De pronto, la atención de los financistas viró de Turquía
a los Estados Unidos. La versión de que Alan Greenspan podría
apurar una baja adicional en la tasa de interés, para la próxima
semana, salvó a los mercados de una nueva caída importante.
Después de una semana en donde los acontecimientos en Europa Oriental
marcaron el compás de los negocios, ahora la cuestión pasa
por saber si la mayor economía del mundo podrá eludir el
ciclo recesivo. Si, en efecto, la Reserva Federal baja la tasa de corto
plazo, José Luis Machinea terminaría el mes con una buena
noticia. Justo cuando las cosas volvían a complicarse.
Cuando sólo restaban 60 minutos para el cierre de los mercados,
el índice de acciones líderes MerVal caía 1 por ciento,
en línea con lo que estaba ocurriendo en Wall Street. En Nueva
York, el Nasdaq (panel tecnológico) retrocedía casi un 4
por ciento (a valores mínimos en dos años) y el Dow Jones,
un 2,2. Precisamente, el derrape de los papeles empresarios se vinculaba
con la percepción de los financistas de que la economía
estadounidense caerá en un pozo recesivo. Y esto es lo que trataría
de impedir el Tío Alan si finalmente decide un nuevo recorte en
el costo del dinero.
La caída de los activos financieros se detuvo no bien el ex gobernador
de la Reserva Federal Wayne Angell, actual economista jefe de la casa
de inversiones Bear Stearns, estimó que existe un 60 por
ciento de probabilidades de que Greenspan baje la tasa en medio punto
porcentual la semana que viene. En principio, el directorio de la
FED está citado para el 20 de marzo. Pero, según el experto,
la urgencia de Greenspan se debe a la debilidad que muestra la economía
estadounidense. Conocida esta especulación, el MerVal terminó
la rueda con un alza del 0,2 por ciento (terminó la semana con
un declive el 5,1 por ciento); Brasil mejoró 1,8 por ciento; el
Nasdaq ganó 0,7 y el Dow Jones acható su pérdida
a 0,8 por ciento. Sin embargo, el riesgo de la Argentina mostró
una nueva escalada, de seis puntos, finalizando en los 740. En la city
sostienen que, si Greenspan vuelve a actuar flexibilizando la política
monetaria, algo que estaba en duda después de conocido que hay
un rebrote inflacionario, Machinea podrá volver a respirar aire
puro.
En esta línea de opinión se anotó Marcelo Nicoletti,
economista del holandés ABN Amro Bank. La evolución
de la economía argentina dependerá más de lo que
ocurra en los Estados Unidos que de Turquía. Greenspan tendrá
que bajar la tasa porque Estados Unidos va camino a la recesión,
señaló en diálogo con Página/12. Pedro Rabassa,
economista jefe del Scotiabank Quilmes, fue aún más directo
en relación con los eventuales beneficios para la Argentina en
caso de que la FED baje la tasa. Nos vendría bárbaro,
señaló. Una caída de la tasa cambiará
el humor de los inversores internacionales porque es más importante
lo que haga Greenspan que el eventual contagio por la crisis en Turquía,
agregó el especialista a este diario.
Lo concreto es que, si Greenspan vuelve a mover la tasa de corto hacia
abajo en enero decretó una baja de un punto, al 5,5 por ciento
anual, aumentarán las chances de que ingresen fondos frescos
a la Argentina y el Estado pueda seguir finaciándose a costos más
baratos que en el último año, justo cuando el panorama se
ensombreció por la crisis turca.
No es un dato irrelevante, tomando en cuenta que el efecto anís
disparó la prima de riesgo país y colocó bajo un
manto de dudas una rápida recuperación de la economía.
Devaluación
plus en Turquía
Luego de la liberalización de la banda cambiaria, la lira
turca volvió ayer a depreciarse, esta vez un 7,5 por ciento,
y quedó en 1.073.000 por dólar. En dos días,
la devaluación trepó a casi el 40 por ciento. Por
otra parte, la calificadora Standard & Poors redujo la
nota de la deuda de Turquía (de B+ a B) y a un grupo de bancos.
Pese a las malas noticias, los mercados reaccionaron favorablemente
debido a que el Banco Central turco dejó de perder reservas
en defensa de la moneda (la Bolsa de Turquía subió
9,8 por ciento). En Economía, en tanto, insistieron con restarle
importancia a la crisis. Estamos más fuertes que en
el Tequila, expresó Daniel Marx, secretario de Finanzas,
para transmitir algo de calma después de una semana agitada.
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No habra diferenciacion
por region
La aftosa es para todos
La estrategia del Gobierno de
continuar manejando de manera mediática el grave problema del rebrote
de fiebre aftosa sufrió un nuevo revés. La Organización
Internacional de Epizootias (OIE) informó que la decisión
de remover a la Argentina de la lista de países libres de aftosa
sin vacunación es efectiva para todo el territorio nacional, sin
diferencias de regiones.
A partir del resurgimiento público de la crisis por la enfermedad,
y ante la evidente necesidad de realizar campañas de vacunación
en las principales regiones ganaderas del país, el Gobierno intentó
bajar el tono del problema afirmando que la calificación de libre
de aftosa sin vacunación sólo se perdería en las
regiones donde efectivamente estas vacunaciones se aplicasen. Resultaba
difícil comprender esta tesis esgrimida reiteradamente por el vocero
presidencial, Ricardo Ostuni, pues no existen en ningún país
status parciales, que se aplican para una región y no para otra.
Ahora, el máximo organismo mundial de sanidad animal revocó
taxativamente esta tesis gubernamental.
Argentina había presentado ante la OIE un plan con vacunación
para evitar la difusión del virus desde el exterior del país
en su propio ganado, tras lo cual perdió el status. El Gobierno
informó a la organización que a partir del 1º de marzo
próximo incluirá una zona tampón de frontera y otra
de restricción, que se categorizarán como zonas libres.
En tanto, autoridades de la provincia de Buenos Aires propusieron crear
un plan continental para combatir la enfermedad, mientras los productores
ganaderos temen una fuerte reducción de las exportaciones de carne
vacuna como consecuencia de la baja de calificación de la OIE.
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