Por David Cufré
Lejos de diluirse, la embestida
contra Pedro Pou se acrecienta a medida que pasan los días. La
presión alcanzó tal intensidad que para sostenerse en el
cargo, el presidente del Banco Central necesitaría una ratificación
rotunda por parte de Fernando de la Rúa. No parece que vaya a ser
el caso, cuando las principales espadas de la Alianza están reclamando
a voz en cuello la remoción del funcionario que el Gobierno heredó
del menemismo.
Uno de ellos es Raúl Alfonsín, quien ayer reiteró
que a su juicio Pou se desempeñó mal en el caso de lavado
de dinero y por eso pedí su renuncia. El titular del
radicalismo se reunió con diputados del partido para tratar una
extensa agenda de temas parlamentarios. Pero un punto central fue el
caso Pou. Los legisladores coincidieron con el ex presidente en
mantener firme el reclamo de alejamiento del hombre fuerte del Central,
quien, fiel a su estilo y conforme al perfil que trazan de él sus
amigos, se resiste con tozudez a abandonar la pelea .
Con la presencia del señor Pou en el Banco Central o sin
él, la convertibilidad es absolutamente irreversible, enfatizó
el vocero presidencial, Ricardo Ostuni. Lo dijo a primera hora de la mañana,
en rápida respuesta a las presiones que empiezan a surgir de los
aliados históricos de Pou en su defensa. El ex ministro de Economía
del dictador Galtieri, Roberto Alemann, alertó desde las páginas
de Ambito Financiero que el eventual desplazamiento del presidente del
Central podría poner en riesgo la convertibilidad. La mayor preocupación
de De la Rúa y, especialmente, de José Luis Machinea, es
que el mercado castigue al Gobierno si se anima a sacar a
Pou de su puesto. Por eso, antes que nada, el Ejecutivo sobreactuará
su defensa de la convertibilidad y despejará cualquier duda sobre
la continuidad del uno a uno con el dólar.
Pou no puede ser el único hombre que ofrezca garantías
a los banqueros, subrayó el presidente del bloque de diputados
de la Alianza, Darío Alessandro, quien reconoció la probable
existencia de temores en la City, pero les restó importancia.
De hecho, hasta el momento los mercados financieros se mantuvieron impasibles
frente a la crisis. Lo más destacado ayer fue que el riesgo país
cayó a 676 puntos básicos (6,76 por ciento de sobretasa),
desde los 681 del día anterior. Por insignificante que haya sido
la baja, demuestra que los inversores no están previendo una situación
complicada en Argentina. Los bonos Globales subieron 0,2 por ciento en
promedio, mientras que los Brady se mantuvieron sin cambios. En tanto,
el índice MerVal bajó 1,2 por ciento, pero en línea
con la caída en Wall Street.
Los hechos van a evolucionar hacia la caída de Pou,
sentenció Alessandro, tanto a modo de análisis como de reclamo
al Ejecutivo para que ésa sea la resolución del tema. Prolongar
esta situación es perjudicial para las instituciones y la economía,
agregó. Y concluyó que si el proceso de remoción
es rápido, y termina con alguien en el Central que sea insospechado,
con mucha seriedad técnica y respaldado por el sector financiero,
el posible trauma que pueda haber en los mercados se acaba rápido.
Por su parte, Horacio Pernasetti, jefe del bloque radical de Diputados,
señaló que en la reunión de los legisladores con
Alfonsín le transmitimos nuestra preocupación por
la falta de legitimidad política de Pou y le dijimos que no tiene
el consenso suficiente para seguir conduciendo la máxima autoridad
monetaria del país. En la misma línea, Jesús
Rodríguez afirmó que además de la capacidad
intelectual y profesional, el presidente del Banco Central debe tener
legitimidad social, y está muy claro que a Pou le falta.
En torno al tema Pou se produjo un extraño cruce entre Carlos Ruckauf
y Domingo Cavallo. El gobernador había postulado al ex ministro
de Economía para asumir la presidencia del Central. Cavallo emitió
un comunicado en el que expresó su sorpresa ante las declaraciones
del gobernador, pero justificó no abundar sobre el tema por
la desmedida superficialidad en el tratamiento mediático
de las cuestiones financieras. Al sentirsedesautorizado, Ruckauf
replicó que Cavallo me dijo que él estaba dispuesto
a ser presidente del Central para ayudarlo al Presidente y a los argentinos,
y en su momento yo se lo trasmití a De la Rúa.
Chicana
a Gutiérrez
El Banco Central exigió al Banco de la Provincia de Buenos
Aires que se capitalice en 400 millones de pesos para cumplir con
los requisitos mínimos de liquidez. Es una chicana,
retrucó una alta fuente de esta última entidad, indignado
por la actitud de Pedro Pou. Desde el Central, por el contrario,
se interpretó que las durísimas declaraciones de anteayer
del presidente del banco bonaerense, Ricardo Gutiérrez, reclamando
la renuncia de Pou, fueron para tapar las deficiencias que Pou puntualizó
contra el Provincia.
