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Pou sigue sumando voces que reclaman su renuncia

Desde Alfonsín a Ruckauf, la dirigencia política en un amplio arco pide un rápido recambio en el Banco Central. Roberto Alemann defendió a Pou agitando el fantasma de la inestabilidad.

Raúl Alfonsín le imputó a Pedro Pou un mal desempeño frente a los casos de lavado de dinero.

Por David Cufré

Lejos de diluirse, la embestida contra Pedro Pou se acrecienta a medida que pasan los días. La presión alcanzó tal intensidad que para sostenerse en el cargo, el presidente del Banco Central necesitaría una ratificación rotunda por parte de Fernando de la Rúa. No parece que vaya a ser el caso, cuando las principales espadas de la Alianza están reclamando a voz en cuello la remoción del funcionario que el Gobierno heredó del menemismo.
Uno de ellos es Raúl Alfonsín, quien ayer reiteró que a su juicio Pou se desempeñó mal en el caso de lavado de dinero y por eso “pedí su renuncia”. El titular del radicalismo se reunió con diputados del partido para tratar una extensa agenda de temas parlamentarios. Pero un punto central fue “el caso Pou”. Los legisladores coincidieron con el ex presidente en mantener firme el reclamo de alejamiento del hombre fuerte del Central, quien, fiel a su estilo y conforme al perfil que trazan de él sus amigos, se resiste con tozudez a abandonar la pelea .
“Con la presencia del señor Pou en el Banco Central o sin él, la convertibilidad es absolutamente irreversible”, enfatizó el vocero presidencial, Ricardo Ostuni. Lo dijo a primera hora de la mañana, en rápida respuesta a las presiones que empiezan a surgir de los aliados históricos de Pou en su defensa. El ex ministro de Economía del dictador Galtieri, Roberto Alemann, alertó desde las páginas de Ambito Financiero que el eventual desplazamiento del presidente del Central podría poner en riesgo la convertibilidad. La mayor preocupación de De la Rúa y, especialmente, de José Luis Machinea, es que el mercado “castigue” al Gobierno si se anima a sacar a Pou de su puesto. Por eso, antes que nada, el Ejecutivo sobreactuará su defensa de la convertibilidad y despejará cualquier duda sobre la continuidad del uno a uno con el dólar.
“Pou no puede ser el único hombre que ofrezca garantías a los banqueros”, subrayó el presidente del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro, quien reconoció la probable existencia de “temores” en la City, pero les restó importancia. De hecho, hasta el momento los mercados financieros se mantuvieron impasibles frente a la crisis. Lo más destacado ayer fue que el riesgo país cayó a 676 puntos básicos (6,76 por ciento de sobretasa), desde los 681 del día anterior. Por insignificante que haya sido la baja, demuestra que los inversores no están previendo una situación complicada en Argentina. Los bonos Globales subieron 0,2 por ciento en promedio, mientras que los Brady se mantuvieron sin cambios. En tanto, el índice MerVal bajó 1,2 por ciento, pero en línea con la caída en Wall Street.
“Los hechos van a evolucionar hacia la caída de Pou”, sentenció Alessandro, tanto a modo de análisis como de reclamo al Ejecutivo para que ésa sea la resolución del tema. “Prolongar esta situación es perjudicial para las instituciones y la economía”, agregó. Y concluyó que “si el proceso de remoción es rápido, y termina con alguien en el Central que sea insospechado, con mucha seriedad técnica y respaldado por el sector financiero, el posible trauma que pueda haber en los mercados se acaba rápido”. Por su parte, Horacio Pernasetti, jefe del bloque radical de Diputados, señaló que en la reunión de los legisladores con Alfonsín “le transmitimos nuestra preocupación por la falta de legitimidad política de Pou y le dijimos que no tiene el consenso suficiente para seguir conduciendo la máxima autoridad monetaria del país”. En la misma línea, Jesús Rodríguez afirmó que “además de la capacidad intelectual y profesional, el presidente del Banco Central debe tener legitimidad social, y está muy claro que a Pou le falta”.
En torno al tema Pou se produjo un extraño cruce entre Carlos Ruckauf y Domingo Cavallo. El gobernador había postulado al ex ministro de Economía para asumir la presidencia del Central. Cavallo emitió un comunicado en el que expresó su “sorpresa ante las declaraciones del gobernador”, pero justificó no abundar sobre el tema por la “desmedida superficialidad en el tratamiento mediático de las cuestiones financieras”. Al sentirsedesautorizado, Ruckauf replicó que “Cavallo me dijo que él estaba dispuesto a ser presidente del Central para ayudarlo al Presidente y a los argentinos, y en su momento yo se lo trasmití a De la Rúa”.

