Por Irina Hauser
Nadie entiende cómo hace
el juez Carlos Liporaci para estar tan tranquilo, o al menos para parecer
estarlo. Ya sabe que la suerte no estará con él este martes
13 cuando la Comisión de Acusación resuelva su situación.
El dictamen que solicitará su destitución con apoyo mayoritario
dice que su patrimonio creció en forma injustificada y desmedida
desde febrero de 2000, anticiparon a Página/12 colaboradores
de los consejeros Fermín Garrote y Pablo Fernández, que
ayer estaban terminando de tipear la propuesta que harán circular
el lunes entre sus pares. La presentación también se refiere
a que está demostrado que el valor real de la mansión
que compró Liporaci el año pasado es muy superior al que
él dice haber pagado, por lo tanto existe la presunción
de que medió alguna dádiva, añadió uno
de los voceros.
Liporaci, el juez que dictó la falta de mérito masiva en
la causa de las coimas del Senado, será acusado por mal desempeño
de sus funciones, una figura que les cabe a los jueces que abandonan
la buena conducta en el ejercicio de su cargo. El dictamen que lo pondrá
a las puertas de su juicio político, y que también evaluará
su conducta como inmoral, será votado por cinco consejeros de la
Comisión de Acusación, ya que a Garrote y Fernández
se sumarán Mario Gersebobitz, Miguel Pichetto (PJ), Carlos Maestro
(Alianza). Augusto Alasino ya está excusado por estar implicado
en la causa de los sobornos. Y la menemista Lelia Chaya se abstendría.
De acuerdo con el dictamen de los consejeros, el enriquecimiento ilegítimo
del magistrado se evidencia en:
La compra de la casa de Vicente
López. Liporaci declaró que la pagó 610 mil pesos,
mientras que hasta la pericia de la Corte Suprema estableció que
su valor rondaba entre 950 mil y 1.120.000 pesos.
La modificación de su
nivel de vida. La presentación detallará algunos de sus
gastos suntuarios de los últimos tiempos como, por ejemplo: el
alquiler cercano a los 2000 mensuales de una casa en el selecto country
Golfers, más los gastos de jardinería, Direct TV,
servicios, cuidado de la pileta; el pago con su tarjeta de crédito,
en abril del año pasado, de la estadía de una de sus hijas
en el Club Mediterrané de Bora-Bora (Polinesia Francesa); otro
pago, del mismo mes, en el Hotel Hyatt de Buenos Aires; la compra de ropa
de hombre en la casa Old Man en tres cuotas de 716 pesos cada una.
Otro de los argumentos apunta a falsedades en relación
a la información aportada por Liporaci, su patrimonio declarado
y sustentado por un informe de flujo de fondos que le confeccionó
la contadora Patricia Baulán:
No sólo que no
es real el valor de la casa que él consigna, dijo un colaborador
de Garrote. Aun pensando que tal como dice recibió un préstamo
de 210 mil pesos, otro de 160 mil para saldar parte de su vivienda y además
pagó 30 mil pesos de escrituración y comisiones, no tiene
manera de justificar de dónde sacó los 300 mil restantes
con sus ingresos como juez, especificó el informante.
A eso se suma que está
probado el origen espurio del crédito de 160 mil pesos, agregó.
Además, la contadora
Baulán admitió que Liporaci le ocultó información.
Y dijo que un error de sus declaraciones juradas residía en no
haber dado cuenta de los ahorros acumulados de hasta 3000 pesos
mensuales desde 1997 jamás radicados en ninguna cuenta bancaria.
Léase, guardados bajo el colchón. De por sí
es grave que no haya exteriorizado esos supuestos ahorros en las declaraciones
juradas que presentó desde 1996 hasta el 2000. Significa que ocultó
fondos, explicó el especialista.
Inclusive hubo una contradicción
alarmante entre la contadora Baulán y el prestamista Guido Torrisi.
La mujer dijo que el préstamo de los 210 mil pesos se hizo con
el 12 por ciento de interés anual, una cifra demasiado baja para
los valores habituales. Torrisi dijo que el interés fue del 2 por
ciento mensual, o sea, el doble. Por último, para los consejeros
la falta de condiciones éticas y de mesura del juez queda reflejada
claramente en haber gestionado una pensión graciable de 500 pesos
mensuales para una de sus hijas, un dato que, dicho sea de paso, nunca
le confió a su contadora.
A pedido de la menemista Chaya, que preside la Comisión de Acusación,
la Justicia remitió una copia de la causa penal contra Liporaci,
que siguen el juez Gabriel Cavallo y el fiscal Pablo Recchini. Es decir,
no quedan motivos para postergar la discusión. Una vez votado,
el dictamen acusatorio deberá ser debatido por el plenario de la
Magistratura. Para que llegue al jury tendrán que votarlo dos tercios
de sus miembros. Habrá que ver cómo sale de ésta
el juez especialista en sobornos.
CON
DADONE PRESO, CITAN A LOS DEMAS IMPLICADOS
La causa IBM-Nación a toda banda
Por A.M.
La banda del Banco Nación
ya tiene fecha de indagatorias. El juez federal Adolfo Bagnasco resolvió
citar al resto de la asociación ilícita que habría
encabezado el ex presidente de la entidad, Aldo Dadone, preso desde el
jueves en la cárcel de Marcos Paz. Su hermano, Mario, será
interrogado el martes 13 a las 9 y al mediodía declarará
el ex vicepresidente del Nación, Hugo Gaggero. Al día siguiente
será el turno de los ex directores del banco oficial Alfredo Aldaco
y Genaro Contartese.
Todos ellos fueron procesados por defraudación y cohecho, pero
ahora el juez decidió que tiene elementos suficientes para acusarlos
de haber integrado una asociación ilícita que protagonizó
el escándalo informático: para obtener la licitación
del proyecto Centenario que con un costo de 249 millones de dólares
informatizaría las 252 sucursales del Banco Nación la empresa
IBM habría pagado una coima de 21 millones. Aldaco confesó
haberse beneficiado con dinero sucio y Contartese admitió haber
recibido las gratificaciones que otorgó la Big Blue.
Mientras tanto, Aldo Dadone deberá aguardar en prisión la
resolución de su situación procesal. Pero sus presuntos
cómplices no corren riesgo de tener igual destino porque serían
miembros y no jefes de la supuesta organización delictiva.
Gustavo Soriani, ex vicepresidente de IBM Argentina, insistió ayer
en responsabilizar a los máximos ejecutivos de la compañía
en los Estados Unidos. IBM tiene una estrategia premeditada y decidida
de hacer recaer la responsabilidad en los ejecutivos dijo el ex
ejecutivo que está procesado por defraudación.
Por otra parte, el senador Leopoldo Moreau afirmó estar convencido
de que el caso tiene mucho contacto con la investigación
por el presunto lavado de dinero en la Argentina porque apareció
claramente la existencia de una gerencia financiera de la corrupción.
Para Moreau, la detención de Dadone constituye una bocanada
de aire fresco en un clima de escepticismo como el que hoy vive el país.
También opinaron del nuevo giro de la causa los diputados Jesús
Rodríguez y Carlos Soria, quienes expresaron que esperan que haya
más detenciones, aunque aclararon que ello dependerá de
que la Justicia de otros países proporcione la información
solicitada. Rodríguez agregó que el caso con el Nación
tiene una matriz común con el contrato entre esa firma
y la DGI firmado en 1994 y recordó la responsabilidad política
que les cupo a los entonces funcionarios Domingo Cavallo y Claudia Bello.
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