Por Mariana Enriquez
Scully está embarazada
después de pasar una noche con Mulder (aunque no se ve ninguna
escena sexual entre los agentes del FBI, tan sólo se sabe que duermen
juntos en una misma cama por problemas de presupuesto del bureau)
y Mulder, tras esa noche, es abducido, secuestrado, presumiblemente por
extraterrestres. De esta forma sombría y tensa finalizó
la séptima temporada de Los Expedientes Secretos X,
que se ve todos los miércoles a las 21 por Fox. El primer capítulo
de la nueva temporada, En el interior, que se estrenará
el 7 de marzo, es, por supuesto, paranoico y oscuro. Y además,
no está David Duchovny, el agente Mulder. Es decir, según
el relato está desaparecido, y sólo aparece en breves flashbacks:
no acompaña a Gilliam Anderson como siempre.
El motivo real es por supuesto menos dramático y obviamente económico:
Duchovny mantuvo una batalla legal con Fox en la que reclamaba a la señal
25 millones de dólares. La compañía se comprometió
a pagarle 20, suma que incluiría el sueldo y la deuda con el actor.
Por eso, Duchovny sólo aparecerá en una decena de episodios
de esta octava temporada (el actor afirma que serán muchos menos)
y por eso no hizo falta escribir un nuevo final para la serie que, de
todos modos, según su creador y productor Chris Carter, se retirará
este año. El motivo es el agotamiento creativo, aparentemente,
porque el rating se mantiene en 12 millones de espectadores por semana.
No son tantos televidentes como en los gloriosos primeros años
de la serie, pero tampoco es una medición despreciable.
De hecho, Fox Mulder aparece en el episodio estreno de la nueva temporada.
Se lo ve en los sueños de Scully, que lo imagina sentado en una
suerte de silla de dentista infernal, atravesado por tornos y sierras,
y con las mejillas atravesadas por ganchos, en un estilo Hellraiser.
Pero el nuevo protagonista es el agente John Doggett (Robert Patrick,
el cyborg malvado de Terminator 2). Doggett tiene como misión encontrar
a Mulder. O por lo menos ésa es la versión oficial. Lo que
creen el agente Skinner (que presenció el secuestro de Mulder por
una nave espacial) y Scully es que Doggett quiere encontrar a Mulder para
eliminarlo, porque él es ahora la prueba viviente de vida extraterrestre.
La situación se complica más cuando varias personas ven
a Mulder, cuando se descubren transacciones efectuadas con la tarjeta
de crédito de Mulder y son robados documentos que sólo pueden
haber sido tomados por el agente supuestamente desaparecido. Al final
del primer episodio, para complicar más las cosas, Doggett encuentra
al supuesto Mulder, que acaba de secuestrar a un niño prodigio,
Gibson Praise, que tendría fisiología extraterrestre. Pero
¿es Mulder? En la escena final, el rostro que se revela se asemeja
al de David Duchovny, pero tiene algo falso, como si se tratara de otro
actor maquillado.
Robert Patrick es un protagonista muy diferente a Duchovny, y ciertamente
no se trata de un reemplazo, aunque en las fotos promocionales aparezca
junto a Gilliam Anderson. Es bastante mayor que Duchovny (que acaba de
cumplir 40), y no es un sex symbol. Es difícil que logre ocupar
su lugar, pero probablemente ésa no sea la intención: su
rol, por lo menos en este episodio, es el de un personaje poco confiable,
ambiguo. No está claro si se trata de un villano, un bienintencionado
o, incluso, un extraterrestre. En el mundo paranoico de X Files,
nunca se sabe.
|