Por Claudio Zlotnik
Finalmente, Economía
logró estirar los plazos de la deuda por un total de 4202 millones
de dólares, monto que triplica el piso que se habían fijado
en el Palacio de Hacienda. La operación consistió en rescatar
títulos que vencían entre este año y el 2007 por
dos nuevos bonos, con vencimientos en el 2006 y en el 2012. Lo que, en
los hechos, significa que el Gobierno actual ya comprometió a las
administraciones que le sigan. El alivio en el peso de la deuda en el
corto plazo tiene sus costos. Mientras que los bonos rescatados mostraban
un rendimiento anual promedio del 11,03 por ciento, los nuevos van a costarle
más caro al Estado: 12,06 por ciento.
El único objetivo del trueque fue diluir compromisos de deuda en
el corto plazo porque, según Economía, la acumulación
de vencimientos generaba dudas sobre la solvencia de la Argentina entre
los inversores. Por tal motivo, el 85 por ciento del canje 3605,7
millones de dólares tuvo como protagonistas a los títulos
con vencimientos en los próximos tres años. Y, para lograr
ese cometido, José Luis Machinea tuvo que ofrecerles un premio
a los inversores, que resultó de entre 0,2 y 1,5 por ciento por
sobre el precio mínimo que había fijado.
Pero además de esa compensación, también es cierto
que, en la mayoría de los casos, los títulos viejos le costaban
menos al Estado que los nuevos. Por ejemplo: el Bonte 2002 había
sido emitido a una tasa fija del 8,75 por ciento anual. Ahora, en cambio,
el Estado deberá hacerse cargo de un Bonte 2006 (que devenga una
tasa del 11,75 por ciento) y de un Global 2012 (con un rendimiento anual
del 12,38 por ciento). En el Brady FRB la diferencia es aún más
sustancial, ya que al Estado le costaba un 6 por ciento anual. Y más
dramático aún con los Bocones, que tienen un costo del 3
por ciento. Aunque en estos casos, el Gobierno viene pagando mensualmente
amortizaciones que provocan erogaciones que ahora, con el canje, se postergan.
Justamente, en vista de este ahorro en lo inmediato, Economía contabilizó
que el canje le dejará un resultado financiero positivo de 18,5
millones de pesos.
¿Cuál es el argumento de Economía ante este encarecimiento
de la deuda? Por un lado, la necesidad de alargar los plazos para evitar
el cuello de botella en los vencimientos. Por el otro, los funcionarios
aseguran que si en vez de hacer el canje se aguardara la finalización
de los bonos, habría que refinanciarlos a tasas de interés
similares a las conseguidas en la operación. Sin embargo, esta
justificación se choca con las propias perspectivas que trazan
en el Palacio de Hacienda: que las tasas de interés tendrán
una clara tendencia declinante en los próximos meses. En todo caso,
¿por qué, entonces, el canje no se realizó dentro
de un tiempo, para que el compromiso de deuda que hereden los siguientes
gobiernos resulte menos oneroso?
Por el contrario, la estrategia de Economía se resume en que, después
de la baja de la tasa en los Estados Unidos, éste era un buen momento
para dar una señal de que cuenta con la confianza de los financistas
y continuar con el diagrama previsto en el blindaje financiero. La
operación tuvo muy buena receptividad y esto permite una mejora
en la percepción del riesgo país, sostuvo Daniel Marx,
secretario de Finanzas. Por otra parte, el funcionario aseveró
que, gracias a las menores urgencias financieras del Estado, habrá
más fondos disponibles para el sector privado.
¿Cuál fue la ganancia de los inversores? Simple: recibir
un premio por los títulos que tenían y canjearlos por títulos
con rendimientos más tentadores, y nominados en dólares.
En total, Economía recibió ofertas por 8277,1 millones de
dólares, pero de ese total aceptó prácticamente la
mitad: 4202 millones. Reemplazó los títulos correspondientes
con la emisión de 2608 millones del Bonte 2006 y el resto, 1593,9
millones, con la emisión del Global 2012. Mientras que el primero
tendrá un rendimiento anual del 11,75 por ciento, el título
que vence dentro de 11 años rendirá el 12,38 por ciento.
Estas tasas puedenconsiderarse elevadas si tomamos en cuenta que
estamos en un contexto de caída en el costo del dinero a nivel
mundial, consideró Rafael Ber, director de la consultora
Argentine Research. Las propuestas que hizo cada banco participante de
la operación recién se divulgará esta tarde.
El bono con mayor volumen de rescate fue el Brady FRB, con 883,5 millones
(uno de cada cinco del mercado). Le siguieron los Bonte 2003 a tasa fija,
con 592,9 millones (26 por ciento del total), el Bonte 2004 (582 millones,
24 por ciento del total) y el Bonte 2002 (442,1 millones, el 16 por ciento
del total). En cuanto a los Bocones (previsionales y proveedores), se
levantó un total de 1261,6 millones (24 por ciento).
SUPERAVIT
COMERCIAL EN EL 2000
Balanza con combustible
El salto explosivo del precio
de los combustibles exportados, el buen desempeño en las ventas
de manufacturas industriales y, especialmente, la caída de las
importaciones por la recesión fueron los factores clave del intercambio
comercial en el 2000. El año cerró con un superávit
de 1103 millones de dólares, contra el déficit de 2175 millones
del 99. En el Ministerio de Economía subrayaron el buen resultado,
aunque admitieron que la recesión jugó un papel importante,
dado que hubo excedentes para girar al exterior y, al mismo tiempo, las
importaciones fueron menores por el estancamiento del mercado interno.
Las exportaciones sumaron 26.251 millones de dólares, con un incremento
del 13 por ciento respecto del año anterior. Las importaciones,
en tanto, fueron por 25.148 millones, lo que implicó una baja del
1 por ciento. Los datos de diciembre, a su vez, exhibieron un superávit
de 268 millones. Pero lo más importante fue que las exportaciones
alcanzaron a 2326 millones (suba del 13 por ciento) y se convirtieron
en un record histórico para ese mes. Las importaciones fueron más
bajas, ya que totalizaron 2058 millones, un 11 por ciento inferiores a
las de diciembre del 99.
En el total del año, las exportaciones que más crecieron
fueron las de combustibles, con un 60 por ciento. La suba se explica por
un aumento de precios del 74 por ciento y una baja de cantidades del 8
por ciento. En total, ascendieron a 4803 millones. Las manufacturas de
origen industrial sumaron 8136 millones, un 17 por ciento más que
en 1999. En tanto, las ventas de productos primarios llegaron a 5410 millones,
con un incremento del 4 por ciento. Finalmente, las exportaciones de manufacturas
de origen agropecuario fueron por 7902 millones, 3 por ciento menos que
el año anterior.
En cuanto a las regiones, la Argentina tuvo superávit con el Mercosur
(1197 millones), Chile (2042), otros países de la Aladi (751),
Medio Oriente (699), Sudáfrica (161) y Resto del Mundo (293). Por
el contrario, tuvo balanza negativa con el Nafta (1891 millones), Unión
Europea (1160) y China, Japón e India (988).
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