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EL GIRO QUE VIENE EN LA POLITICA DE EE.UU. CON IRAK
Por la fuerza o por la razón

EE.UU. y Gran Bretaña aspiran a diseñar una estrategia de sanciones �inteligentes� tras el fracaso diplomático de los ataques aéreos.  

El ritual de quemar una bandera norteamericana en Bagdad. 
Más de 10000 personas participaron en dos manifestaciones separadas.

Por Richard Norton-Taylor y Jon Henley
Desde Londres y París

Estados Unidos y Gran Bretaña acordaron repensar su política hacia Irak en la estela de la hostilidad creciente del mundo árabe encendida por los ataques aéreos del último viernes, según afirmaron ayer funcionarios británicos en Londres. La creciente oposición de los mismísimos aliados de la OTAN, incluyendo Francia y Alemania, a los actuales intentos de Washington y Londres para contener a Saddam Hussein persuadió al gobierno británico que un nuevo enfoque es necesario. Las objeciones en el interior de Gran Bretaña no fueron ajenas a esta revaluación de la política de línea dura. 
Para intentar reganar la batalla de relaciones públicas, los ministros británicos están considerando activamente una estrategia dual. Están tratando de formular sanciones �inteligentes� combinadas con una nueva línea de propaganda que ilustre la represión llevada a cabo por el régimen iraquí e insista en que el sufrimiento de la población �incluyendo las muertes de niños� se deben enteramente a la dictadura. Sin embargo, el gobierno defendió ayer con fuerza los ataques del viernes contra las instalaciones de radar iraquíes y las zonas de exclusión aéreas impuestas en Irak por Estados Unidos e Irak después de la guerra del Golfo 1990-91. Estas, insistieron los funcionarios, será abandonadas si y sólo sí el presidente Saddam autoriza la misión investigadora de armas de la ONU. Los mismos funcionarios dicen que la cuestión de las zonas puede ser parte de un acuerdo general en el que Bagdad haga concesiones. 
El marco de la nueva política de sanciones fue discutido por el ministro de Relaciones Exteriores británico Robin Cook en las conversaciones que tuvo en Washington la semana pasada con el secretario de Estado norteamericano Colin Powell. Ayer Robin Cook mantuvo una reunión especial sobre Irak con los funcionarios y asesores de mayor jerarquía del Foreign Office. 
El general Powell está a punto de iniciar una visita a Medio Oriente, incluyendo a Siria, que recientemente inauguró un oleoducto con Irak. Las sanciones contra Irak son violadas de manera creciente, al mismo tiempo que aumenta el contrabando de bienes y petróleo. Los planes de sanciones �inteligentes� se concentrarán en control de armas �específicamente en los programas de Saddam de armas nucleares, químicas y biológicas� y las finanzas y libertad de movimiento de los líderes de su régimen. Las importaciones para reconstruir la infraestructura y la industria petrolera de Irak serán permitidas. 
Estas nuevas medidas, creen Londres y Washington, no serán opuestas por los vecinos árabes de Irak ni por integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU. El gobierno británico también está planeando como �reenfocar el debate público�, tal como un funcionario dijo ayer, señalando las ejecuciones y otras prácticas brutales usadas por Bagdad contra críticos y opositores políticos. Esta represión, insisten, sería peor sin las zonas de exclusión aérea. 
Los ataques aéreos norteamericanos y británicos sobre las instalaciones de defensa aérea iraquí fueron una �respuesta proporcionada de autodefensa�, dijo la ministra británica de Defensa, baronesa Symons, ayer al parlamento. Desde enero de 1999, dijo, hubo 1200 intentos de atacar a los aviones que patrullan las zonas de exclusión con misiles tierra-aire y artillería antiaérea. Pero en los últimos 30 días hubo más intentos que todo el año 2000. La ministro defendió las zonas de exclusión, que servían un �propósito humanitario vital� al limitar la capacidad de Hussein para reprimir a la minoría shiita en el sur y a la kurda en el norte. 
Es un hecho que las zonas de exclusión no fueron sancionadas por ninguna resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, la ministro defendió el patrullaje como �justificado desde el punto de vista del derechointernacional como una respuesta legítima para prevenir una grave crisis humanitaria�. El ministro de Relaciones Exteriores francés, Hubert Védrine, no está de acuerdo. Dijo que no hay ninguna base en el derecho internacional para justificar los ataques. Francia, que se autoexcluyó del patrullaje aéreo de las zonas de exclusión, no fue consultada antes de los ataques del viernes pasado. En una de las condenas más verbalmente violentas de la historia de la cancillería francesa, pidió el fin de las sanciones económicas contra Irak. His strongly worded condemnation said France wanted an end to economic sanctions against Iraq.
Entretanto, en un rincón desértico del sur de Israel se lanzarán misiles antimisiles en el curso de un ejercicio militar conjunto norteamericanoisraelí que durará cinco días y comenzó ayer. El ejército israelí dijo que el ejercicio había sido planeado hace más de un año y no guardaba relación con los ataques a Irak. 

De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 

 

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