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EL JUEZ IMPULSA LA CAUSA DE SOBORNOS
La SIDE, sospechada

Senado: Cavallo envió un oficio al titular del Senado, Mario Losada, para que informara respecto de los ingresos que recibe y quién los maneja.

El ex titular de la SIDE, Fernando de Santibañes.
Es señalado como operador del Ejecutivo en el escándalo.

Por Adriana Meyer

Las reuniones secretas por la negociación de la Reforma Laboral, el patrimonio de Alberto Flamarique y de Fernando de Santibañes, y los presuntos contactos entre estos ex funcionarios y los senadores imputados en el escándalo por los sobornos en la Cámara alta son los ejes sobre los el juez Gabriel Cavallo piensa mover la causa. Así quedó evidenciado con las treinta y tres medidas que ordenó ayer. La Secretaría de Inteligencia del Estado sigue bajo sospecha y los nuevos investigadores se tienen fe para descubrir la ruta del dinero que habrían cobrado los legisladores.
Aunque el juez nunca dio crédito a denuncias anónimas en este caso decidió avanzar con las bases existentes –la principal es un detallado libelo que describió la maniobra– porque respeta la opinión de los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado que le dieron validez como elemento de prueba.
Cavallo aportó, además, una hipótesis novedosa: la posibilidad de que los fondos de los sobornos hayan salido del propio Senado. Por eso ayer ordenó enviar un oficio “con carácter urgente” al presidente de ese cuerpo, Mario Losada, para que informe respecto de los ingresos que recibe y quién los maneja. También le pidió la nómina de empleados de la Tesorería y los registros de todos los subsidios y pensiones graciables concedidas por legisladores en el primer semestre del año 2000.
Según los fiscales, en el hotel Elevage hubo “reuniones secretas en las que se buscaba consenso” para aprobar la ley laboral que el justicialismo y parte de la Alianza se negaban a votar. Flamarique y De Santibañes habrían sido los “operadores de Poder Ejecutivo” y también participaron los senadores Augusto Alasino y José Genoud, ambos imputados en el caso. Los investigadores sospechan de la concurrencia del operador radical Enrique “Coti” Nosiglia, sindicado como presunto propietario del hotel en el que suele haber reuniones políticas. Cavallo convocó como testigo para el 2 de marzo al representante legal del Elevage.
El juez solicitó a la AFIP que informara sobre las declaraciones juradas patrimoniales y pago de tributos de Flamarique y De Santibañes durante el ejercicio 2000. Además, solicitó a la empresa American Express que reportara tarjetas extendidas en el exterior a los acusados en el expediente. Y a la Policía Federal, que completara su investigación patrimonial, aunque cualquier información sobre algún incremento detectado fuera del período enero-junio de 2000 será remitido a la causa sobre el presunto enriquecimiento ilícito de los senadores, a cargo de Adolfo Bagnasco. Las cuentas del senador justicialista Alberto Tell –en la sucursal Banco Nación de Jujuy y en el Banco de Galicia– serán analizadas por la división Delitos Complejos de la Policía Federal, bajo el mando del comisario Carlos Sablich que trabajó en el caso desde el principio.
Las empresas telefónicas y de telefonía celular deberán proporcionar los números de todas las líneas correspondientes a los senadores imputados y las que pertenecieron a Flamarique y De Santibañes. Con esos datos, el juez ordenará un entrecruzamiento de llamados del primer cuatrimestre de 2000, mediante el sistema informático Excalibur.
El 6 de marzo declarará como testigo el funcionario de la Sindicatura General de la Nación, Ricardo Pérez Vélez, que dirigió el estudio efectuado sobre los movimientos de fondos de la SIDE y determinó que 22 millones de dólares justificados como gastos de personal habían sido depositados en una cuenta de la secretaría.

 

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