Por
Eduardo Videla
A
partir de abril, el cepo pasará a ser un mal recuerdo para los
porteños, mientras que los parquímetros desaparecerán
de las avenidas y de las calles con gran circulación de vehículos
y de transporte público. Desde ese mes, la cantidad de espacios
para estacionar con relojes y tickeadoras se reducirá
de los 5220 actuales a alrededor de 3 mil, una cifra que mantendrá
fija durante los próximos dos años, tiempo en que se prorrogará
la concesión del servicio a las actuales operadoras del sistema.
Luego, se llamará a una nueva licitación. Según el
acuerdo que están a punto de firmar el Gobierno porteño
y las empresas, algunos de los lugares que dejan libres los parquímetros
estarían destinados para la carga y descarga de mercadería
durante las 24 horas.
La desaparición del cepo, anunciada para marzo, deberá esperar
un mes más. La prórroga obedece a que el vencimiento
de una de las concesiones es a fines de marzo. Por eso se decidió
unificar el cambio al 1º de abril, adelantó a Página/12
el subsecretario de Tránsito porteño, Horacio Blot.
El área de concesión de las empresas STO y SEC abarca la
zona comprendida por las avenidas Pueyrredón, Jujuy, Belgrano,
Paseo Colón, Leandro N. Alem y Del Libertador. En esa zona, las
compañías tienen 5220 lugares para estacionar vehículos,
entre parquímetros y tickeadoras. En principio, se había
dicho que se reducirían a la mitad. Pero finalmente vamos
a dejar unos 3 mil, adelantó Blot.
En principio desaparecerán los parquímetros instalados sobre
las avenidas Corrientes, Santa Fe, Belgrano, Pueyrredón, Paseo
Colón y Jujuy. También desaparecerán los que están
en arterias con conflictos de tránsito, utilizadas por el transporte
público o que funcionan como arterias de conexión entre
barrios, explicó el funcionario. Una de ellas será
Uriburu, entre Las Heras y Marcelo T. de Alvear.
El objetivo de estas modificaciones es buscar un equilibrio entre
la demanda de estacionamiento y la necesidad de un tránsito fluido,
argumentó Blot. Según el funcionario, en el área
involucrada existe capacidad de absorción por parte de los
estacionamientos privados, para compensar la disminución
de parquímetros.
Con la muerte del cepo, el Gobierno busca un sistema más amigable
para sancionar los excesos en los parquímetros. Vamos a tener
cierta tolerancia en tiempo para la aplicación de la multa y para
el acarreo: el vehículo será removido por la grúa
en un plazo de 30 minutos a una hora desde el vencimiento del parquímetro,
agregó el funcionario.
Las autoridades les propondrán a las concesionarias que implementen
una base de datos, en la cual se pueda consultar los antecedentes de infracciones
por estacionamiento: Con los que tengan hasta tres infracciones
en un año habrá una tolerancia mayor en el acarreo que con
el que supera esa marca, puso como ejemplo el subsecretario de Tránsito.
Las modificaciones incluyen la obligación de las concesionarias
de hacer el control a pie o en motocicletas, y no en las actuales camionetas
que intervienen en la colocación de cepos, para evitar que esos
vehículos actúen como tapón en el tránsito.
El paquete incluye modificaciones, de carácter experimental, en
el sistema de carga y descarga de mercaderías. Actualmente, el
límite horario establecido por ordenanza es el de las 9 de la mañana.
Un decreto que está a la firma del jefe de Gobierno, Aníbal
Ibarra, acortará ese límite hasta las 7 de la mañana
en avenidas y arterias con flujo importante de tránsito y, como
compensación, se extenderá hasta las 11 en calles adyacentes.
Los proveedores tendrán que acostumbrarse a entregar la mercadería
con carritos, advirtió Blot.
Las modificaciones pretenden congeniar las demandas de los comercios y
sus abastecedores, con la necesidad de agilizar el tránsito en
zonas conflictivas. Con ese fin, el Gobierno acordó con las cámaras
empresarias del comercio y de los proveedores la creación de puestos
deabastecimiento en algunas arterias, con una dimensión equivalente
al espacio de dos parquímetros, reservados para la carga y descarga
de mercadería durante las 24 horas. Según el subsecretario
de Transporte, se trata de una experiencia piloto en la zona concesionada
que, si tiene éxito, se extenderá a otros puntos de la ciudad.
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