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EL MENSAJE QUE APARECIO JUNTO A PEREL
FUE ESCRITO EN SU PROPIA LAPTOP, SEGUN UNA PERICIA
La hipótesis de un financista que enloqueció

Los peritos recuperaron los archivos borrados de la notebook de Perel. Allí apareció la frase encontrada en el cuarto donde murió, lo que sugiere que fue él mismo quien la redactó. Y alimenta la idea de un homicidio seguido de suicidio. Polémica por la participación de la Bonaerense. La clave sigue siendo el estudio sobre las manos.
Néstor Fernández Damiani, titular de la firma Skycop, la empresa en cuyo laboratorio se hicieron las pericias a la laptop.

Por Raúl Kollmann y Cristian Alarcón

“El mensaje que apareció en la cabaña 32 fue escrito en la computadora de Mariano Perel el 1º de febrero pasado. Fue impreso en una impresora que estaba en red, presumiblemente alguna de las de Antfactory, aunque ello hay que revisarlo en pericias hechas a esas impresoras”. Esta es la principal conclusión a la que llegaron un técnico de la Policía Judicial, uno de la Policía Bonaerense y cinco integrantes de la empresa Skycop, que estudiaron la laptop encontrada en el cuarto del apart-hotel, el mensaje final de Perel y los elementos de computación y comunicaciones secuestrados en todos los allanamientos. En principio, el hallazgo sugiere que Perel fue el gran protagonista de la trama siniestra de Cariló: creó el mensaje, lo imprimió, se lo llevó a la Costa, lo dejó sobre la mesa, mató a su esposa de un tiro en la nuca y después se suicidó. El motivo: estaba en la bancarrota económica y en un estado de locura. La pericia informática agudizó la feroz pelea instalada en el caso. En medios cercanos a la fiscalía sostienen que el estudio es una maniobra de la Policía Bonaerense para afirmar la hipótesis del homicidio-suicidio. Pero lo cierto es que la propia fiscal le encargó a la policía que designara a la empresa y a los peritos. De todas maneras, la prueba más categórica será el estudio inconcluso en las manos del financista para saber si fue él quien disparó.
Los estudios hechos ayer son de máxima importancia y apuntan a juntar datos sobre el principal dilema: si el matrimonio Perel fue asesinado por un killer profesional o si todo fue obra de un financista acorralado por mesas de dinero, trayectoria de lavador de plata sucia y maniático de las armas y las operaciones de espionaje.
En la empresa Skycop se ubicaron los archivos borrados. ¿Cómo fue posible encontrar esos archivos? preguntó Página/12 a uno de los peritos que participó de los trabajos. “Perel los borró como lo haría cualquier usuario de computadoras. En el disco rígido no estaban borrados del todo. Un técnico de primerísimo nivel pudo recuperarlos. Cada paso que se hizo fue visto y supervisado por todos los presentes”. En base a ese estudio, se determinó que el mensaje fue redactado en la laptop del financista el jueves 1º de febrero pasado a las 17.30, o sea un día antes de salir a Cariló y dos días antes de las muertes.
El dato ayudaría a confirmar una opinión ya adelantada por Página/12: los familiares creen que el propio Perel redactó el mensaje. En primer lugar, por utilización de la palabra gringo, que es inhabitual entre los argentinos y que Perel solía usar. En segundo lugar, porque el mensaje estaba en inglés –idioma en el que el financista escribía todo tipo de notas– y además por la utilización de un modismo: non, en lugar de no.
El otro elemento surgido de las pericias informáticas es que para imprimir el mensaje se utilizó una impresora que estaba conectada en red y no una conectada sólo a la laptop de Perel. La primera sospecha es que se usó el sistema de Antfactory, la empresa en la que trabajaba el financista. Por esa exclusiva razón ayer por la tarde allanaron el domicilio oficial de la compañía de donde se llevaron tres máquinas.
Hasta aquí, la información surgida de la pericia –si es fidedigna– indica que lo más probable es que haya algún tipo de plan urdido por el propio Perel. La hipótesis sería la siguiente:
El financista estaba totalmente quebrado. Debía varios millones de pesos de personas que habían invertido dinero negro en una especie de mesa de dinero. Iba pagando intereses porque supuestamente los fondos se estaban invirtiendo. Pero la realidad es que fue consumiendo el dinero en mantener su tren de vida y las apariencias con las que esperaba conquistar nuevos negocios. En los últimos dos meses ya no tenía ni para los intereses y le pidió 50.000 dólares a un amigo en Miami y 60.000 a su secretario. * La otra variante posible es que él se quedó con dineros de operaciones de lavado y lo pescaron. O que tuvo un conflicto con la empresa en la que trabajaba –algo ya confirmado por fuentes de Antfactory– e igualmente se sintió acorralado.
