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PEREL IMPRIMIO EL MENSAJE FINAL JUNTO CON DATOS SOBRE CARILO
Los secretos que guarda el server

En el server de Antfactory, donde trabajaba Perel, figura la huella de la impresión del mensaje hallado en la cabaña 32. Segundos antes, fueron impresos archivos con datos sobre Cariló y Puerto Hamlet. Lo que indica que el financista tuvo que ver con su muerte.

La policía allanó un depósito en Capital de una firma dedicada a �servicios empresarios�.

Por Raúl Kollmann y Cristian Alarcón

El server, algo así como el núcleo central de las computadoras, instalado en la empresa Antfactory tiene registrado que el mensaje final que se encontró al lado de los cuerpos del matrimonio Perel fue impreso en una máquina de la compañía a las 17.08 del jueves 1º de febrero, 48 horas antes de la muerte de la pareja. Todo indica que el propio financista fue quien escribió el mensaje porque existe una lógica absoluta en la impresión: primero hizo un printer de un archivo sobre el apart hotel de Cariló, después imprimió otros dos similares, con datos sobre el mismo complejo Puerto Hamlet de esa ciudad, a continuación imprimió el pronóstico del tiempo para la zona de Pinamar, después un mapa de Cariló y de inmediato el mensaje “Soy un gringo colaborador del Citibank, muerto por el no pago del rescate por parte de Antfactory del Citigroup”. Esta nueva información ratifica que Mariano Perel fue un protagonista de su muerte: todo indica que escribió el mensaje final y, o bien se lo dio a un asesino profesional al que contrató para que lo matara a él y a su esposa, o bien fue él mismo quien le pegó un tiro a Rosa Golodniksy en la nuca y después se mató con otro disparo en la nuca.
El server fue enviado por Antfactory a la fiscalía junto con un disco rígido portátil que en algún momento fue usado por Perel y en el que quedaron algunos archivos. Lo primero que salta a la vista es que, una vez más, se comprobó que el mensaje final fue puesto en papel en una impresora de la compañía en la que trabajaba Perel y en presencia del financista, ya que hay testigos que ratifican que lo vieron allí en ese momento.
La sucesión de impresiones también apunta con bastante firmeza a que fue Perel quien imprimió el mensaje: todas las anteriores –sobre el apart hotel, el clima y el mapa– tenían que ver con la preparación del viaje a Cariló y es coherente con que –pensando ya en la trama– haya impreso a continuación la famosa frase encontrada cerca de los cuerpos. Es más, hay otra prueba bastante certera que redondea la presunción: después del mensaje, 12 minutos más tarde, Perel vuelve a imprimir otro archivo, éste respecto de un negocio que tenía con su hermana. Esta seguidilla refuerza la hipótesis de que él escribió el mensaje y lo imprimió. Tras cartón, Perel cerró las actividades de ese jueves en la empresa.
Ayer también se produjo una precisión: el secretario de Perel, José Luis Daste, no declaró que el financista preguntaba por esa notebook porque supuestamente no la encontraba. En verdad, Perel buscaba otra computadora portátil que quería vender y que después se encontró en su casa.
Por último, allegados a Perel pusieron en duda que los archivos postmortem.doc, rip.doc, queridahija.doc y queridohijo.doc sean mensajes de despedida. Según parece, en la jerga financiera tener un archivo postmortem.doc puede referirse a un análisis de un negocio que fracasó y al que se da por muerto. Usar rip.doc no es habitual, pero tal vez Perel imaginó esa forma para el mismo ejercicio: un análisis de un negocio fracasado. En cuanto a las cartas dirigidas a sus hijos, familiares sostienen que se trata de viejos mensajes en cumpleaños muy especiales de Jonathan y Valeria. De todas maneras, hay otros allegados que no abonan esta interpretación y dicen que es más que extraño que Perel haya escrito esos archivos, sobre todo teniendo en cuenta que los mensajes fueron grabados en un disco compacto que por ahora no aparece.
Con los datos surgidos del análisis del server vuelve a ponerse sobre el tapete el papel protagónico que jugó Perel en la trama de la cabaña 32. Las pericias sostienen que el matrimonio fue dormido con éter y un estudio indica que no hay vestigios de pólvora ni fulminante en sus manos. Esto hablaría de que Perel no disparó, pero no queda claro cómo encaja en la trama un hecho categórico: que él escribió el mensaje final, se usó su propia arma y los dos disparos –o al menos uno de ellos– fueron hechos por alguien que estaba acostado en la cama.

