Por Nora Veiras
Más de cuatro de cada
diez alumnos que empiezan la escuela primaria no llega a completar el
secundario. Ese promedio nacional es una prueba irrefutable de la crisis
del nivel medio y de las graves consecuencias sociales que implica que
más de un millón de jóvenes no disponga ni siquiera
de esa capacitación. Este es el telón de fondo de la experiencia
piloto de reforma en la educación media que lanzó ayer el
Ministerio de Educación en seis jurisdicciones. Queremos
hacer una escuela para jóvenes que deje de ser considerada como
una playa de estacionamiento, dijo el secretario de Educación,
Andrés Delich.
La Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Chaco, Santa Cruz
y Tucumán firmaron ayer el convenio para poner en marcha el proyecto
que supone formar equipos docentes, reducir la cantidad de materias por
año, realizar modificaciones en los contenidos acordes a las necesidades
locales y capacitar a los profesores. Se atenderán, en principio,
138 escuelas secundarias con una población de 110 mil alumnos.
Las cifras ponen en evidencia el carácter experimental de la reforma:
el total de estudiantes en las 6373 escuelas medias del país es
de 2.539.749, de los cuales 709.900 cursan en el sector privado. La explosión
de la matrícula desbordó la estructura del nivel medio:
en los últimos 20 años se duplicó la cantidad de
alumnos. Hay que prever que a medida que egresen cada vez más
chicos, la presión aumentará sobre la demanda de ingreso
a la educación superior, advirtió el ministro Hugo
Juri.
Ha habido muchas reformas, el carácter distintivo de ésta
es que se han realizado previamente estudios de factibilidad para corregir
los problemas concretos, dijo Delich y anunció que los
colegios se abrirán los sábados para formar clubes de jóvenes
y así incentivar una actitud de pertenencia en los chicos.
Juri remarcó que a esta altura existe una tendencia natural
a promover una mayor cantidad de años de estudio y para conseguirlo
el problema más importante a resolver es la situación en
el nivel medio, sobre todo en los primeros años. La Nación
dispone de una partida de 4 millones de pesos para ayudar a las seis jurisdicciones
y calculan que el 60 por ciento del crédito de 600 millones de
dólares del Banco Interamericano de Desarrollo que se desembolsará
a partir del segundo semestre de este año se destinará
a la reforma del secundario, incluyendo las becas de ayuda económica.
Educación apostó a lanzar el proyecto armonizando jurisdicciones
de distinto color político. Córdoba, Santa Cruz y Tucumán
están en manos de gobiernos peronistas. Capital Federal, Mendoza
y Chaco son administraciones aliancistas. El secretario de Educación
porteño, Daniel Filmus, consideró que este proyecto reafirma
el papel del ministerio nacional en cuanto al rol de liderazgo en la transformación
educativa: estar a la cabeza de las innovaciones. La apreciación
de Filmus que proviene del peronismo contrastó con
la embestida del gobernador bonaerense Carlos Ruckauf y de gran parte
del justicialismo, que desde el año pasado promueven la disolución
de la cartera educativa nacional porque ya no tiene escuelas a su cargo.
Filmus explicó que en la Ciudad sólo cuatro establecimientos
dos públicos y dos privados empezarán a aplicar
el proyecto piloto porque estamos en un proceso de titularización
y de concursos docentes en el nivel medio; cuando superemos este proceso
de normalización vamos a participar más plenamente.
No obstante, el secundario y, sobre todo, los primeros años, fue
definido como la prioridad en la gestión porteña con el
objetivo de reducir el alto índice de abandono que trepa al 30
por ciento entre primero y tercer año. El modelo de la primaria
es muy contenedor y es muy brusco el cambio al secundario, por eso tendemos
a unificar equipos de profesores, reducir materias y habilitar un tiempo
para que los docentes puedan reunirse y ver los problemas de cada chico.
Tenemos un modelo enciclopedista y la realidad no se divide como lo hace
la escuela.Como decía Quino a través de Manolito, ¿para
qué me sirve saber que el Everest es navegable?, ironizó
el sociólogo.
