Carlos Ruckauf enviará a la Legislatura bonaerense un proyecto
de ley para reducir impuestos a los fabricantes de autopartes. En concreto,
la propuesta consiste en eximir a ese sector del pago del 1,5 por ciento
del gravamen a los Ingresos Brutos, medida que tendría un costo
fiscal para la provincia de sólo 8 millones de pesos. A la vez,
los autopartistas de Córdoba y Santa Fe quedarán igualmente
liberados de pagar ese impuesto en sus transacciones con las terminales
automotrices radicadas en Buenos Aires. El anuncio fue formulado ayer
por Ruckauf, acompañado por José Manuel de la Sota y Carlos
Reutemann. Los tres presidenciables del justicialismo se reunieron en
Rosario, donde además de tratar temas económicos, acordaron
apoyar mutuamente a sus candidatos con vistas a los comicios legislativos,
según expresó Ruckauf. Reutemann extendió el compromiso
a las 14 provincias gobernadas por el justicialismo. "Esperaremos
a ver cómo dirime cada una su interna y se buscará el apoyo
mutuo", puntualizó el mandatario santafesino.
Hace tiempo que Ruckauf y De la Sota le plantean públicamente a
José Luis Machinea un acuerdo para bajar impuestos nacionales y
provinciales a los fabricantes de piezas y a las terminales. De ese modo,
propiciarían una rebaja de los precios de los autos para los consumidores,
con lo que se buscaría reactivar un sector clave. Sin embargo,
el mayor costo fiscal recaería sobre la Nación, por lo cual
Machinea rechazó el convite. Pero además acusó a
los gobernadores de afectar con sus anuncios la evolución de las
ventas de autos, debido a que la gente postergaría decisiones de
compra a la espera de una definición sobre el tema.
La Asociación de Fabricantes de Autos (Adefa) también expresó
su descontento con los gobernadores por el mismo motivo que Machinea.
Aun así, Ruckauf, De la Sota y Reutemann insistieron ayer en que
es preciso que la Nación y las provincias marchen juntas en una
política de rebajas impositivas. El mandatario bonaerense hizo
un primer gesto concreto: dijo que elevará a la Legislatura un
proyecto para eximir de Ingresos Brutos a los autopartistas. En Córdoba
y Santa Fe este impuesto no se aplica para el sector.
La medida del gobernador bonaerense no tendrá ningún efecto
concreto sobre los precios de los cero kilómetro. Se trata, antes
que nada, de redoblar la apuesta en la pulseada con Machinea. De hecho,
el ministro bonaerense de la Producción, Federico Scarabino, insistió
en que para completar esta decisión es necesaria una contrapartida
del gobierno nacional, tendiente a reducir otros impuestos de manera tal
que pueda lograrse la reactivación del mercado interno. La
propuesta de máxima de los gobernadores es que la Nación
disminuya el IVA, a cambio de que las provincias supriman otros impuestos,
como Sellos e Ingresos Brutos.
Machinea ya descartó de plano avanzar en esa dirección.
Pero para no quedar descolocado frente a los mandatarios justicialistas,
el gobierno nacional también bajará impuestos. El secretario
de Industria, Javier Tizado, ya habría firmado una resolución
que dispone la eliminación de Impuestos Internos para los vehículos
de entre 15 y 22 mil pesos, en tanto que se reduciría de 8 a 4
puntos la tasa de ese gravamen para los autos de más de 22 mil
pesos. De ese modo, se daría marcha atrás con parte del
aumento de impuestos para el sector que dispuso la Alianza en diciembre
de 1999.
Por otra parte, Ruckauf, De la Sota y Reutemann anunciaron otra serie
de medidas en favor de la producción y el mercado interno.
Como en el caso de los anuncios para la industria automotriz, su intención
es mostrar una política económica distinta a la del gobierno
nacional. Los gobernadores acordaron crear un instituto regional lácteo,
orientado a la investigación y apertura de mercados, y reclamaron
al gobierno nacional que apure la implementación del instituto
de promoción de carnes. También estudian la creación
de un seguro agrícola que beneficie a los productores de zonas
inundables, quienes se verían eximidos del impuesto inmobiliario
rural.
DENUNCIAN
PRESENCIA DE AFTOSA
Brasil puso la barrera
En medio de versiones que señalan
la presencia de animales infectados con aftosa en las provincias de Córdoba
y Buenos Aires y denuncias sobre campañas de vacunación
ocultas llevadas adelante por la Secretaría de Agricultura,
el gobierno de Brasil decidió instalar una barrera sanitaria en
la frontera común. Luego de recibir un informe elaborado por una
misión de técnicos que recorrieron distintas regiones ganaderas
argentinas, el vecino país convocó a funcionarios del Senasa
a una reunión de emergencia para recibir garantías de que
no existen posibilidades de contagio.
Si bien tanto la Secretaría de Agricultura como el Servicio Nacional
de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) desmintieron las versiones
de brotes de aftosa o vacunaciones en punto alguno del país, productores
de la localidad cordobesa de Devoto, a 300 kilómetros al este de
la capital provincial, denunciaron la presencia de 30 bovinos infectados.
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, un productor denunció
la presencia de animales infectados en su campo, luego de que funcionarios
del Senasa vacunaran sus animales tras detectarse la presencia de la enfermedad
en una explotación vecina. Siempre según el productor, las
vacunaciones habrían tenido un carácter subrepticio a fin
de evitar que Argentina pierda la calificación de libre de
aftosa sin vacunación.
Estas versiones fueron enfáticamente negadas por las autoridades
agropecuarias. En un comunicado, la SAGPyA consideró que la
situación sanitaria de Argentina ha sido verificada por los más
altos organismos de control internacionales, los que han certificado científicamente
que el país sigue manteniendo su estatus de libre de aftosa sin
vacunación.
Al margen del debate local, el gobierno de Brasil envió una misión
de técnicos que recorrió distintas zonas ganaderas del país.
El resultado fue un informe poco alentador que motivó la decisión
de instalar una barrera sanitaria fronteriza. El delegado del Ministerio
de Agricultura en Rio Grande do Sul, Carlos Foscheira, declaró
tener noticias de que efectivamente hay casos de aftosa en la frontera
argentina con Brasil. Si Argentina no quiere reconocer esa situación,
eso no quiere decir que nos quedaremos vulnerables y de brazos cruzados,
afirmó. Así, todos los vehículos provenientes de
Argentina serán desinfectados antes de entrar en Brasil y los productos
de origen animal, decomisados.
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