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La leyenda del medio punto de Agremiados

Por Gustavo Veiga

Como si no alcanzaran los porcentajes o deducciones que se aplican a las transferencias que se realizan en el mercado del fútbol, apareció un ingrediente extra que estimula discutibles negocios de espíritus oportunistas. Resulta que Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), ante informaciones que le atribuyen el cobro de un 0,50 por ciento sobre los pases de jugadores al exterior, salió a desmentir que perciba dinero alguno por las operaciones que se concretan. La concepción errónea de que FAA retiene una pequeña parte de las transacciones resultó abonada por los dirigentes de River que, ignorantes de la situación, colocaron en un contrato reciente –el que permitió la venta de Marcelo Gómez a un club de Arabia Saudita– el arancel de medio punto. En ese caso, tratándose de un préstamo por 50 mil dólares, la suma a liquidarse hubiera resultado exigua (unos 250 dólares), pero en una negociación como la de Pablo Aimar al Valencia de España, la cantidad habría trepado a 78.750 dólares, un dinero nada despreciable.
Si el porcentaje del 0,50 ingresara a la tesorería de Agremiados, el sindicato tendría una fuente de recursos extra que hasta ahora no existe. Aunque, claro, el origen del arancel no es tan ficticio. Sucede que el 22 de diciembre de 2000, la Comisión Directiva de FAA aprobó solicitarle a la AFA el pago de un 0,50 por ciento sobre las ventas de futbolistas al exterior, en concepto de gastos administrativos. En la entidad gremial aducen que, desde hace cuatro años, corren con todos los costos que demanda la liquidación de la famosa cláusula del 15 por ciento en los pases. Eso significa horas de trabajo en la sede sindical, consultas a abogados, papelería y otros gastos que, hasta hoy, han sido absorbidos por Agremiados. De ahí nació la solicitud elevada al comité ejecutivo de la AFA que respondió con una negativa. Sin embargo, hay dirigentes que no se habrían dado por enterados e incluyeron igual el arancel en alguna operación.
Así sucedió cuando River transfirió el 22 de enero a su jugador Marcelo Gómez al club Ittihad de Arabia Saudita, a préstamo por seis meses. A cambio de 50 mil dólares por la cesión y con una opción por el pase definitivo de 1.700.000 dólares, la venta se concretó formalmente tres días después, cuando el volante recibió el 15 por ciento que le correspondía (unos 6224,13 pesos, deducido el impuesto a las Ganancias) en FAA. Esa tarde, River hizo llegar una copia del contrato firmado por el presidente David Pintado, el prosecretario Luis Belli y el presidente de la institución saudí, Ahmad Masond, que en la cláusula cuarta decía losiguiente: “River, en cumplimiento de lo establecido en el artículo 9º del Convenio Colectivo de Trabajo Nº 430/75 suscripto por Futbolistas Argentinos Agremiados y la Asociación del Fútbol Argentino, abonará al jugador mediante entrega en Futbolistas Argentinos Agremiados el quince por ciento (15%) sobre el cargo del préstamo, y el arancel del 0,5% resolución del 22/12/2000 FAA”.
Cuando Norberto Monteleone, gerente general del sindicato (ver nota aparte), descubrió la inclusión del porcentaje en el contrato, hizo constar que el arancel no había sido “abonado por el Club Atlético River Plate”. Lo curioso es que, días después, y cuando se materializó el millonario pase de Pablo Aimar al Valencia de España (el 31 de enero), ya se había extendido el comentario de que esta operación estaba afectada por el 0,50 por ciento que le habría correspondido a Agremiados. La diferencia entre una y otra negociación es que, en el contrato por la venta del jugador de la Selección Argentina, no fue agregada la cláusula.
La confusión perduró –y aún continúa– porque algunos medios se hicieron eco de manera equivocada de que el porcentaje que Agremiados aspira a cobrar y todavía no pudo recibir ya tiene vigencia. Para concretar su objetivo, los directivos del sindicato le enviaron una nota a Julio Grondona y esperan una respuesta afirmativa de la AFA y su posterior ratificación mediante la publicación en el boletín oficial de la casa del fútbol. Según una fuente del gremio, los clubes “grandes” se opondrían a pagar el meneado arancel que reclama FAA porque serían los más afectados en futuras transferencias. De hecho, River, Boca y, en menor medida, Independiente, San Lorenzo, Racing y Vélez, son las instituciones que más a menudo venden jugadores al exterior.
Este problema, entre leguleyo y administrativo, tiene un trasfondo económico más importante. Se trata de los montos sobre los que operaría la deducción, ya que pases como los de Pablo Aimar, Juan Pablo Angel y Martín Palermo –por citar los más caros de este verano– le hubiesen permitido a Agremiados tener ingresos por demás interesantes. Pero, también, el hecho de que la aplicación del porcentaje no resulte demasiado claro para los dirigentes genera un agujero negro hecho a medida para cometer ciertas picardías. ¿O acaso quién se atrevería a poner las manos en el fuego para confirmar que ningún personaje del fútbol utilice a su antojo este arancel no autorizado como el modo de cobrar una coima sin que nadie se entere?

 

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