Héctor Rodríguez, titular de la AFIP. Según la teoría Pou,
el dinero �negro� es asunto de la DGI.
Pedro Pou, presidente del Banco Central. Le puso límites a su propia responsabilidad.
Por Claudio Scaletta
En la algarada política que lo responsabiliza por la falta de control sobre operaciones sospechosas de lavado de dinero, el titular del Banco Central, Pedro Pou, ensayó una tradicional estrategia de defensa: echarle la culpa a otro. A través de una extraña alquimia conceptual, la distinción entre �lavado primario y secundario� consiguió diferenciar �lavado� de �blanqueo�. Según esta interpretación, el primero provendría del narcotráfico, en tanto el segundo consistiría en dar aspecto lícito al dinero ilegal. El objeto de la separación fue, sin embargo, menos técnico: deslindar responsabilidades entre el BCRA y la AFIP.
Pou ensayó su defensa en una carta publicada el pasado domingo, como nota de opinión y en tres páginas, por el diario Clarín. El guante que dejó caer el titular de la autoridad monetaria fue rápidamente recogido por algunos economistas con ascendencia en la city que sugirieron la existencia de un lavado menos malo que otro. Así, el �lavado primario� o propiamente dicho introduciría recursos al país que se transformarían en activos. En tanto, el lavado con origen en la evasión, el �blanqueo�, significaría una sangría de recursos hacia el exterior.
Lejos de coincidir con esta visión, los analistas que investigan los flujos de dinero negro destacan que, desde el punto de vista conceptual, una operación de lavado es absolutamente independiente del origen de los fondos. La nueva legislación argentina, sancionada el año pasado y recientemente reglamentada, registró este avance y extendió su órbita no sólo al blanqueo proveniente del narcotráfico, sino también al originado, entre otros delitos, en el tráfico de armas, las asociaciones ilícitas calificadas y la defraudación contra la administración pública.
Además, por disposición de su carta orgánica, es al Banco Central al que compete la investigación de las operaciones sospechosas, tanto las denunciadas por los bancos como las detectadas por el propio BCRA. La sospecha sobre una operación deviene esencialmente de su inusualidad; por ejemplo, de movimientos de fondos que no se corresponden con el volumen histórico de la cuenta. A partir de aquí, la investigación supone desandar la senda del dinero (por ejemplo, que el agente de cuentas del banco llame al titular de la cuenta sospechada para que explique los movimientos). Y este dinero no lleva inscripto en sí su origen. Nada hay en él que permita presumir que proviene de la corrupción, el narcotráfico, o la prostitución infantil. De aquí la necesaria �autonomización� de la conceptualización de lavado respecto del origen delictual de los fondos. Cuando se investiga una operación sospechosa nada hay en ella que permita distinguir si se trata de �lavado primario o secundario�.
El titular del BCRA también agregó en su defensa que �hay muchas personas que confunden lavado de dinero con movimiento de dinero �negro�, es decir, dinero que habiendo sido generado por una actividad lícita, no ha tributado lo que corresponde al fisco�.
Para la literatura económica sobre lavado existen, dentro del ciclo completo de una operación, tres momentos característicos: la colocación, la estratificación y la integración. La primera supone la introducción del dinero proveniente de un ilícito, cualquiera que sea, al sistema financiero. La estratificación persigue borrar el rastro de tales colocaciones originales a través de una o más triangulaciones entre cuentas, pasando o no por las cómodas plazas offshore (por ejemplo; las denunciadas entre los bancos República, Federal y el Citi de Nueva York). Por último, una vez legitimado el dinero a través de su circulación en el sistema financiero, se lo �integra� a la economía lícita a través de la adquisición de activos. De esta descripción surge que el �lavado bueno�, corresponde al momento de la integración, en tanto el �malo�, la evasión, se encuadra en los momentos 1 y 2.
Al momento de deslindar responsabilidades, Pou fue más preciso. Sostuvo que �si se extiende el concepto de lavado al movimiento de dinero negro (...) el problema no es un problema del sistema financiero, niresponsabilidad del Banco Central. Es un problema de la DGI que debe seguir empeñada en la lucha contra la evasión�.
Aunque es verdad que cerca del 80 por ciento de los fondos que se lavan en el país provienen de la evasión impositiva, un dato que debería ser más que alarmante para la AFIP, este proceso no podría perfeccionarse sin la intervención del sistema financiero. Al respecto, Marcelo Saín, responsable del área de prevención de lavado de dinero de la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), dijo a
Página/12 que �si es verdad que la principal ilicitud que existe en el país es la evasión tributaria, luchar contra el lavado es luchar contra la evasión, pues se trata de actividades convergentes�.
GUSTAVO GUTIERREZ TIENE MAS SOSPECHAS SOBRE POU
�Temo que seamos un gran lavadero�
�Mire, ese hombre no está bien de la cabeza, me parece, creo que le ha hecho mal a la cabeza la sustancia que él comercializa.
�¿Qué comercializa?
�¡La sustancia que comercializa!
Las declaraciones pertenecen al diputado nacional Gustavo Gutiérrez (Partido Demócrata, de Mendoza), autor, junto a la diputada Elisa Carrió, de la denuncia por lavado de dinero contra el Banco Central, el República y el Citibank. �Ese hombre� al que se refiere es Raúl Moneta, ex titular del República. En la entrevista de FM Metropolitana, había sido consultado sobre la petición de Moneta de que se citara a declarar en Buenos Aires a un senador estadounidense republicano y otro demócrata en referencia al informe sobre lavado de una comisión legislativa de su país. Pero no fue lo único que dijo Gutiérrez sobre las sospechas de lavado de dinero y la responsabilidad del Banco Central.
�Pou (Pedro, presidente del Banco Central) lo único que está diciendo del lavado es que el único caso que existió en la Argentina son las famosas valijas que traía Amira Yoma, con billetes chiquititos, de baja denominación, de Miami�, expresó el diputado demócrata, en referencia a la carta enviada por el responsable de la autoridad monetaria a Clarín y publicada este domingo en ese diario. �Curiosamente �agregó�, el abogado de Amira Yoma que le consiguió el sobreseimiento es el mismo abogado de Moneta en este momento�.
Con respecto de la carta de Pou, señaló Gutiérrez que �técnicamente está muy mal redactada, creo que está equivocando o está ocultando el sentido técnico del lavado de dinero; o está muy mal informado y no está en condiciones de cumplir esta tarea�. El legislador subrayó que �antes (de la ley de lavado) se consideraba solamente el tema del narcolavado, pero él (Pedro Pou) tiene responsabilidad como (parte de una) asociación ilícita por encubrimiento de delito, porque si el Banco Central había tomado conocimiento de los ilícitos que estamos investigando, él es responsable; entonces, lo que se va a investigar es una asociación ilícita, y le va a costar mucho más que lo excarcelen que por lavado de dinero�.
Gutiérrez también aludió a las declaraciones del ex titular del BCRA Javier González Fraga, en el reportaje publicado por
Página/12 el último domingo. �El dice que traer dinero que se ha sacado ilícitamente por la corrupción no es lavado y pone el ejemplo de José Luis Manzano; bueno, realmente creo que las declaraciones del anterior presidente del Banco Central y del actual son alarmantes, y ratifican el temor que tenemos de que este país sea un gran lavadero de dinero, mientras que los principales responsables lo único que están haciendo son citas borgeanas o de la mitología griega para desviar la atención�. |
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