Por Mariano Blejman
La televisión del interior
lo viene esperando desde hace 40 años. Si el Comfer de la
mano de su interventor Gustavo López avanza en su idea de
abrir las licencias en el interior del país, en agosto los sectores
públicos y privados comenzarán a perder, al menos, su ostentación
de monopolio en más de 17 provincias, que tienen hoy un solo canal
de aire. Página/12 accedió al Plan de Televisión
que presentó el Comfer, organismo que oficiará de receptor
de las propuestas entre aquellas empresas, realizadores y organizaciones
no gubernamentales que quieran instalar, legalmente, su propio canal de
televisión.
En este país sólo siete ciudades cuentan con más
de un canal abierto y gratuito, explicó Gustavo López
a este diario en una nueva cruzada por abrir el complejo juego de las
telecomunicaciones en la Argentina. El Comfer realizó en estos
últimos días dos censos paralelos que dejaron conformes
a sus responsables: uno preguntando qué piensa la gente sobre la
programación de los canales del interior (ver aparte) y el otro
que dura 60 días y cierra el 1º de marzo sobre
los posibles interesados en adquirir licencias en el interior. Ambos resultados
iluminaron los ojos del entusiasmado López con un alto grado de
consenso: la gente quiere más canales en el interior y muchas empresas
y productores del interior quieren tener la posibilidad de armar su propia
película. Según López, la cantidad estimada de empresas
que se presentarán será casi de 200, en los
últimos días de febrero y prevén si el Plan
de Televisión se hace realidad, sea mediante decreto presidencial
o en el marco de la nueva ley de Radiodifusión una inversión
de entre 50 y 300 millones de dólares, junto a una posible creación
de 3 mil empleos entre los directos y los indirectos.
¿Cómo estiman estas cifras?
Prevemos un mínimo de 50 canales más. Esto implica,
más o menos, unas 50 personas por canal: con eso se maneja un canal
grande en el interior del país. Calculamos de diez a quince canales
de alta potencia, lo que da un mínimo de 500 a 750 personas para
ese tipo de canales. Luego vienen los canales de media y de baja potencia,
con unas quince personas cada uno. Se estima que, además, en forma
directa se contratarán técnicos, operadores, locutores,
sonidistas, periodistas, y en forma indirecta productores, artistas, agencias,
más la obra civil de construcción, puede llegar a esa cifra.
Las inversiones dependen de la obra civil, la contratación de personal,
compra de equipos, etcétera.
La última vez que se abrieron las licencias del interior fue en
el 60, bajo la famosa Doctrina de Seguridad Nacional. En 1981, en
pleno gobierno militar, se estableció un plan técnico que
fue suspendido por Raúl Alfonsín en 1984. Nuestra
concepción tiende a la idea de que la información es un
bien social que hay que desarrollar, asegura López. En la
década pasada, el ex presidente Carlos Menem privatizó prácticamente
todo lo que tuvo a su alcance, pero hubo un área que no se atrevió
a tocar: justamente la televisión del interior, por lo general
fuertemente ligada a los intereses de los gobernadores de turno (ver recuadro).
El Comfer va hacia adelante en su cruzada por reorganizar el mapa de las
telecomunicaciones, hoy bajo una legislación obsoleta.
¿Es necesario el marco de una nueva ley de Radiodifusión
para que el Plan de Televisión sea una realidad?
No, no es necesario. Abrir las licencias en el interior se puede
hacer sin cambiar la ley. Pero nosotros también queremos cambiar
la ley, porque establece dos grandes limitaciones. Por un lado no podrían
participar las entidades no comerciales, y por otro la ley establece un
mínimo de producción propia para los canales que nosotros
pretendemos subir.
¿Van a incorporar a las entidades no comerciales si no sale
una ley, antes de presentar la licitación?
Tenemos dos posibilidades: o se licita con la ley ya aprobada, oel
Presidente adelanta lo que nuestro proyecto de ley dice, por medio de
un decreto que ya tiene en su poder.
