Desde el lunes próximo, los alumnos de las escuelas secundarias
públicas porteñas que se llevaron materias a marzo tendrán
dos semanas de clases de repaso. El jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra,
y el secretario de Educación de la Ciudad, Daniel Filmus, realizaron
el anuncio en una rueda de prensa. La iniciativa busca reducir el índice
de deserción en las escuelas medias de la Capital, en donde entre
primero y tercer año dejan sus estudios el 30 por ciento de los
estudiantes.
Hay una proporción importante de estudiantes que no está
aprobando el examen de marzo y eso genera la posibilidad de repitencia,
dando lugar al abandono de la escuela media, señaló
Filmus durante la presentación del plan. La idea es que las
clases de apoyo y orientación les permitan presentarse al examen,
sin bajar la calidad de la educación, agregó.
El curso de repaso se dará en las mismas escuelas en donde estudian
los alumnos que adeudan materias y estarán a cargo de los profesores
de la asignatura correspondiente. Las clases de refuerzo comenzarán
el lunes próximo y finalizarán el 2 de marzo, mientras que
los exámenes se tomarán entre el 5 y el 9 de ese mes.
El plan del gobierno porteño tiene una repercusión social,
aparte de la educativa: Los chicos que abandonan la escuela no tienen
otro destino, no van a tener posibilidad de acceder a un trabajo digno,
afirmó Filmus. El esfuerzo grande está en que los
chicos permanezcan en la escuela, dijo el funcionario.
Según investigaciones de la Secretaría de Educación
porteña, en los últimos años, de 9 mil alumnos de
primer año que se llevaron materias a diciembre, sólo aprobaron
2300, pasando el resto a marzo, en donde apenas rindieron bien sus exámenes
795. En ese organismo explicaron que el plan de apoyo será evaluado
en la segunda semana de marzo, a medida que vayan concluyendo los exámenes.
Por su parte, Ibarra afirmó que al alumno no se le regala
nada, sino que se le ofrece una oportunidad, una herramienta para que
la pueda aprovechar. El jefe de Gobierno convocó a los estudiantes
a que participen del proyecto.
Filmus remarcó que hasta ahora, sólo tenían
ventajas aquellos con padres que podían pagar profesores particulares.
En diálogo con Página/12, el secretario precisó que
el chico ahora podrá tener la posibilidad de estar en condiciones
de más igualdad respecto de los otros.
El chico que deja la escuela por lo general no hace nada,
indicó Filmus, para luego decir que, y si ingresa al mercado
laboral, lo hace aceptando trabajos en negro o por bajísimos sueldos.
El funcionario consideró que de este modo, se perjudica a
sí mismo y perjudica al resto de la fuerza laboral.
En tanto, el director de Educación Media, Domingo Tavarone, informó
que para evitar la deserción escolar el gobierno porteño
también impulsará un sistema de becas para atacar
el costado de las carencias sociales de algunos sectores. En la
Secretaría de Educación dijeron que serán beneficiados
unos siete mil alumnos secundarios de los dos primeros años, y
el monto de la ayuda sería de diez cuotas mensuales de 50 pesos.
La gestión de Ibarra apuesta fuerte a la educación para
este año, ya que el organismo que conduce Filmus planea implementar
desde marzo una serie de partidas extra destinadas especialmente para
los alumnos de primero y segundo año del secundario. Según
detallaron en Educación, los directores de las escuelas recibirán
los fondos, equivalentes a horas cátedras, y los destinarán
a poner en marcha sistemas de tutorías, programas de profundización
de matemáticas y lengua, y de prevención de la violencia.
Los padres son fundamentales en este proyecto, recordó
Filmus. Tienen que entender que la escuela, con todas las dificultades
que tiene, es el mejor lugar que la sociedad tiene para los chicos.
agregó, y remató diciendo: Es mejor invertir ahora
en educación, que gastar mañana en cárceles.
Informe: Alejandro Cánepa.