En cualquier caso, Perel preparó el plan para simular un doble asesinato. Lo habría hecho ya sea para cobrar seguros de vida o para acusar a Antfactory o al Citigroup, dejando el camino preparado para que sus hijos le hicieran un juicio a esas empresas. Perel era un fanático de las operaciones de espionaje y él mismo las había realizado.
Escribió el mensaje el jueves, lo imprimió y se lo llevó a Cariló.
Uno de sus amigos recuerda que Perel le habló del efecto de las balas que se usaron en la pistola calibre 7.65. Producen una especie de estallido de pequeñas partículas, como perdigones, una vez que dan en el blanco. Esas balas y esa pistola fueron las usadas en su muerte.
Acostado en la cama, con Rosita a su lado, Perel tomó el arma con la mano derecha y disparó en la nuca de su esposa dormida. A continuación, tal vez con algún intervalo, utilizó la mano izquierda y se disparó también él en la nuca. El arma quedó allí, al lado de la cabeza de Perel. En la cama no hubo ningún tipo de movimiento ni sobresalto entre un tiro y el otro.
De las pericias de ayer también surgen otras alternativas, aunque todas parecen menos probables.
La primera salió ayer del propio grupo familiar de Perel. “No es descabellado que él haya contratado a alguien para que los matara a los dos y evitar así cualquier cuestionamiento de los seguros”, afirmó asombrosamente un allegado. La maniobra parece desopilante, sobre todo si se tiene en cuenta que él mismo redactó el mensaje final.
La otra variante es que detrás de las muertes esté alguien muy pero muy cercano, que conocía su estilo de lenguaje y con acceso a la laptop. Esa persona podría haber escrito el mensaje en la computadora del financista, proceder a la impresión y después dejar el papel en la escena final. O sea que se trata de un superprofesional del asesinato, bilingüe y del riñón de la víctima.
Lo que también se evalúa es que el texto del mensaje es asombrosamente parecido a uno encontrado el 31 de enero en Ecuador junto al cadáver de un ingeniero secuestrado hacía tres meses: “Soy un gringo muerto por no pagar el rescate de HP Pompeya DG”, decía. La noticia, con el texto en cuestión, fue publicada en Argentina por Página/12 el 2 de febrero. Si el autor del mensaje se copió del ecuatoriano, por la fecha debió hacerlo leyendo la noticia en Internet, otra muestra de superprofesionalidad increíble.
Expertos en informática le dijeron anoche a este diario que también pudo haberse fraguado el mensaje aparecido nueve días después del hecho dentro de la computadora, aunque es un poco más difícil alterar la fecha. Quienes apuntan a esto piensan, por un lado, en que el asesino pudo haber hecho esa maniobra y también que pudo ser la mano de la propia Policía Bonaerense. En verdad, la laptop estuvo en manos de la fiscal, que en este caso –como en todos los demás– demoró muchísimo en ordenar las pericias y, para colmo, ahora desató una polémica sobre su realización.
Hay quienes sostienen que este trabajo es una maniobra urdida por la Policía Bonaerense, interesada en que el caso se cierre como un suicidio. Por ello argumentan que Skycop hace mucho que trabaja para la Bonaerense y que por lo tanta es poco confiable.
Jorge Amorín, secretario de la Policía Judicial –un cuerpo compuesto básicamente por abogados de la Procuración Bonaerense– ratificó que uno de sus hombres estuvo presente. “La fiscal fue la que eligió la empresa en la que se hizo la pericia, no nosotros. Se tardó tanto en iniciar los estudios porque había que conseguir gente idónea. Acá se han visto muchas veces especulaciones en nuestra profesión, pero si creemos que todo esconspirativo, siempre habrá algo que no va a gustar a un sector. No nos pegamos a la tesis del suicidio. Es cierto que este estudio fortalece esa óptica, pero la pericia tiene que coincidir con otros elementos, como por ejemplo, los rastros de la explosión en la mano de Perel”.
En verdad, la clave sigue en la mano del financista. Lo que se busca son los elementos químicos del fulminante, sobre todo antimonio. Pero los resultados de ese análisis todavía no están. Los peritos los prometen para antes del fin de semana, sobre todo porque los gobiernos nacional y bonaerense, la Justicia y la Policía están desesperados para terminar con el enigma central: asesino profesional o la trama de un financista enloquecido. Es que a nadie le gusta tener en las manos, sin saber que pasó, dos muertos al estilo de la mafia, con sendos tiros en la nuca.