 


 

APARECIERON DOS GASAS QUE ESTABAN EN LA CAMA
Los descuidos de la Policía

Por C. A. y R. K.

Los errores de la Policía Bonaerense en la investigación de la muerte de Mariano Perel y Rosa Golodnitzky siguen regresando las miradas a un lugar ya lejano: la escena del crimen. Ahora son dos pruebas fundamentales las que aparecieron tras 17 días en el expediente judicial. Se trata de dos gasas que la policía no encontró el día en que fueron hallados los cadáveres en la cabaña 32 del Puerto Hamlet y que aparecieron extrañamente recién cuando los peritos de la Corte abrieron la bolsa que contenía las sábanas de la cama matrimonial de los Perel. El dato, revelado ayer por el subsecretario de la Policía Judicial, Osvaldo Dameno, para los investigadores confirma que con esos dos apósitos embebidos en éter fueron adormecidos Perel y Rosa. Sin embargo, la nueva distracción de la Bonaerense deja con pocas chances la prueba que sobre las gasas podría hacerse: el éter se evapora con facilidad. Ayer, los investigadores festejaban un logro que consideran promisorio. A través de un nuevo software, los técnicos consiguieron la clave para ingresar a un segunda laptop de Perel, que fue secuestrada en su casa.
Las equivocaciones de la Policía Bonaerense, y las omisiones, no son nuevas en la causa Perel. Ya se sabía que un técnico sin experiencia había borrado archivos importantes de la notebook de Perel antes de que se recuperara la nota escrita por el empresario, encontrada junto a los cuerpos. Ayer también quedó confirmado que los instructores de la policía olvidaron tomar fotografías de la cocina del apart-hotel que ocupó la pareja. Y se completó con un detalle la escena de la cama. La sábana de abajo estaba manchada de sangre. Pero la de arriba lucía impecable. Los peritos asesores de la Procuración de la Suprema Corte Bonaerense informaron tras la inspección a las primeras pericias que “los cuerpos fueron movidos” porque no coinciden los registros dejados en la causa.
Mientras tanto, los investigadores siguen intentando determinar el móvil y la compleja trama que terminó con la muerte de la pareja. Ayer, Dameno le dijo a este diario que la última tarde en Cariló, según el listado de las llamadas de los celulares, Perel se comunicó con su hija en Australia. “Le dijo que la playa estaba bárbara, pero no se comprendió mucho de esa comunicación porque había mucho ruido en la línea”, aseguró el funcionario de la Policía Judicial a Página/12. Los investigadores cruzaron el listado de llamados con la declaración de Valeria Perel en la causa. La chica cuenta que su padre la llamó a Australia y que lo notó tranquilo. Tras ese llamado hubo otros. Los pesquisas detectaron uno realizado entre Perel y su mujer cuando éste se encontraba en el supermercado y ella en el hotel Puerto Hamlet. “Hasta ese momento todo parecía normal”, interpretó Dameno. Aun con esos indicios hay una parte que no termina de encajar en la trama de un supuesto crimen y es el rol de Perel en la trama teniendo en cuenta que él escribió e imprimió el mensaje (ver aparte). Por eso la pesquisa intenta avanzar hacia los móviles del crimen. En la computadora que ayer pudieron abrir los técnicos buscan los archivos que Perel borró de la notebook que llevaba con él todo el tiempo. “Todos los documentos y archivos, hasta los papeles, los guardaba por duplicado”, dijo ayer una fuente. Ayer, la fiscal ordenó un allanamiento en un depósito de la calle Tacuarí donde Perel guardaba doce cajas con documentación de las empresas para las que trabajó.

 

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