 

“Chicana” a Gutiérrez

El Banco Central exigió al Banco de la Provincia de Buenos Aires que se capitalice en 400 millones de pesos para cumplir con los requisitos mínimos de liquidez. “Es una chicana”, retrucó una alta fuente de esta última entidad, indignado por la actitud de Pedro Pou. Desde el Central, por el contrario, se interpretó que las durísimas declaraciones de anteayer del presidente del banco bonaerense, Ricardo Gutiérrez, reclamando la renuncia de Pou, fueron para tapar las deficiencias que Pou puntualizó contra el Provincia.
“El pedido del Central no tiene ninguna importancia económica”, enfatizó el vicepresidente del Provincia, Jorge Todesca, quien consideró que es “inevitable trazar una fuerte asociación entre las declaraciones de Gutiérrez contra Pou y el planteo del Central”. La resolución de la autoridad monetaria establece que el Provincia debe presentar en el plazo de 30 días un plan para integrar capitales para adecuarse a la normativa de requisitos mínimos de liquidez.
“Pou pide algo irrazonable para patear el tablero”, le dijo a Página/12 un encumbrado funcionario del Provincia. “Vamos a presentar nuestro descargo y si el Central insiste en querer destruir al banco vamos a recurrir a la Justicia”, adelantó. “Pou está actuando en función del interés de sus mandantes, los bancos extranjeros, que quieren que la banca pública no exista”, argumentó.
En tanto, el ministro de Economía bonaerense, Jorge Sarghini, desmintió que la provincia haya contraído deudas con el banco por más de mil millones de pesos. “No hemos pedidos préstamos al Banco Provincia ni de ese ni de ningún otro importe”, señaló a través de un comunicado. También aclaró que “las antiguas deudas originadas en los años ochenta fueron consolidadas y canceladas con Bonos del Tesoro estadounidense”, mientras que “la deuda posterior, por un total de 400 millones de pesos, fue reestructurada, consolidada y cancelada con títulos públicos de la Provincia”. En cambio, reconoció que “los depósitos del gobierno provincial disminuyeron y se pidieron anticipos de recaudación al Bapro”, pero justificó ese mecanismo expresando que “se encuadra en la Carta Orgánica del Bapro”.

 

LA BICAMERAL PARA DESTITUIRLO ARRANCA EL ARTES
A la espera del peronista en Kuwait

Por Felipe Yapur

La comisión bicameral que deberá aconsejar o no la destitución del titular del Banco Central, Pedro Pou, se reunirá por primera vez el martes al mediodía. Si bien las invitaciones todavía no fueron cursadas, la decisión de fijar el encuentro para la semana que viene se acordó durante el almuerzo que ayer mantuvo Fernando de la Rúa con los senadores Mario Losada, Raúl Galván y Jorge Agúndez.
Pese a que trascendió poco de lo tratado en el almuerzo, se pudo constatar que De la Rúa se interesó en la lista de los posibles testigos que convocaría la comisión y tomó nota de cada uno de los nombrados. El Presidente no opinó de ninguno de los posibles convocados y sólo lanzó un lacónico “ajá” cuando escuchó a Losada pronunciar el nombre de Pou.
La única objeción que tuvo el Presidente para con los senadores fue sobre el comunicado emitido el martes, que al dar cuenta de la necesidad de convocar a esta comisión especial, dejaba trascender la voluntad del bloque de destituir a Pou. Consideró que era un juicio de valor anticipado. Los senadores escucharon “el reto” en silencio. Pero rápidamente pasaron a la definición de la fecha para la primera reunión.
En un primer momento se había pensado citarla para mañana, pero la ausencia de Carlos Verna, el único peronista de la comisión –de viaje por Kuwait– forzó el traslado al martes, tras confirmar que el justicialista regresa al país el sábado. “Si no hay un peronista en la primera reunión, la comisión parecerá una convención radical”, graficó una fuente del bloque oficialista.
Una vez que la comisión se reúna, su primera tarea será redactar un reglamento interno y definir si los vicepresidentes de las comisiones pueden reemplazar a los presidentes en caso de que éstos no puedan participar. El tema no es menor, porque la carta orgánica del BCRA prevé solamente que la comisión estará integrada por el presidente provisional de la Cámara alta (Losada) y los titulares de las comisiones de Presupuesto y Hacienda del Senado (Verna) y de Diputados (Raúl Baglini), de Economía del Senado (Alcides López) y de Finanzas de Diputados (Víctor Peláez). Ayer, el mendocino Baglini fue sometido a una operación quirúrgica y se descarta que pueda ser de la partida, por lo que, en caso de habilitar el reemplazo, participaría el justicialista Oscar Lamberto.
El bloque de senadores del PJ aún no definió su posición. José Luis Gioja, jefe de la bancada, dijo que es preciso analizar el tema e investigar con seriedad, pero aclaró que “la decisión final es exclusiva del Presidente”. Eso sí: no perdieron la oportunidad para recordar que el bloque promovió la creación de la comisión en diciembre del ‘99, “pero Chacho Alvarez no lo hizo”, destacó Gioja.

 

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