Todos los ministros se encargaron de aclarar que en ningún
caso la concentración horaria y la reducción del número
de materias significará despedir docentes sino, por el contrario,
mejorar las condiciones de trabajo. El subsecretario de Educación
Básica, Gustavo IaIaies, explicó que una de las propuestas
es que, en lugar de estudiar tres horas de historia, dos de geografía
y dos de economía en distintos años, el dictado se concentre
para ver, por ejemplo, historia en primer año y geografía
en segundo. Una de las alternativas elaboradas prevé que
en una escuela con 4 o 5 divisiones por año se formarían
dos equipos docentes para seis materias del currículum núcleo,
integrado por Lengua, Matemática, Ciencias Sociales, Naturales,
Idioma e Informática. Todos los modelos son flexibles y en
cada escuela se podrán adaptar. Sería contradictorio decir
que promovemos una mayor autonomía institucional y al mismo tiempo
dar un modelo sellado cuando, de hecho, coexisten cinco modelos distintos
en la aplicación del tercer ciclo de la Educación General
Básica (de séptimo a segundo año del secundario,
remarcó IaIaies.
La propuesta oficial corre el velo sobre los problemas que generó
la aplicación de la nueva estructura de EGB (9 años obligatorios)
y Polimodal diseñados a partir de la Ley Federal de Educación.
El círculo
del fracaso
El círculo maldito del fracaso escolar empieza con
los problemas de aprendizaje, sigue con la repetición, se
profundiza con la sobreedad (mayor edad de la correspondiente para
cada año) y termina con la deserción. Estos síntomas
se acentúan en los dos primeros años de la escuela
media, dijo el ministro de Educación de Córdoba,
Juan Carlos Maqueda, antes de expresar una dura crítica a
las consecuencias que produjo el cambio de estructura educativa
que en Córdoba secundarizó el séptimo
grado y optó por la mayor cantidad de materias, lo cual llevó
a que niños pasaran de la noche a la mañana de 1 a
13 profesores distintos y este fue uno de los problemas que agudizó
la deserción.
De esta forma, el ministro del gobierno peronista de José
Manuel de la Sota criticó implícitamente a la administración
radical de Ramón Mestre que diseñó esa modalidad
de aplicación de la Ley Federal. Maqueda aseguró que
el cambio fue tan brusco que durante ese primer período la
deserción aumentó de tres a cuatro veces en los dos
primeros años del secundario. Eso no significa que comparando
ahora entre el 96 y el 2000 se haya achicado esa cifra.
El subsecretario, Gustavo IaIaies, aseguró que las
investigaciones muestran que se produjo un corrimiento del fracaso
de primer año a séptimo grado.
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CONGRESO
DE EDUCACION
La esperanza social
El lunes empezará en
el Teatro Gran Rex el Segundo Congreso Internacional de Educación
con una convocatoria que superó todo lo previsto: se inscribieron
en forma gratuita 6227 docentes para escuchar a especialistas argentinos
y extranjeros.
Las jornadas organizadas por Editorial Santillana bajo el lema La
Educación, una esperanza para la sociedad tendrán
al pedagogo español José Gimeno Sacristán en la conferencia
inaugural sobre Culturas mutantes, funciones constantes de los profesores.
Entre los panelistas figuran para analizar la Gestión curricular
Margarita Poggi y Fernando Avendaño; para exponer sobre Medios,
cultura y educación participará Bartolomé De
Vedia. Las ponencias sobre Valorar y evaluar estarán
a cargo de Jaime Barylko y Edith Litwin; sobre La interculturalidad
en la escuela disertarán Ricardo Baquero y Gladys Kochen;
sobre El lugar de los educadores expondrán Gabriela
Diker, Ana María Kaufman y Julio Labaké. El diálogo
de clausura estará a cargo de Graciela Frigerio y Laurence Cornu
sobre "Filosofía, pedagogía y sicoanálisis".
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