 


 

PEREL ESTUVO EN LA SELVA COLOMBIANA Y EN PERU
Viajes cargados de misterio

Por R.K y C.A.

¿Qué pudo estar haciendo Mariano Perel en un remoto punto de la selva colombiana y en otro sitio apartado del Perú, durante sus misteriosos viajes de los últimos dos años? Esa es la nueva pregunta que los investigadores del caso del financista deben hacerse desde ayer. La pericia sobre uno de los aparatos de rastreo satelital –o GPS– secuestrados al empresario mostró esas sorprendentes ubicaciones, según informaron a Página/12 fuentes cercanas a la investigación. El GPS (Global Position System) sirve para recibir una señal satelital y con ello informar el lugar físico en el que se está en la tierra. En la memoria del aparato quedaron grabados los datos de longitud y latitud que el satélite brindó cada vez que lo solicitaron: las que llamaron la atención de los investigadores son esos lejanos puntos en la selva. La misma sorpresa tuvieron los familiares de Perel. Consultados por este diario, aseguran que nunca supieron que viajó a tales rincones.
Hace una semana, la aparición de un aparato de rastreo satelital alertó a los investigadores del caso, que creyeron que a través de él los supuestos asesinos de Perel podrían haberlo seguido. La sofisticación del adminículo sorprendió a los técnicos argentinos consultados por la fiscalía, porque no se consiguen en el país. Finalmente, determinaron que se trataba de un GPS para brindar información a quien lo utilice, pero no para reenviar esos datos a una central. “Es un aparato que no transmite sino que recibe una señal y en base a eso puede calcular el punto en el que se encuentra. En el caso de los de uso comercial, la precisión tiene un margen de error de unos 50 metros. En el uso militar, la precisión es casi métrica”, explicó un técnico especializado a este diario.
Habitualmente, el GPS es utilizado para la navegación o para el aterrizaje de aviones privados. “Se usa mucho también para trabajos en el medio del campo, cuando no se tienen referencias exactas y se quiere saber donde se está, por ejemplo, en la exploración petrolífera y en las actividades de medición”, sostuvo el experto. ¿Por qué motivo podría haber necesitado Perel ubicarse en medio de la selva colombiana o en el Perú? ¿Podría haberlo usado durante un vuelo comercial? En todas las líneas aéreas está prohibido el uso de aparatos electrónicos por las interferencias que pueden provocar en los equipos de comunicación. Además, no se explica el uso del GPS en un vuelo con una ruta y un destino establecido. Consultadas fuentes familiares sobre los viajes del financista, señalaron que durante los dos últimos años su destino siempre fue un misterio. Sin embargo, podían acceder a él comunicándose a teléfonos fijos en New Hampshire, en Nueva York. Nadie en su entorno recuerda que haya viajado a algún lugar como los que ahora devela el GPS que utilizaba.

 


 

Las cuentas en EE.UU. que prueban la quiebra de Perel

Por R.K. y C.A.

Mariano Perel tenía varias cuentas en Estados Unidas, algunas activas y otras inactivas. Las dos que más utilizaba están en el Republic National Bank of New York, pero en la sucursal de Miami. En la primera, tenía el día de su muerte un saldo de 22.500 dólares, en la segunda, 25.300. Las dos cartas que se enviaron el viernes 2 de febrero, un día antes de la muerte del financista, fueron las dos dirigidas al banco de Miami, pero según creen sus colaboradores, pueden tener elementos de importancia para explicar lo sucedido: hay un funcionario del Republic que era de la máxima confianza de Perel. Lo que más llama la atención de quienes estaban cerca de Perel es que no aparezca una valija mediana, marca Samsonite, con rueditas, que el financista llevaba las 24 horas del día encima. Allí estaban sus papeles fundamentales.
A menos que Perel haya tenido cuentas superclandestinas, las dos más activas son las del Republic. En ellas se pagaban por débito automático la mayoría de los gastos de tarjeta y viajes que realizaba el financista. Quienes lo conocían de cerca, coinciden en que los saldos actuales significan que Perel estaba en la quiebra total, ya que las deudas con las tarjetas superaban ampliamente los 47.000 dólares que aún le quedaban. A sus colaboradores también les llamó la atención otro detalle: de los talonarios de cheques, faltan seis, que fueron sacados en la víspera del viaje a Cariló. Esto significa que pueden también estar en alguna de las dos cartas que fueron enviados ese mismo día. Las cuentas del Republic están a nombre de Mariano Perel, Rosa Golodnisky, Jonathan Perel y Valeria Perel. Cualquiera de ellos estaba habilitado para sacar dinero.
Respecto de las cartas, parece evidente que Perel quería asegurarse que llegaran. Por ello mandó una por Federal Express y la otra por Correo Argentino. Las dos al Republic Bank.
–¿Puede haber ahí datos que expliquen las muertes? –preguntó Página/12 a un allegado.
–Sí, puede ser. En el Republic hay un hombre al que Mariano le tenía absoluta confianza. También es cierto que puede ser que las cartas no contengan cosas de mayor importancia. El asunto es así: si a Mariano y Rosita los mataron, es obvio que no dejó nada. Lo sorprendió el asesinato. Si Mariano tramó todo esto, al menos las instrucciones para los chicos aparecerán en algún momento. No hay ninguna posibilidad de que Mariano se haya ido de este mundo sin dejar un manual de instrucciones.
Uno de los mayores interrogantes que ahora tiene la familia es la desaparición de la valija Samsonite, de aproximadamente un metro de largo. “Cuando Mariano se subía al auto, subía con la valija. Aunque fuera a dar una vuelta de tres cuadras. Si iba a tomar café a un bar, ahí estaba la valija. No se desprendía de ella nunca, nunca. Ahí están las claves de su vida de los últimos tiempos, no en la oficina clandestina”, explicó un familiar.
El razonamiento, por ahora, no conduce a nada: si lo mataron, el asesino se llevó la valija; si él puso en marcha el plan macabro, la valija está en algún lugar, escondida.

 

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