El aumento sostenido del consumo de éxtasis y el uso de estimulantes
de dosis concentradas de cafeína, con venta libre en el país,
fueron ayer centrales en la presentación del informe anual de la
Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)
de Naciones Unidas. El organismo que fiscaliza la circulación de
drogas legales y el tráfico de las ilegales en el mundo difundió
ayer los resultados de su investigación en Viena y Buenos Aires.
Entre los principales fenómenos, la JIFE determinó la expansión,
además, del abuso de psicofármacos mediante los cuales se
buscan soluciones rápidas para contrarrestar presiones
sociales. Por otro lado, y a raíz de las modificaciones introducidas
por los servicios on line, el organismo exigió la regulación
de la medicina y el control de drogas, como el éxtasis, comercializadas
ahora en Internet.
Aunque las precisiones sobre Argentina en el informe determinan que sigue
siendo un país de tránsito de drogas, el tema del éxtasis
mereció lugar subrayado. Es el único país de
la región se indica que informa de la incautación
de ácido lisérgico (LSD), aunque con más frecuencia
se encuentra el éxtasis, de moda entre los jóvenes de la
región.
Si bien existen parámetros que permiten entender que el éxtasis
se encuentra disponible en gran cantidad en nuestro país, este
año se ha puesto de moda, además, el uso de cafeína
concentrada, explicó Ricardo Grimson, convocado por la delegación
de la ONU en el país para presentar el informe. Grimson es presidente
de la Federación de ONG dedicadas al tratamiento de adicciones
(FONGA). Sobre la cafeína concentrada, dijo que el nuevo brebaje
con sabor a jarabe, a diferencia del éxtasis, se consume fundido
con vodka o cualquier tipo de alcohol. El cóctel de venta libre,
capaz de evitar el sueño y preferido entre el público de
las raves, tiene para Grimson un efecto marcadamente dañino en
el cerebro humano. Si bien no existen pruebas aún sobre su potencialidad
adictiva, Grimson lo comparó con el Valium: Tuvieron que
pasar algunos años después de comenzado su uso para determinar
que efectivamente es adictivo.
Los datos sobre el éxtasis indican un crecimiento, sólo
en Estados Unidos, de un 700 por ciento, con respecto al 97. Allí
mismo se registró, en cambio, que el consumo de cocaína
se mantuvo estable, salvo entre los adolescentes, entre quienes disminuyó
su uso.
Según el diagnóstico del secretario de Programación
de la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico
de la Nación, Lorenzo Cortese, Argentina es un país de consumo
medio: Está en una situación intermedia entre los
países desarrollados, donde el nivel es el más alto, y los
más pobres. Sin embargo, marcó dos datos. Por un lado,
el aumento de drogas incautadas, y por otro su preocupación por
lo que llamó el fenómeno de la lapicera fácil,
vinculado a la expansión del consumo de fármacos legales:
Es usual el robo en los hospitales de las recetas que dejan firmadas
los médicos, por lo que se debería ejercer mayor control.
Tomando como modelo la fiscalización de la DGI, Cortese adelantó
que el Ministerio de Salud analiza establecer como obligación el
uso de formularios rotulados. Porque hoy cualquiera, sin ser médico
dijo, puede hacerse imprimir recetas y usarlas para consumir
drogas de forma abusiva.
Sobre el aumento en el secuestro de drogas, los indicadores no estarían
mostrando mayor consumo, sino, según Cortese, políticas
más efectivas de control. Sobre datos comparados con el `99, se
pasó de 7 kilos de heroína secuestrada a 47; de 68.492 kilos
de hojas de coca a 95.901; de 1662 kilos de cocaína a 2280; de
18.301 kilos de marihuana a 25.538; y de 34 kilos de pasta básica
a 71 kilos. La pasta base, llamada la droga de los pobres y con
más consumo en Perú y Ecuador, es un derivado impuro de
la cocaína y de acuerdo a la ONU con uso cada vez mayor en Sudamérica.
