Por Victoria Ginzberg
La Justicia italiana anuló
el fallo que dejó en libertad al represor Jorge Olivera y que impidió
que el secuestrador de la joven Marie Anne Erize fuera extraditado a Francia.
Olivera logró salir de la prisión de Regina Coeli por un
papel que los jueces de la Cámara de Apelaciones consideraron un
certificado de fallecimiento de Erize pero que, en realidad, era la constancia
de un trámite iniciado en el registro civil porteño que
fue adulterado y adornado con sellos falsos. La Sección VI de la
Corte Suprema de Casación impugnó la utilización
del fax como prueba -el papel en cuestión fue mandado por ese medio
desde La Plata y aseguró que, en contra de lo establecido
en setiembre del año pasado, la causa por el crimen de Erize no
prescribió. En la práctica, el represor seguirá libre,
disfrutando de la impunidad que en Argentina le dan las leyes de Obediencia
Debida y Punto Final, pero cada vez más lejos de la frontera.
La Justicia italiana dispone que los documentos presentados deben
ser originales. Esta formalidad puede ser cumplida con la presentación
de una copia autenticada. Las leyes no permiten reconocer al fax ninguna
autenticidad, dice el escrito de la Corte Suprema de Casación
al que tuvo acceso Página/12. Los magistrados tuvieron en cuenta,
además, que el dichoso fax motivó la apertura de una causa
por falsedad ideológica de documento público. En realidad,
la falsificación del papel originó dos investigaciones judiciales:
una en Italia, que lleva adelante la fiscal Laura Condeme y otra en Argentina,
que tiene el juez Adolfo Bagnasco y en la que intervienen los fiscales
Guillermo Montenegro y Paulo Starc.
La apócrifa partida de defunción le sirvió a Olivera
para que los jueces de la IV de la Cámara de Apelaciones de Roma
establecieran una fecha de muerte para Erize que aún permanece
desaparecida y decretaran la prescripción de su asesinato.
Más allá de la adulteración del supuesto documento,
que fue ratificada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Ministerio
de Relaciones Exteriores, el tribunal que preside Luigi Sansone e integran
Franceso Romano, Adolfo Di Virginio, Franceso Serpico y Giorgio Colla
criticó a sus colegas de la Cámara de Apelaciones por haber
declarado la prescripción del crimen de Erize sin tener en cuenta
el contexto histórico en el que éste se produjo.
No se trata de un secuestro normal sino de un delito que podría
encuadrarse en la calificación de secuestro de una persona a los
fines de interrumpir el orden democrático, siendo notorio que la
llegada y el mantenimiento en el poder por la junta militar argentina
tuvo lugar con la perpetración sistemática de crímenes
que, según la Constitución italiana, se encuadran en la
eliminación física de los opositores al régimen,
aseguraron los magistrados de la Corte Suprema de Casación. Con
esta interpretación, y la recalificación del crimen, la
causa no está prescripta y por lo tanto los jueces no deberían
haber dejado libre a Olivera, aún si hubiera presentado un documento
verdadero. En cambio, deberían haber dado el visto bueno para que
el represor sea extraditado a Francia para ser juzgado por el secuestro
y las torturas de Erize.
Aunque esta decisión no implica un cambio en la situación
de Olivera -que sigue encerrado en el país para no tener que responder
a la Justicia-, los abogados de los desaparecidos de origen francés,
Sophie Thonon y Horacio Méndez Carreras, expresaron su satisfacción
porque la Justicia italiana reconociera su error. Esto
pone en evidencia que la decisión anterior fue vergonzosa. Aún
no sabemos si los jueces recibieron dinero o fueron ideológicamente
comprados, afirmó Thonon desde Francia. La letrada recordó
que aún hay un pedido de captura internacional contra Olivera y
que si el gobierno argentino tuviera buena voluntad podría
mandarlo a Francia. Méndez Carreras señaló
que el fallo de la Corte Suprema de Casación implica un avance,
porque sienta un precedente jurídico. Además, consideró
que declarar la prescripción del caso Erize fue contradictorio
con el juzgamiento de (Guillermo) Suárez Mason, a quien la
Justiciaitaliana condenó en ausencia a fines del año pasado
por el asesinato de ciudadanos de ese país durante la última
dictadura.
María Anne Erize Tisseau fue secuestrada el 15 de octubre de 1976
en la provincia de San Juan por el entonces teniente Olivera. En democracia,
el represor participó en los levantamientos carapintadas y fue
apoderado del MODIN de Aldo Rico. Actualmente ejerce como abogado. Su
estudio, que defiende al ex general Guillermo Suárez Mason, trató
de reinstalar la teoría de los dos demonios mediante el pedido
de indemnizaciones para los hijos de los muertos por la subversión.
El represor fue arrestado en Francia en agosto del año pasado pero
la Justicia italiana lo liberó. Ahora otros jueces dicen que debió
seguir encerrado.
OPINION
Por Delia Bisutti y Daniel Bravo *
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ESMA
Frente a la información publicada en este diario el día
2 de febrero, según la cual el jefe de prensa del Estado
Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Vicente Engelman, confirmó
que el Ministerio de Defensa no piensa entregar la Escuela
de Mecánica de la Armada (ESMA) para que allí se instale
un museo de la memoria, sólo podemos suponer que el
vocero en cuestión y el propio ministro de Defensa desconocen
que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó
el año pasado la ley Nº 392 (de la que somos coautores)
que fue promulgada y luego publicada en el Boletín Oficial
Nº 984 con fecha 14 de julio de 2000, por la cual se establece
la devolución de los terrenos ocupados por la ESMA a la ciudad
de Buenos Aires.
Las Fuerzas Armadas y el actual ministro de Defensa saben que la
ordenanza del Concejo Deliberante que otorgó ese predio en
1924 al Ministerio de Marina fijaba como condición,
en la cláusula quinta, que si la escuela dejaba de funcionar,
la ciudad recuperaría esa superficie para su dominio. La
ESMA ya no es la ESMA; desde 1998 esa institución funciona
en Puerto Argentino y no pueden ahora sus miembros alegar que allí
instalarán, en el futuro, nuevas dependencias educativas
para las Fuerzas Armadas.
El propio presidente De la Rúa, cuando era jefe del Gobierno
porteño, inició un juicio para recuperar esos terrenos
ubicados sobre Av. del Libertador, así como los organismos
de derechos humanos hicieron presentaciones al respecto.
La ley, aprobada por unanimidad, contempla también un nuevo
destino para aquel lugar: el Museo de la Memoria. Transformar aquella
escuela, que fue uno de los centros clandestinos más emblemáticos
de la última dictadura militar en un símbolo de lo
que Nunca Más debe repetirse en nuestro país sería
una justa y efectiva forma de no olvidar, tal como lo ha hecho la
democracia alemana, por ejemplo, con Auschwitz, donde levantó
un museo, mundialmente conocido, sobre el horror del Holocausto.
Es altamente irritante que funcionarios de la democracia pretendan
desconocer básicos principios de respeto y acatamiento a
la ley. Sería una buena señal que el Ejecutivo Nacional
y el Ejecutivo de la Ciudad se sentaran a acordar todos los puntos
que sean necesarios para asegurar el cumplimiento de la ley.
* Diputados de la Ciudad de Buenos Aires.
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