Por Suzanne Goldenberg
*
Desde
Jerusalén
El ejército israelí
asestó un golpe contra el corazón de la organización
palestina de Yasser Arafat al asesinar a un oficial de su guardia personal
mientras viajaba ayer en la Franja de Gaza. Masud Ayad, de 54 años,
un teniente coronel de la Fuerza 17 (la guardia de élite de Arafat),
fue incinerado ayer por una salva de cohetes disparados por dos helicópteros
israelíes que seguían su Honda Civic cuando recorría
una carretera en el campo de refugiados de Jabaliya, al norte de la ciudad
de Gaza. El automóvil quedó completamente destruido, y cuatro
transeúntes fueron heridos. Ayad se suma a los más de 20
muertos por la estrategia oficial israelí de eliminar a aquellos
palestinos que considera organizan ataques contra sus soldados y civiles.
El saliente premier israelí Ehud Barak hablando mientras
su Partido Laborista ultimaba los detalles de su entrada al gobierno de
Ariel Sharon- expresó al ejército mis más sinceras
felicitaciones por acabar con Ayad.
Su muerte ocurría al mismo tiempo que un adolescente palestino
caía con una bala en el corazón disparada por un francotirador
israelí. Barak enfatizó que habría bastantes más
Ayad si continuaban los ataques contra Israel. Esto es un claro
mensaje a aquellos que planean atentados contra israelíes.
Les dice que no se saldrán con la suya: el largo brazo del ejército
israelí los hará pagar por sus acciones. Para la Autoridad
Palestina, esto convertía a Israel en el autor confeso de crímenes
de guerra. Israel es un Estado que se considera por encima de la
ley, denunció el encargado de Justicia, Freih Abu Medein.
Ayad fue el primer funcionario palestino asesinado desde el 31 de diciembre,
cuando Thabet Thabet, un dentista de mediana edad y dirigente en el movimiento
Al Fatah de Arafat, fue acribillado en un ataque con ametralladoras en
la ciudad de Tulkaremm en Cisjordania. Thabet había mantenido contactos
muy estrechos con varios militantes pacifistas israelíes desde
finales de los 80, y su muerte causó un escándalo
internacional.
Para justificarse, el ejército israelí convocó ayer
una conferencia de prensa donde se pasó lista a una serie de operaciones
que Ayad supuestamente habría ejecutado bajo órdenes del
Hezbollah, la organización chiita pro-iraní que resistió
la ocupación israelí del sur del Líbano.
El portavoz militar, Ron Kitrey, aseguró que Ayad había
organizado varios ataques contra soldados y colonos israelíes en
la Franja de Gaza desde el 24 de diciembre del año pasado. Incluían
disparar un lanzagranadas casero contra una residencia en el asentamiento
judío de Netzarim el 29 de enero, y atacar otra colonia con un
mortero el sábado pasado, cuando la bomba cayó en un descampado.
También se lo acusó de planear el secuestro de tropas israelíes,
y de estar involucrado en el tráfico de drogas. No teníamos
más que removerlo de la nomina de salarios del Hezbollah,
sintetizó.
Analistas palestinos consideraban, sin embargo, que era muy improbable
que Arafat hubiera tolerado la infiltración de sus guardaespaldas
por un hombre con lealtades divididas entre su administración y
el Hezbollah. Nada que digan puede legitimar esta acción,
punto, disparó Raji Sourani, director del Centro Palestino
para los Derechos Humanos en Gaza: Es ilegal, no hubo ninguna provocación,
es un crimen, viola todas las normas internacionales.
En tanto que la noticia de la muerte de Ayab se extendía por Gaza,
cientos de personas se congregaron en torno a lo que quedaba de su auto,
coreando muerte a Israel. Muchos palestinos esperaban en fila
para ver su cadáver en el hospital de Shifa. Ayad era muy conocido
en Gaza, y su rango era una recompensa por 30 años como militante
en Al Fatah, varios de los cuales pasó en cárceles israelíes.
A diferencia del 80 por ciento de la población de la Franja, no
era un refugiado sino que había nacido allí.
Es seguro que su entierro hoy intensificará aún más
la violencia de la Intifada. Pero su muerte también sembró
el terror y la sospecha en los territorios palestinos. Ahora todos
temen la presencia de espías, no sólo en la Autoridad Palestina
sino incluso entre nuestras familias y las personas que pueden traicionar
con información sobre cualquiera, explicó el sobrino
de Ayad, Motasem. Muchos funcionarios palestinos no se hacen ninguna ilusión.
En Belén y Ramalá, los líderes de las milicias Tanzim
(responsables de tirotear asentamientos judíos) ya acostumbran
cambiar sus escondites cada noche.
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: G.A.U.
Claves
Masud Ayad, un teniente
coronel de la guardia personal de Yasser Arafat, murió ayer
cuando su auto fuera destruido con cohetes disparados por helicópteros
israelíes mientras recorría una carretera en Gaza.
Su asesinato es parte
de la política oficial israelí de eliminar a todo
funcionario palestino que considere que organiza ataques contra
soldados o civiles israelíes. Ehud Barak, premier saliente
y probable ministro de Defensa en el gobierno de unidad nacional
que Ariel Sharon podría pactar hoy mismo, felicitó
al ejército por matar a Ayad.