CONFLICTO
EDUCATIVO EN TUCUMAN
Entre protestas y apoyos
En Tucumán, un centenar
de docentes del tercer ciclo y padres de alumnos marcharon juntos hasta
la plaza Independencia, en protesta por los aún indefinidos cambios
al último ciclo de la Educación General Básica y
por deudas salariales desde octubre del 2000.
El secretario de Educación del Ministerio de la Nación,
Andrés Delich, en una entrevista publicada por el diario local
La Gaceta, dijo que no conoce los detalles del plan de Tucumán,
pero hemos trabajado muy aceitadamente con el ministro provincial Héctor
Carrizo y sabemos del compromiso que tiene con la educación.
La principal preocupación de la Nación es que se respete
la obligatoriedad de los 10 años básicos de enseñanza,
porque en lo demás, las provincias son autónomas,
señaló Delich.
Miranda anunciará un incentivo de 40 pesos para todos los docentes
tucumanos, por única vez, como un intento por evitar el paro programado
por gremios del sector para los primeros días de clases, a partir
del 2 de marzo.
OPINION
Por Juan Pablo Bermúdez *
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Descartables
El profesor de matemática Racagni explicaba una vez frente
a su curso (un tercer año de una escuela pública)
qué era eso de ejercer la docencia. Si yo les pregunto
cuánto es dos más dos, todos ustedes me van a decir
cuatro. Ahora, ¿alguno razonó la ecuación?
¿Alguien pensó en juntar dos unidades con otras dos
unidades para que le dé cuatro? No, lo saben, lo tienen incorporado.
Bueno, ahora vayan y explíquenselo a un chiquito de tres
años.
La modificación propuesta por la Secretaría de Educación
porteña acerca de los diez días de apoyo escolar para
los alumnos que no aprobaron las materias generó, como era
previsible, opiniones encontradas y discusiones varias, algo saludable
para un sistema democrático. Sin embargo, algo huele mal
cuando algunas de esas opiniones contrarias se sostienen
con argumentos que están muy lejos de ser ya no sensatos,
ni siquiera atendibles por su inherente irracionalidad.
¿Cómo puede suponer alguien que diez días más
de estudio significan menos esfuerzo? ¿En qué cabeza
cabe que darles a los jóvenes más oportunidades de
aprender y aprehender es facilista? Si, como bien dice nuestro profesor
de matemática se trata de saber transmitir y saber que cada
alumno es un ser humano con virtudes y defectos, ¿hay alguien
más capacitado para un apoyo que el docente que lo trató
casi a diario durante un año?
Puede que, para esta gente, lo que esté mal sea lo que este
cambio encierra: entender a la escuela como un emergente más
de la sociedad que, como tal, reproduce sus mismos problemas. Y
lo que puede resultarles mucho peor: partir de la premisa no iluminista
según la cual no existen los irrecuperables. ¿Y el
sistema a dónde va a parar si nos quedamos sin los benditos
irrecuperables?
Obvio: todo es perfectible. Por caso, tomar nota que en este contexto
puede generar malestar volver diez días antes al trabajo
sin una mínima compensación por ello (y no se habla
sólo de salarios). Pero al menos en principio la propuesta
tiende a recuperar alumnos, a no dejar que los adolescentes escapen
a una formación básica que les permita hacerse de
algún futuro. Claro que sólo con eso no alcanza. Y
aunque habrá que esperar para saber hasta dónde alcanza
la voluntad en un país de presupuestos recortados, el entender
que la escuela no es una isla que está alejada de los problemas
sociales es ya un buen síntoma. Para entenderlo mejor, un
ejemplo didáctico a la manera del profesor Racagni:
Pregunta: ¿Qué país se tiene cuando la mitad
de los jóvenes ni siquiera termina el secundario?
Respuesta: El país que quieren los que dicen que la semana
de apoyo en marzo supone menos esfuerzo.
* Docente secundario.
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