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El
canciller brasileño, Celso Lafer, llegó a Buenos Aires con
una agenda cargada. En las menos de 24 horas que permanecerá en
el país tiene previsto ser recibido por Fernando de la Rúa,
reunirse con su par Adalberto Rodríguez Giavarini, hablar después
con José Luis Machinea, ver al titular de Defensa, Ricardo López
Murphy, y, si todo avanza de acuerdo a lo previsto, dar una conferencia
de prensa a primera hora de la tarde, antes de volar rumbo a Montevideo.
La visita relámpago es la primera salida oficial de Lafer como
ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, cargo en el que asumió
hace dos semanas. En el temario abierto entre los dos países habrá
dos puntos centrales: la toma de medidas que afiancen el Mercosur y las
conversaciones para llegar a una postura común sobre la creación
del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Horas antes de desembarcar en Ezeiza, Lafer anticipó que su gobierno
está decidido a negociar la creación del ALCA a partir del
Mercosur, y que por lo tanto no está en sus planes mantener conversaciones
individuales sobre el punto con los Estados Unidos. La intención
de Brasil es acordar una posición junto al gobierno aliancista
antes de la Cumbre de las Américas, que se realizará en
abril en Quebec (Canadá), en cuyo marco el gobierno estadounidense
pretende lograr un acuerdo para crear el ALCA.
El canciller brasileño tuvo la oportunidad, anoche, de expresarle
su postura a su par argentino, quien lo recibió en su casa junto
al vicecanciller, Horacio Chighizola. Junto a Lafer, concurrió
al convite Sebastiao Do Rego Barros, embajador en la Argentina.
El intento de acercamiento de Lafer fue respaldado en el ámbito
político local por algunos de los hombres de la Alianza que hoy
se entrevistarán con el canciller. “Coincido en que la Argentina
y Brasil tienen que negociar juntos para ser de esta manera más
fuertes, siempre que se llegue a esas negociaciones con un sólido
acuerdo sobre los objetivos de fondo”, señaló en ese
sentido Marcelo Stubrin, presidente de la Comisión de Relaciones
Exteriores de la Cámara baja.
También desde el Frepaso las conversaciones sobre el ALCA fueron
consideradas un tema “prioritario”, y las potenciales beneficios
o pérdidas de la futura zona de libre comercio se vincularon directamente
con la suerte del Mercosur. “El Mercosur tiene que ser pensado como
la única alternativa de sobrevivencia de nuestros países”,
sostuvo el diputado Carlos Raimundi. “En este contexto, para nosotros
es vital coincidir con Brasil en los tiempos de creación del ALCA,
para que ni ellos ni nosotros consideremos individualmente que se debería
avanzar en el tema antes o después que el otro.”
Celso Lafer llega a las reuniones de hoy con algunas propuestas concretas
para fortalecer –y según sus palabras– “relanzar”
al Mercosur. Entre otras cosas, el canciller propondrá medidas
para facilitar el tránsito de las personas en el área. También
la modificación de algunas de las reglas de juego para las inversiones
argentinas en Brasil. El funcionario anticipó, por ejemplo, que
reclamará al Gobierno argentino la eliminación de la inversión
de 100 mil dólares que deben hacer los empresarios locales para
instalarse en su país.
Lafer también quiere armonizar el control sanitario y fitosanitario
entre ambas administraciones y “trabajar para el reconocimiento de
nuestros certificados fuera del Mercosur”. Y hará un pedido
concreto de respaldo en el marco del conflicto comercial que mantiene
con Canadá por la suspensión de las compras de carnes brasileñas,
a las que el país del norte sospecha de estar bajo el riesgo de
estar afectadas por el mal de la “vaca loca”.
Como contrapartida, el gobierno aliancista podría poner sobre el
tapete el conflicto diplomático surgido con el jefe de gobierno
de Cuba, Fidel Castro, quien acusó a la Argentina de “lamebota
de los yanquis” por su voto contrario en la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU. Ayer, cuando fue consultado sobre el punto, Rodríguez
Giavarini admitió que el tema podría surgir en las conversaciones
con Lafer, cuyo gobierno mantiene una postura de abstención en
las votaciones sobre los derechos humanos en la isla caribeña.
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