Por Esteban Pintos
U2 está de pretemporada,
buscando su mejor forma para el comienzo de su gira mundial Elevation
Tour 2001 (en Fort Lauderdale, Florida, 24 de marzo), que se supone los
traería nuevamente a Buenos Aires a principios de 2002. Ya pasaron
una presentación para televisión en Río de Janeiro,
otro en la terraza de un hotel de su propiedad en Dublin, un show en el
Irving Plaza de New York y una miniperformance en los estudios centrales
de MTV de esa ciudad, y un par de apariciones promocionales del lanzamiento
de All that you cant leave behind, su nuevo disco. En el Astoria,
un club situado en la zona céntrica de Londres y con capacidad
para unas 1800 personas, la banda irlandesa reapareció con un set
de 16 canciones. El show, de por sí, tuvo características
particulares: la mayoría del público accedió por
medio de concursos y membresía de club de fans, además de
una asistencia VIP entre los que resaltaron los músicos Mick Jagger,
Liam Gallagher, Sir Bob Geldof, integrantes de Ash, Massive Attack y Radiohead,
y los escritores Salman Rushdie y Will Self.
El comienzo del show se retrasó por algunos problemas técnicos
hay que viajar hacia atrás, bastante en el tiempo, para recordar
un recital de la banda en un recinto tan pequeño, pero finalmente
los cuatro irlandeses llegaron caminando entre el público. Bono,
de riguroso negro (sus anteojos marca registrada incluidos) y portando
el rosario que le obsequió el papa Juan Pablo II, saludó
y dijo: Estamos haciendo esto porque estamos como pidiendo trabajo
de nuevo. Habrá un montón de gente viéndonos aquí,
que probablemente diga lo mismo. El trabajo es la más banda grande
del mundo. Mientras tanto, en las afueras del club, una entrada
llegó a cotizar a precio de reventa, claro a 800 libras.
El show arrancó con Until the end of the world, del
ya clásico Achtung baby, para luego dar paso a las más recientes
Beautiful day, Elevation y Stuck in a moment
you cant get out of. Esta última, una balada épica
que asciende rankings al compás de su atractivo estribillo y desarrollo
armónico (un clásico U2), se presenta como el más
fuerte motivo de seducción para que las ventas de All that you
cant leave behind sigan creciendo. La noche del Astoria, además,
tuvo una particular dedicatoria: Hicimos un montón de amigos
en estos años, esto es para uno de los que hemos perdido,
dijo Bono en referencia a su amigo Michael Hutchence, cantante de INXS.
Con el agregado de New York, se completó el cuarteto
de estrenos (podría sumarse además a The ground beneath
her feet, parte de la banda de sonido de la película The
million dolar hotel, pero también incluido en la edición
del disco para Estados Unidos). De ahí en más fue una catarata
de pequeños grandes clásicos en una carrera de dos décadas:
las seminales 11 OClock Tick Tock y I will follow
parte de Boy, primer disco editado en 1980, Bad,
40, All I want is you, Desire, Misterious
ways, Last night on earth, Discoteque y
Staring at the sun. Tal cual es su costumbre, el carismático
y verborrágico cantante incluyó, en algunas de estas canciones,
pasajes de letras de otras de Elvis Costello, Radiohead y Joy Division.
Dos días antes de este recital, U2 participó de la entrega
anual de los premios NME Carling, otorgados por el popular semanario inglés
de rock a partir de la votación de sus lectores. Allí se
llevaron el correspondiente a genios semidioses, una categoría
grandilocuente pero reveladora del fervor que renace alrededor de la banda
en estos momentos en Gran Bretaña.
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