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Detuvieron a uno de los acusados
de asesinar al turista argentino

El conserje del hotel de Foz de Iguazú donde fue asesinado Raúl Tita reconoció a un detenido como miembro de la banda de asaltantes. Otros tres estarían identificados. Los restos de la víctima eran velados
anoche en Córdoba.

Los familiares de Tita, en el aeropuerto de Iguazú, acompañaron los restos de la víctima.

El conserje del Santa Ana Park Hotel, de Foz de Iguazú, levantó la mano y señaló a Regivan Oliveira Da Silva, a quien reconoció como uno de los integrantes de la banda que asesinó al turista argentino Raúl Tita, en la habitación 306, el jueves a la madrugada. Da Silva fue detenido ayer por la policía local, que asegura tener identificados a otros tres miembros del grupo, que habrían actuado con fines de robo. La Embajada de Brasil recomendó a los turistas que vayan a ese país no ir a hoteles recomendados por particulares o desconocidos y solicitar información o ayuda sólo en instituciones oficiales.
“A mi juicio, el título de la nota de ayer (por el jueves) en Página/12 ha sido poco feliz”, señaló Durval de Barros, consejero de comunicación social de la Embajada de Brasil en la Argentina. Se refería a: “El peligro de ser argentino en Brasil”. Sin embargo, la explicación que el funcionario dio acerca del crimen en Foz de Iguazú fue la siguiente: “Saltando un muro, entraron al hotel para robar. En el estacionamiento, vieron que había dos autos con placas argentinas. Entraron al hotel y amenazaron al conserje. Pero, como en la caja no había dinero, preguntaron: ‘¿Y los argentinos?’”.
Cuando el conserje les dijo que los argentinos ocupaban las habitaciones 306 y 308, tres de los asaltantes subieron mientras uno se quedaba custodiando al empleado. Eran las 4 y media de la mañana. Golpearon en la 306. Raúl Tita, de 50 años, se levantó para abrir y recibió un tiro en el ojo izquierdo. “Tal vez el señor Tita esbozó un movimiento que interpretaron como resistencia. Los asaltantes eran muy jóvenes, estaban muy nerviosos, perdieron el control de la situación y se les fue la mano”, dijo De Barros, citando a fuentes policiales de Foz de Iguazú.
La esposa de Tita, Haydeé Roggio, había sugerido la participación de un entregador, en alusión a la persona que les indicó que pararan en ese hotel. Anoche, en cambio, De Barros aseguró que “no fue así: los asaltantes entraron a robar en el hotel y allí descubrieron los autos con placas argentinas”.
Según la policía de Foz de Iguazú, una llamada telefónica anónima habría permitido el arresto de Oliveira Da Silva, de 22 años, quien reconoció su participación en el asalto y habría delatado a tres cómplices: Jonás Manoel Dos Santos Jr., Marcelo Alves de Oliveira y “el Neguinho”, de quien no hay más datos y quien tendría en su poder el arma que mató a Tita.
Una fuente policial destacó que el detenido fue reconocido por el conserje del hotel “como uno de los tres hombres que lo habían tirado al suelo y lo habían inmovilizado pisándole la nuca”.
Tita, con su esposa, dos hijas y junto con una familia amiga, viajaba en auto desde la ciudad de Córdoba hacia el balneario de Itapema. Alertado por el asesinato de Diego Rodríguez, el sábado pasado cerca de Porto Alegre, cumplió con la precaución de no viajar de noche y buscó alojamiento en Foz. Según señaló ayer el consejero De Barros, “los turistas deben estar informados sobre los riesgos de seguir las indicaciones de personas no pertenecientes a instituciones oficiales”.
Las autoridades policiales de Foz de Iguazú prometían, para las próximas horas, la detención de los demás sospechosos. César Matas, cónsul argentino en Foz, anticipó que “vamos a participar en el proceso a los acusados, con la función de que se garantice a las víctimas los mismos derechos que corresponden a los ciudadanos brasileños”.

 


 

UN OBRERO MUNICIPAL MURIO APLASTADO EN CORRIENTES
La aplanadora de la muerte

Un obrero municipal murió aplastado por una aplanadora mientras trabajaba en las obras de repavimentación que se realizaban en la avenida Corrientes al 4100, en el barrio de Almagro. El rastrillo que manipulaba se enganchó con la máquina y fue arrastrado por debajo de sus pesadas ruedas.
Miguel Candia, de 57 años, estaba realizando ayer por la tarde tareas en la cuadra de Corrientes entre Francisco Acuña de Figueroa y Gascón cuando el rastrillo con el que estaba trabajando fue enganchado por la motoniveladora, que iba marcha atrás, y lo empujó debajo de las enormes ruedas, por lo que murió aplastado.
Uno de los compañeros de la víctima, Juan de Dios Rodríguez, contó que Candia estaba a punto de jubilarse y comentó que “estaba rastrillando la membrana asfáltica, pero vino la aplanadora y lo pasó por encima. Esto ocurre –agregó Rodríguez– por la inseguridad con la que están trabajando los compañeros”.
El legislador de Encuentro por la Ciudad, Enrique Rodríguez, reclamó al Ejecutivo porteño que en cinco días informe si la obra contaba con autorización y “qué medidas de planificación había para garantizar la seguridad laboral”.
Estas obras de repavimentación son realizadas por el Ente de Mantenimiento Integral, dependiente de la Secretaría de Obras Públicas del gobierno de la ciudad, que anunció que abarcarían un tramo de Corrientes, desde Estado de Israel hasta Pringles. Lo curioso es que el obrero murió fuera los límites dispuestos para el arreglo de la avenida.

 

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