federación nacional
que ya tomó medidas deportivas fue la francesa, que suspendió
a los futbolistas brasileños Alex, Aloisio y al chileno Pablo Contreras,
además de quitarle seis puntos al Saint Etienne.
Lo que dijo la Brujita
Según publicó ayer el diario romano La Repubblica,
Verón le dijo al fiscal cuando lo interrogó
(el 13 de abril de 2000) que existe un antepasado italiano, pero
no se llamaba Porcella. Verón le habría comunicado
al fiscal Piro que su antepasado italiano se llamaba Irineo Portela,
quien era su abuelo materno, padre de su madre, María Cecilia
Portela Goyena. El citado Portela falleció cuando Verón
tenía 16 años.
Por ello, el magistrado le preguntó por el nombre de Giuseppe
Antonio Porcella, que es el que figura en la documentación,
y cuyo certificado de nacimiento fue extendido por el empleado Gianfranco
Orsomarzo, de la comuna de Fagnano Castello, en la provincia de
Cosenza. Cuando mi madre me habló de este abuelo italiano,
gracias al cual he podido obtener mi pasaporte italiano, no me dijo
el nombre ni cuándo había nacido, remarcó
el volante. También Piro le consultó a Verón
si conocía a Lidia Ratti Viamonte (la mujer que según
Orsomarzo solicitó el certificado en Fagnano Castello),
y el jugador contestó que no sabía si entre sus antepasados
había alguien con ese nombre. El periódico
dedujo que en realidad, Lidia Ratti Viamonte no era otra que
la argentina María Elena Tebaldi, quien según
Piro trabajó en la fabricación de los falsos
documentos, presentados para la naturalización del mediocampista
argentino.
Cuando el fiscal estuvo en Buenos Aires, la traductora declaró:
Fue Mascardi quien me solicitó el trámite de
ciudadanía para Verón, y dijo que el pariente
italiano de Verón que ella encontró era Luis
Pedro Lorenzo Ratti, el padre de la madre de la madre del jugador.
Después, alguien aún no determinado intentó
fraguar la documentación, y que un certificado a nombre de
Porcella pase a figurar como Portela.
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Recoba vino a blanquearse
El futbolista uruguayo Alvaro Recoba llegó ayer a Montevideo
para tramitar un permiso de residencia en Italia por razones laborales,
y así poder seguir jugando en el Inter de Milán. Recoba
tuvo que dar este paso luego que la Justicia italiana comprobó
que su pasaporte de la Comunidad Europea era falso. Ayer declaré
ante la Justicia y me vine para arreglar los papeles para poder
trabajar de nuevo, pero como extracomunitario, dijo ayer Recoba.
El jugador cree que no habrá problemas para su reincorporación
al equipo, a pesar del proceso de investigación de sus documentos,
que están en manos de un juez en Udine, localidad del norte
de Italia.
Creo que no corro ningún peligro penal o deportivo,
el único problema es que ya no soy comunitario. Pero esto
le puede pasar a cualquiera, uno hace todo de buena fe y, por desgracia
para mí, el pasaporte no era regular, destacó
Recoba. El uruguayo, titular habitual en la selección de
su país, se unió al Inter en 1997 y fue registrado
como jugador no perteneciente a la Unión Europea, ya que
sólo tenía pasaporte uruguayo. Debido al gran número
de jugadores no europeos en el Inter, el futbolista fue prestado
al Venecia en 1999 y en septiembre de ese año obtuvo su pasaporte
de la Comunidad Europea por sus antepasados españoles, que
resultó falso.
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