El pedido del Central no tiene ninguna importancia económica,
enfatizó el vicepresidente del Provincia, Jorge Todesca,
quien consideró que es inevitable trazar una fuerte
asociación entre las declaraciones de Gutiérrez contra
Pou y el planteo del Central. La resolución de la autoridad
monetaria establece que el Provincia debe presentar en el plazo
de 30 días un plan para integrar capitales para adecuarse
a la normativa de requisitos mínimos de liquidez.
Pou pide algo irrazonable para patear el tablero, le
dijo a Página/12 un encumbrado funcionario del Provincia.
Vamos a presentar nuestro descargo y si el Central insiste
en querer destruir al banco vamos a recurrir a la Justicia,
adelantó. Pou está actuando en función
del interés de sus mandantes, los bancos extranjeros, que
quieren que la banca pública no exista, argumentó.
En tanto, el ministro de Economía bonaerense, Jorge Sarghini,
desmintió que la provincia haya contraído deudas con
el banco por más de mil millones de pesos. No hemos
pedidos préstamos al Banco Provincia ni de ese ni de ningún
otro importe, señaló a través de un comunicado.
También aclaró que las antiguas deudas originadas
en los años ochenta fueron consolidadas y canceladas con
Bonos del Tesoro estadounidense, mientras que la deuda
posterior, por un total de 400 millones de pesos, fue reestructurada,
consolidada y cancelada con títulos públicos de la
Provincia. En cambio, reconoció que los depósitos
del gobierno provincial disminuyeron y se pidieron anticipos de
recaudación al Bapro, pero justificó ese mecanismo
expresando que se encuadra en la Carta Orgánica del
Bapro.
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LA
BICAMERAL PARA DESTITUIRLO ARRANCA EL ARTES
A la espera del peronista en Kuwait
Por Felipe Yapur
La comisión bicameral
que deberá aconsejar o no la destitución del titular del
Banco Central, Pedro Pou, se reunirá por primera vez el martes
al mediodía. Si bien las invitaciones todavía no fueron
cursadas, la decisión de fijar el encuentro para la semana que
viene se acordó durante el almuerzo que ayer mantuvo Fernando de
la Rúa con los senadores Mario Losada, Raúl Galván
y Jorge Agúndez.
Pese a que trascendió poco de lo tratado en el almuerzo, se pudo
constatar que De la Rúa se interesó en la lista de los posibles
testigos que convocaría la comisión y tomó nota de
cada uno de los nombrados. El Presidente no opinó de ninguno de
los posibles convocados y sólo lanzó un lacónico
ajá cuando escuchó a Losada pronunciar el nombre
de Pou.
La única objeción que tuvo el Presidente para con los senadores
fue sobre el comunicado emitido el martes, que al dar cuenta de la necesidad
de convocar a esta comisión especial, dejaba trascender la voluntad
del bloque de destituir a Pou. Consideró que era un juicio de valor
anticipado. Los senadores escucharon el reto en silencio.
Pero rápidamente pasaron a la definición de la fecha para
la primera reunión.
En un primer momento se había pensado citarla para mañana,
pero la ausencia de Carlos Verna, el único peronista de la comisión
de viaje por Kuwait forzó el traslado al martes, tras
confirmar que el justicialista regresa al país el sábado.
Si no hay un peronista en la primera reunión, la comisión
parecerá una convención radical, graficó una
fuente del bloque oficialista.
Una vez que la comisión se reúna, su primera tarea será
redactar un reglamento interno y definir si los vicepresidentes de las
comisiones pueden reemplazar a los presidentes en caso de que éstos
no puedan participar. El tema no es menor, porque la carta orgánica
del BCRA prevé solamente que la comisión estará integrada
por el presidente provisional de la Cámara alta (Losada) y los
titulares de las comisiones de Presupuesto y Hacienda del Senado (Verna)
y de Diputados (Raúl Baglini), de Economía del Senado (Alcides
López) y de Finanzas de Diputados (Víctor Peláez).
Ayer, el mendocino Baglini fue sometido a una operación quirúrgica
y se descarta que pueda ser de la partida, por lo que, en caso de habilitar
el reemplazo, participaría el justicialista Oscar Lamberto.
El bloque de senadores del PJ aún no definió su posición.
José Luis Gioja, jefe de la bancada, dijo que es preciso analizar
el tema e investigar con seriedad, pero aclaró que la decisión
final es exclusiva del Presidente. Eso sí: no perdieron la
oportunidad para recordar que el bloque promovió la creación
de la comisión en diciembre del 99, pero Chacho Alvarez
no lo hizo, destacó Gioja.
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