Los palestinos calificaron
el ataque como crimen de guerra y prometieron venganza. Pero viven
aterrados de los posibles espías israelíes entre ellos.
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CON
SU DOBLE EXPLOSION DEL LUNES EN MADRID
La ETA apuntaba a un magistrado
La doble explosión fallida
de ETA en Madrid tenía un objetivo preciso, más acá
de los deseos de provocar un nuevo baño de sangre que
atribuyeron a la organización armada independentista vasca. Según
confirmó ayer el ministro del Interior español, Jaime Mayor
Oreja, el coche con 50 kilos de dinamita colocado el lunes en un barrio
del norte de Madrid era para el magistrado del Tribunal de Cuentas Eliseo
Fernández Centeno. No llegó a explotar por un desperfecto
del detonador.
Fernández Centeno es vocal y consejero de la sección de
fiscalización del Tribunal de Cuentas y ha intervenido en la elaboración
de informes en algunos de los escándalos de corrupción de
la etapa de gobierno socialista, entre 1982 y 1996. En declaraciones a
la cadena privada Tele 5, el ministro Mayor Oreja explicó que ahora
la policía trata de identificar huellas dactilares encontradas
en el lugar de los hechos y de reconstruir los retratos robot de
los terroristas, un hombre y una mujer, según las declaraciones
de varios testigos.
Al mismo tiempo, Mayor Oreja señaló que no hay indicios
de que ETA pudiera interrumpir su ofensiva antes de las elecciones regionales
en el País Vasco, previstas para poco antes o poco después
del período de verano. Y advirtió que lo normal es
que (ETA) siga tratando de matar. Las fuerzas de la lucha antiterrorista
están convencidas de que los autores del atentado de ayer son los
mismos que colocaron el coche bomba hace tres meses y medio, el que causó
la muerte en Madrid del magistrado del Tribunal Supremo José Francisco
Querol y otras tres personas.
La policía ya tiene un retrato robot de una mujer sospechosa
de este nuevo ataque se trataría de una joven de melena corta,
pelo liso y moreno y cara alargada y trabaja en el diseño
de otro correspondiente a un hombre, también joven. El director
general de la Policía, Juan Cotino, consideró que los dos
etarras probablemente sigan en Madrid, por lo que pidió la colaboración
ciudadana para poder capturarlos. En el atentado de ayer, los terroristas
quisieron activar el dispositivo del coche bomba con un mando a distancia
cuando vieron pasar el automóvil de su víctima, pero lo
único que llegó a estallar fue el llamado cebador, un mecanismo
de ignición previo a la explosión en sí. No obstante,
esta pequeña deflagración hizo que el coche bomba se incendiara,
causando alarma entre los vecinos del barrio El Pilar, ubicado en el norte
de Madrid y donde residen muchos militares y periodistas.
Al ver fracasado el atentado, los etarras huyeron del lugar en un automóvil
que abandonaron a dos kilómetros y que hicieron estallar con una
pequeña bomba para borrar huellas. La dinamita utilizada para el
ataque, escondida en una olla de presión en el baúl del
coche bomba, procedía de las en total ocho toneladas de titadyne
que, en una operación conjunta con separatistas bretones, robaron
en setiembre de 1999 en un polvorín de la Bretaña francesa.
Esta dinamita está caducada desde diciembre pasado, por lo que
ETA está utilizando mayores cantidades de lo habitual en sus acciones.
EE.UU.APOYA
LA ACTUAL FEDERACION
No rompan Yugoslavia
Después de una guerra
de secesión (la de Kosovo), una suerte de paz basada en las actuales
fronteras. Estados Unidos recomendó ayer a la secesionista república
de Montenegro que siguiera federada con Serbia en Yugoslavia, ante sus
planes de convocar un referéndum de independencia para mediados
de este año.
Este mensaje fue trasmitido por el embajador estadounidense en Yugoslavia,
William Montgomery, en su reunión con el presidente montenegrino,
Milo Djukanovic, en Podgorica. Montgomery destacó que EE.UU.
sigue la evolución de la región y considera que lo mejor
para Montenegro sería su perspectiva democrática en el marco
de la Yugoslavia democrática, según el comunicado
de Djukanovic emitido tras la entrevista. El diplomático consideró
que ahora Montenegro tiene la posibilidad de lograr su igualdad
con Serbia. Djukanovic emprendió su política separatista
cuando Slobodan Milosevic gobernaba en Belgrado y contó con apoyo
de Occidente, que ahora le pide dialogar con el nuevo presidente federal,
Vojislav Kostunica, en aras de la preservación de Yugoslavia. Belgrado
ha ofrecido más competencias para las dos repúblicas yugoslavas,
pero rechaza la plataforma de Djukanovic, que prevé independencia,
primero, y negociación de una unión confederal con Serbia,
después.
También la Unión Europea ha apoyado a Kostunica al pedir
a Djukanovic que negocie un futuro con Serbia dentro del marco federal
existente.
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