Por Cledis Candelaresi
Con la promesa de negociar con
las empresas petroleras la eliminación del último aumento
del gasoil, el Gobierno consiguió ayer que los empresarios del
autotransporte dejaran sin efecto la suspensión del servicio nocturno,
que preveían aplicar desde la 0 hora de hoy. Se trata de una tregua
sin plazo fijo, que los colectiveros admiten también con la esperanza
no confesa de que en pocos días puedan aplicar el ajuste tarifario
autorizado en diciembre y, por ahora, suspendido por la Justicia. Según
números de las cámaras patronales, aquel incremento en discusión
un centavo por litro de combustible significaba una carga
equivalente a 300 mil pesos mensuales para todo las líneas del
área metropolitana.
La impasse fue acordada en la reunión vespertina que los dirigentes
de las tres entidades patronales (CEAP, Cetap y Capba) mantuvieron con
el secretario de Transporte, Jorge Kogan, y con la secretaria de Energía,
Débora Giorgi, quienes se habrían comprometido a que el
incremento quedará sin efecto, tal vez a partir del sábado.
Estamos en avanzadas tratativas con las petroleras, aseguró
la funcionaria. Intentaremos lograr la recomposición de costos
del sector, la secundó el funcionario, omitiendo cualquier otra
precisión.
Los colectiveros habían acudido ayer a la cita de Jorge Kogan sin
demasiadas esperanzas. El secretario de Transporte telefoneó a
Héctor Tilve, titular de la Cámara de Empresarios del Autotransporte
de Pasajeros al mediodía para testear su ánimo. Fuentes
empresarias aseguran que fue éste el primer contacto que tuvieron
con el funcionario, apenas éste regresó de sus interrumpidas
vacaciones. Hasta el momento, era el subsecretario José Carballo,
hombre próximo a Fernando de la Rúa, quien condujo la situación
desde el Gobierno y hasta tendió una línea con Repsol YPF
para involucrarla en el tema.
Con el afán de mejorar su ecuación económica, los
autotransportistas apuntan en doble sentido. Por un lado, aspiran a conseguir
un aumento en el boleto que, a su juicio, no debería ser inferior
al 28 por ciento para conseguir un auténtico respiro. Por el otro,
pretenden que se ponga un freno al precio del combustible, que en los
últimos años aumentó drásticamente el peso
relativo en su estructura de costos, pasando del 8 por ciento histórico
al 18 por ciento actual. Si ni esto ni aquello fuera posible, reclaman
lisa y llanamente un subsidio.
La primera estrategia urdida por Transporte aun en ausencia de su
secretario consistía en convencer a los empresarios de que
en pocos días más la Justicia dará vía libre
al aumento del 15 por ciento (10 centavos) autorizado a fin de año,
pero frenado por dos recursos de amparo que presentaron la Defensoría
de la Nación y la de la Ciudad. Cuando a fin de año esa
suba quedó en suspenso, el propio Presidente se puso en contacto
con algunos dirigentes colectiveros para rogarles paciencia
y convencerlos de que, antes o después, la tarifa sería
corregida.
Pero ahora ni siquiera la garantía de esa suba tranquiliza los
ánimos patronales. Por el contrario, los empresarios decidieron
aprovechar la impasse judicial (y el perjuicio de no cobrar la tarifa
con aumento) para exigirle al Gobierno que frene como sea la suba del
gasoil. El problema es que mientras nuestras tarifas son reguladas,
las del combustible son libres, resumía ayer Luis Drago,
de CEAP.
Lo que dio pie a la decisión patronal de suspender el servicio
nocturno fue el aumento que Repsol YPF aplicó el 9 de febrero último.
Según la empresa, este ajuste habría afectado sólo
a los empresarios más chicos, que no pueden acceder al precio
diferencial de 25 centavos. Sin embargo, muchos colectiveros consideran
que esa tarifa no existe y sólo tienen presente los 43 centavos
promedio que cuesta ese combustible en el mercado mayorista (contra los
52 que se cobra en el surtidor para el menudeo).
Lo que habría encendido el ánimo de los colectiveros fue,
precisamente, el último ajuste del 3 por ciento sobre el gasoil
que, para colmo de males, suelen pagar cash o a muy corto plazo. Si se
toma como base el datode Ceap de que en toda el área metropolitana
se consume diariamente un millón de litros, aquel ajuste representaría
para los transportistas que cubren ese radio un sobrecosto de 300 mil
pesos mensuales o 3,6 millones en un año.
En algún sentido, un aumento tarifario es un arma de doble filo.
Refuerza el ingreso teórico, pero también puede acelerar
la fuga de pasajeros hacia medios alternativos. Mientras que una rebaja
en el gasoil es sólo beneficio neto.
¿Cuánto ahorra una empresa con la suspensión del
servicio nocturno? Alrededor de unos 90 dólares por coche en las
cuatro horas de suspensión diarias que habían sido programadas.
Pero, tal como admiten los empresarios, el objetivo no era ese eventual
ahorro sino aplicar una medida racional de presión
sobre el Gobierno para arrancarle algún beneficio.
Fondos para los subtes
El Banco Interamericano de Desarrollo podría financiar
la construcción de tres nuevas líneas de subterráneos
en la ciudad de Buenos Aires, si prosperan las negociaciones iniciadas
por el gobierno porteño con representantes del organismo,
según se informó oficialmente. Funcionarios de la
administración de Aníbal Ibarra mantuvieron reuniones
con una misión del BID que visitó la Capital Federal
entre el 12 y el 16 de febrero. El proyecto del gobierno porteño
incluye la ampliación de la actual red de subterráneos
en más de 32 kilómetros, mediante la construcción
de tres nuevas líneas y la terminación de la ya iniciada
línea H, que unirá Puente de la Noria y Retiro. Algunas
de las obras de la línea H ya se encuentran licitadas y la
intención del gobierno de Ibarra es que el futuro concesionario
se haga cargo de las que restan, así como de las instalaciones
y equipamientos necesarios para su operación. Las tres nuevas
líneas serán la F (Plaza Constitución-Plaza
Italia), la G (Retiro-Cid Campeador) y la I (Parque Chacabuco-Plaza
Italia), que recién podrán empezar a construirse cuando
la Legislatura apruebe un proyecto de ley que el Ejecutivo porteño
girará el 1º de marzo. El secretario de Hacienda, Miguel
Pesce, se comprometió ante los representantes del BID a realizar
los estudios complementarios que aseguren la viabilidad de las obras.
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