Fracasados todos los intentos para contratar a un técnico argentino,
el presidente de San Lorenzo, Fernando Miele, anunció ayer, sorpresivamente,
la llegada al club del chileno Manuel Pellegrini, ex entrenador de la
Universidad Católica, quien ocupará el cargo que dejó
vacante Oscar Ruggeri. Pellegrini firmará un contrato por un año
cobrará 250.000 dólares, trabajará con
su cuerpo técnico, pero tendrá a Rubén Cousillas,
a pedido de Miele, como ayudante de campo.
Es una grata sorpresa contratar a un técnico chileno; a Pellegrini
le veníamos siguiendo la trayectoria desde hace cuatro o cinco
años, dijo ayer Miele, y después explicó: Ya
habíamos tenido un acercamiento hace dos años, pero después
nos decidimos por Ruggeri. La designación resultó
altamente llamativa, ya que Pellegrini, si bien cuenta con una vasta trayectoria
en su país, donde condujo a la Universidad Católica durante
mucho tiempo, y prolongó después su carrera en Liga Deportiva
Universitaria de Quito, a la que llevó al título, no tiene
renombre internacional. Pellegrini trabajó, además, como
asistente técnico de la selección chilena y fue director
del equipo nacional Sub-23.
Sin embargo, lo determinante para su llegada a San Lorenzo fueron tres
referencias sumamente importantes: la de Leonardo Rodríguez, quien
lo enfrentó con la Universidad de Chile en los clásicos
trasandinos, la de Néstor Gorosito, que estuvo bajo sus órdenes
durante su larga actuación en la Católica, y la de Héctor
Veira, quien lo conoció en el final de su carrera como jugador
cuando estuvo en Chile.
El cuerpo técnico de Pellegrini se compondrá con Cousillas
como ayudante de campo, el profesor Luis Sepúlveda chileno
como preparador físico, Walter Perazzo como entrenador de la reserva,
mientras que Víctor Doria volverá a su función del
manejo de las divisiones inferiores.
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