Mientras bajó en el continente el consumo de las hojas de coca,
la difusión de la pasta parece contribuir se indica
al aumento de la violencia y el delito.
Grimson es cauteloso cuando analiza los datos: No se sabe si eso
es producto de más consumo o, según creo, de la multiplicación
delaboratorios locales que usan esa base para la producción de
cocaína. De hecho, la cocaína en los países
de tránsito como Argentina y Venezuela fue considerada por el informe
como la droga de primer uso, más divulgada que en los países
de origen como Bolivia, Colombia y Perú.
Por otra parte, la Junta advirtió como fenómeno el aumento
del consumo indiscriminado de anfetaminas, sobre todo en países
desarrollados, para contrarrestar presiones sociales. Estados Unidos es
uno de los principales países con consumo no diagnosticado de esas
sustancias. En el `99, menciona el informe, por día se consumieron
12,20 dosis cada mil habitantes, casi siete veces más que en España,
cuyo índice fue de 1,68. Entre estos dos polos, en Argentina ese
consumo fue de 1,17.
La JIFE marcó que en América latina las políticas
están bien formuladas con legislaciones amplias,
aunque existen, precisaron, problemas de organización, políticos
y financieros que obstaculizan su aplicación.
Drogas para los chicos
La hiperactividad infantil tratada con psicofármacos fue
una de las preocupaciones principales del informe de la JIFE. Mientras
advierte sobre el uso excesivo de drogas del tipo anfetamínico
en general, el informe marca como habitual su uso para contrarrestar
en los más chicos tanto la hiperactividad como la falta de
concentración.
Este abuso, difundido especialmente en Estados Unidos, alertó
a los investigadores que llamaron la atención sobre la renovada
popularidad que tienen las anfetaminas y metanfetaminas. Según
los expertos, esto es un fenómeno relacionado a la obesidad,
estimada en un 30 por ciento en la población de los países
desarrollados, y a los trastornos de la concentración, especialmente
en los niños. Las sustancias psicotrópicas, como barbitúricos,
anfetaminas y benzodiacepinas, dicen, se recetan para tratar el
insomnio, la obesidad, la hiperactividad infantil y varias clases
de dolor. El informe determinó que en Africa es cada vez
más baja la edad de iniciación en las drogas. Para
la JIFE, las luchas internas y la corrupción y la pobreza
son algunas de las causas de esta tendencia.
|
Riesgos del servicio
en línea
La sustitución del contacto directo entre médico
y paciente por la comunicación electrónica precisa
el informe de la JIFE es problemática. Los problemas
son tres: el uso de la web para diagnósticos de trastornos
psíquicos, la prescripción de recetas hechas sin fiscalización
y la venta de drogas ilegales. Por eso, la JIFE pidió a los
gobiernos mecanismos de salvaguardia eficaces.
El uso de la web para estos fines, se explicó, generaría
una disponibilidad excesiva de drogas que pueden dar
lugar al tráfico ilícito y el uso indebido.
Ricardo Grimson, psiquiatra y especialista en el país sobre
drogadicción, marcó como ejemplo la venta de éxtasis
on line: Existe la posibilidad de acceder desde todo el mundo
a pedidos de estas pastillas en todas sus variables, eso sí,
habrá que ver si tienen los mecanismos de envío.
La JIFE sondeó alguno de esos modos y halló uno entre
los más habituales que tornarían legal al proceso:
Las entregas por correos sometidas a fiscalización
internacional se consideran como un medio lícito de suministro
de drogas, siempre que se ajusten a todos los requisitos de fiscalización.
Por otra parte, ayer se denunciaron los servicios en línea
que prestan droguerías y farmacias que proporcionan en forma
ilegal drogas de expendio bajo receta. Lo hacen a clientes de todo
el mundo y sin la receta que corresponde.
|
|