Por Eduardo Tagliaferro
El encuentro entre el ex presidente
Raúl Alfonsín y el ex vice Carlos Chacho Alvarez
duró tan sólo cuarenta minutos. Pero su efecto político
está llamado a prolongarse mucho más tiempo. Aunque en el
encuentro se habló del titular del Banco Central, Pedro Pou, y
de la propuesta para un nuevo Senado, fue el de Cuba el tema
más contundente. En un comunicado los titulares de la UCR y del
Frepaso reclamaron no utilizar el tema de los derechos humanos con
fines alternos, en lo que fue un claro llamado para que el Gobierno
cambie su voto de condena por el de la abstención.
Luego del encuentro y mediante una declaración pública,
los dos principales referentes aliancistas reclamaron profundizar
y continuar el debate con respecto a Cuba. Fundamentalmente reivindicaron
el principio de autodeterminación (de los pueblos),
en claro cuestionamiento al uso político que de la mano de los
Estados Unidos se viene realizando con el tema del respeto a los derechos
humanos en los organismos internacionales.
El diálogo fue relativamente breve porque ambos dirigentes ya habían
hecho públicas algunas de sus coincidencias. Alvarez ingresó
puntualmente a las 16 en las oficinas que Alfonsín tiene en la
avenida Santa Fe. Sobre el proyecto del nuevo Senado Alfonsín
ya había dicho que estaba en la misma línea
que las iniciativas gubernamentales de reforma política.
Tampoco hubo disensos a la hora de analizar el comportamiento y el futuro
de Pedro Pou. Reiteradamente, Alfonsín reclamó el paso al
costado del titular del Banco Central y Chacho objetó desde los
primeros días la continuidad de dos funcionarios del menemismo:
Pou y Carlos Silvani, por entonces titular de la AFIP.
El grupo de trabajo de la Alianza se reunirá hoy a las 16 en la
Jefatura de Gabinete. El voto sobre Cuba será uno de los items
de una nutrida agenda que incluye el informe del jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo, sobre la futura Agencia Social y el análisis de la Reforma
Política.
Si bien entre los integrantes de la denominada mesa de diálogo
las opiniones son mayoritariamente coincidentes en impulsar el voto abstencionista,
la prueba de fuego será si estos puntos de vista serán tenidos
en cuenta en el momento en que el Gobierno tome sus decisiones. Ayer el
canciller Adalberto Rodríguez Giavarini precisó que la Cancillería
no tomará ninguna decisión hasta que no se conozca el contenido
del informe sobre los derechos humanos que elevará la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU. El canciller le da al informe una entidad
que no comparten los dirigentes del radicalismo. Lo cierto es que la embestida
de Giavarini contra Fidel Castro disparó un debate inexistente
el año pasado. En aquella oportunidad los miembros de la Alianza
fueron tomados por sorpresa y se enteraron del voto en una reunión
de gabinete. Alvarez no emitió ninguna opinión, eran los
primeros meses de la gestión aliancista, en los que el ex vicepresidente
sobreactuó su rol compañero de fórmula
y disculpó el hecho diciendo que era una decisión
del Presidente. Por su parte, Alfonsín había dicho
a mí (Fernando) De la Rúa no me consultó.
Las voces más críticas fueron las del ministro del Interior,
Federico Storani, y la del hoy jefe de gobierno porteño, Aníbal
Ibarra.
En su declaración de ayer Alfonsín y Alvarez consideraron
desafortunadas los dichos de Fidel Castro, en especial la
sonora frase lamebotas de los yanquis. Los aliancistas propusieron
coordinar el voto con los países del Mercosur. También reconocen
que debe evitarse la confusión y tergiversación
de lo que realmente se está discutiendo en la ONU. Afirman que
si bien en Cuba no hay el pluralismo político esto
no es la materia que se está analizando en Ginebra.
Así como se había exhibido una reiterada tolerancia
a favor de los dictadores, en función de la `guerra fría`,
ahora la tolerancia se exhibe por razones comerciales o estratégicas,
dijeron en el último párrafo ambos líderes aliancistas.
El texto no lo explicita pero avanza sobre la actitud de los organismos
internacionales que blanden la bandera de los derechos humanos para justificar
el bloqueo contra Cuba y toleran a regímenes como losimperantes
en Irán, China o Qatar. La declaración de Alfonsín
y Alvarez será la primera de una serie de pronunciamientos que
en estos días reclamarán el cambio del voto en la ONU. Las
juventudes de la Alianza y los bloques parlamentarios aliancistas se definirán
en estos días en la misma línea que lo hicieron ayer los
dos máximos referentes de la coalición. Aún
con su crudeza, las declaraciones de Fidel (Castro) pusieron el debate
sobre la mesa. Ahora todos saben que en abril el Gobierno tiene que asumir
una posición y no está no nos tomará por sorpresa
como el año pasado, dijo a este diario un encumbrado funcionario
del gabinete de Fernando de la Rúa, cercano a las posiciones de
Alfonsín.
El emenemscarado no
se rinde
Ayer volvieron a aparecer afiches con la leyenda Menem 2003
por distintos puntos de la Capital, sin firma que identifique al
autor de los mensajes. Los carteles fueron colocados, entre otros
puntos, en la plaza ubicada frente al Hospital de Clínicas
y a lo largo de toda la avenida Córdoba. Por su parte, el
ex presidente convocó para mañana a una reunión
del plenario del Consejo Nacional Justicialista para analizar la
situación política y electoral del país. Se
especula con que en la reunión a realizarse en la calle Matheu
130 se tocarán el escándalo por presuntos sobornos
en el Senado, que involucra a seis legisladores del PJ, y las denuncias
por lavado de dinero que afectan al ex banquero menemista Raúl
Moneta.
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