La gran pregunta que se hacían en el Comfer tiempo atrás
era si una apertura de licencias no quedaría desierta, ante la
merma en la inversión publicitaria en la televisión de aire
privada, y la queja constante de los directivos del aire nacional de que
sus empresas pierden plata. Sin embargo, López, con los datos de
sus dos encuestas en la mano, se encarga de asegurar que si hay
interesados en invertir y en ver nuevos canales es porque hay mercado.
Pero, además, muchos productores se acercaron al censo sin demasiados
ánimos de lucro, simplemente con una gran necesidad de expresión,
como fue el caso de la Escuela de Cine de Rosario, que produce una gran
cantidad de material que no se emite en ningún lado. Todavía
los grandes pulpos de Capital no se han presentado en el censo de empresas
para la licitación. Quedan algunos días para saber qué
harán ante tamaña propuesta, pero no parecen quedar dudas
de que los pulpos, sobre todo los grandes, saben usar sus tentáculos
para llegar a todos lados.
Claves
El decreto elevado por el Comfer al presidente De la Rúa
establece:
El otorgamiento por adjudicación
directa de licencias de radiodifusión a Estados Provinciales,
Municipios y las Universidades.
Se crean las figuras
de Licencia Regional y Licencia Nacional, permitiendo la creación
de cadenas de 6 y 12 estaciones.
Las licencias regionales
deberán producir al menos 24 horas semanales propias, y una
deberá ser de ficción. Ninguna televisora del interior
produce siquiera una hora. La nacional deberá producir al
menos 10 de ficción semanal.
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Los que se oponen
al cambio
Sólo Buenos Aires, Mar del Plata, Mendoza, Bahía
Blanca, Rosario, Córdoba y Tucumán tienen más
de dos canales. El resto tiene uno solo, y el caso de Catamarca
es sintomático: no tiene aire. El latiguillo usado desde
los mismos canales para frenar la posibilidad de abrir nuevas licencias
fue que se va a romper el federalismo o vamos
a tener que cerrar los canales. Ahora hay ya 131 interesados
en abrir una licencia. Las emisoras de Salta, La Rioja, La Pampa
y San Luis, son manejadas por los gobernantes, que ven tambalear
su monopolio ante la embestida del Comfer. En el sector privado
los afectados podrán ser de la talla del grupo Vila y Manzano
en Mendoza, o los grupos de Rosario y Santiago del Estero. En Formosa,
el intendente aliancista Gabriel Hernández denunció
al peronismo de haberlo procesado injustamente, y acusó al
hermano del juez de haber recibido 50.000 dólares por una
ayuda financiera. La cobertura mediática de la
conferencia de prensa fue nula. En San Luis, la mala suerte mediática
la corrió el puntano Secretario de Provincias Walter Zeballos
y jefe del radicalismo en San Luis, que incluyó un allanamiento
de departamento, con una cobertura de televisión al rojo
vivo.
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El veredicto de la
gente
Los 800 encuestados en todo el país dieron su veredicto,
en una encuesta realizada por el Comfer. El 76 por ciento de la
gente quiere que haya más canales abiertos en el interior.
El 81 por ciento prefiere más canales de aire y un 71,4 por
ciento opina que debería haber más programas locales,
allí donde hay un solo canal. La gente quiere ver más
y mejor televisión aseguró López
pero lo más importante es que hay un cambio en la concepción
de la radiodifusión, que pretendemos dejará de ser
un elemento de seguridad nacional para transformarse en un bien
social.
Por otro lado, quienes se anotaron en el censo de los interesados
en participar de la televisión abierta son personas o empresas
que ya han sido directores de AM y FM, periodistas, productores
de programas, proveedores de equipamiento, gerentes, canales de
cable. Además, se presentaron, organizaciones cooperativas
o comunitarias, municipios, universidades y gente común sin
trayectoria alguna. Todos ellos esperan su oportunidad de tomar
un poco de aire.
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