Durante esta Intifada, las fuerzas israelíes no repitieron su error
anterior de intentar mantener un control total de las zonas palestinas,
patrullando las calles. Ahora, las tropas israelíes simplemente
montan guardia en los puestos fronterizos, los accesos a Israel y las
colonias judías. Pero al abstenerse de penetrar en territorio de
la Autoridad Palestina, el gobierno israelí se quedó con
pocos medios efectivos de represalia tras imponer un bloqueo casi total
de los territorios. Confrontado con este dilema luego de que un soldado
israelí fuera herido en la Franja de Gaza, ayer el saliente premier
Ehud Barak recurrió a la creación de sub-bloqueos, partiendo
la Franja en dos por medio del cierre de dos cruces clave. En el mismo
gobierno admiten que esto sólo puede ser una medida temporaria,
pero la reformulación de la estrategia israelí hacia la
Intifada es rehén de unas negociaciones interminables para la formación
de un gobierno de unidad nacional bajo el premier electo, Ariel Sharon.
Algunas fuentes afirmaban ayer con optimismo que ese gobierno ya estaría
constituido para el lunes. No era algo que se desprendiera de las caóticas
y contradictorias declaraciones de los funcionarios del Likud de Sharon
y el Partido Laborista. El problema es simple: nadie sabe cómo
dividir paritariamente la designación de ministros. Sharon había
propuesto inicialmente que Barak retuviera su cartera de ministro de Defensa,
y que Shimon Peres se hiciera cargo de la Cancillería. La cuota
de poder asignada al laborismo parecía ser satisfactoria, pero
el arreglo colapsó cuando Barak anunció su retiro de la
vida política tras una revuelta de los dirigentes de su partido
y una pelea con Sharon. Eso creó simultáneamente dos problemas
para el premier electo. Primero, la salida de Barak dejó al Partido
Laborista sin titular, por lo que, según se supo ayer, la decisión
sobre la designación de ministros será derivada a la votación
de un comité central con nada menos que 1700 miembros. La lucha
por la sucesión también significa que las internas se trasladaron
a las negociaciones sobre el gabinete, con un dirigente (Avraham Burg)
negándose a entrar si el otro (Haim Ramon) lo hace, y viceversa.
Pero el efecto más importante de la caída de Barak fue destruir
cualquier consenso en su partido sobre cómo lograr un equilibrio
de poder con el Likud.
El premier saliente era la única figura del laborismo interesada
en ocupar Defensa. Cuando se eliminó a sí mismo como candidato,
Sharon recurrió a Peres, quien dijo de mala gana que aceptaría
el cargo, pero preferiría la Cancillería. Pero la ahora
colegiada dirección del laborismo parece preferir desligarse por
completo de una cartera que en el actual contexto sólo puede ser
el ministerio de la represión. Lo que aspiran ahora es ocupar el
Ministerio de Finanzas, adonde creen ver las verdaderas alturas dominantes
dentro del gabinete, ya que controla el presupuesto de los otros ministerios.
En ese sentido, no ocuparlo sería quitarle toda relevancia a una
paridad numérica entre los partidos, ya que el Likud podría
disciplinar a los ministros laboristas reduciendo sus partidas presupuestarias.
Las discusiones ayer sobre este problema en el Hotel Dan en Tel Aviv no
llevaron a ninguna parte. El laborismo exigió Finanzas, el Likud
lo rechazó y ofreció Infraestructura, aduciendo que era
un importante ministerio económico; el laborismo dijo
que no y pidió Educación, el Likud lo rechazó porque
lo enfrentaría con sus aliados religiosos, que no quieren ver a
un laico al frente de esa cartera.
Estas no son más que las dificultades habituales para formar gobierno
en Israel, pero el país podría no tener tiempo como para
darse el lujo de dilatarlas indefinidamente. El problema más urgente
es el bloqueo a Cisjordania y Gaza. Este cordón sanitario
en torno a los territorios está infligiendo un gran daño
económico (casi un 40 por ciento de desempleo y 32 por ciento de
los palestinos bajo la línea de pobreza), pero no logró
disminuir la violencia. Ayer mismo un palestino fue muerto y hubo 60 heridos
durante choques en Hebrón y Belén. Y el espectáculo
de 3 millones de palestinos sumiéndose en la pobreza complica la
posición deIsrael en la comunidad internacional. El gobierno contempla
así un bloqueo con aire, que permitiría la entrada
de alimentos y medicinas, y la exportación de productos agrícolas
palestinos. Esto es curiosamente similar a la estrategia de sanciones
que el secretario de Estado norteamericano Colin Powell (quien hoy a la
noche llega a Israel) impulsa para Irak. Pero Estados Unidos ya está
en vías de encerrarse a sí mismo en un aislamiento diplomático.
Tras un ataque el jueves contra Irak, ayer la Cancillería rusa
lideró las críticas al considerar que la acción
contradice la Carta de la ONU y las normas de derecho internacional.
¿Peligro en
Argentina?
En una rueda de prensa en Berlín, el asesor de política
exterior del futuro premier israelí Ariel Sharon, Zalman
Shoval, afirmó ayer que existen indicios de que (la
guerrilla proiraní Hezbollah) está planificando nuevamente
atentados terroristas en diversas regiones del planeta, incluida
América latina. Como ya ocurriera con la embajada de
Israel en 1992 y con el edificio central de la AMIA en 1994, Argentina
puede ser nuevamente el blanco de estos atentados. Shoval especificó
que el Hezbollah ya está volviendo a actuar en Israel y parece
estar creando bases terroristas en Europa, Estados Unidos,
América latina y quizá el sudeste asiático.
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POR
LA FRAGMENTACION DE LOS TERRITORIOS AUTONOMOS
Una administración atomizada
Por
Angeles Espinosa
La sede del Ministerio
de Cultura palestino se halla en un modesto edificio del centro de Ramalá
(Cisjordania) en cuyos bajos se han instalado una tienda de ropa y un
snack-bar. Pero ésta es sólo una de sus dos sedes, la otra
se encuentra en el complejo administrativo del centro de la ciudad de
Gaza (en la franja del mismo nombre). Cerca de allí se levanta
también el Consejo Legislativo, una construcción baja que
no llama en absoluto la atención.
La fragmentación territorial sobre la que se levanta el embrión
del Estado palestino obliga a duplicar las instalaciones gubernamentales.
A la espera (cada vez más desesperanzada) de poder izar la bandera
sobre Jerusalén Oriental, la capitalidad institucional se divide
entre las citadas Ramalá y Gaza. Los ministros reparten su tiempo
entre las dos oficinas de sus respectivos ministerios, una actividad que
se complica cuando las autoridades israelíes deciden suspender
los pases para cruzar Israel a los VIPs palestinos. Dos centenares
de personas, entre ministros, negociadores y parlamentarios, cuentan con
esos documentos.
Pero la decisión no ha sido fácil. Inicialmente, la autonomía
se estableció en Gaza y Jericó, y los notables de esta última
ciudad fueron renuentes a dejar escapar las instituciones hacia Ramalá,
por lo que algunas oficinas aún se mantienen allí. También
el departamento encargado de los Asuntos de Jerusalén tiene su
sede en Bethany, un pueblo de las afueras de la ansiada capital de donde
es originario su titular, Ziad Abu Zayyad. Y luego está el curioso
caso del rabino Moshe Hirsch, responsable de Asuntos Judíos de
la Autoridad Palestina, que ni siquiera reside en los territorios autónomos.
Con tanta dispersión geográfica, uno se pregunta dónde
se reúne cada semana el Consejo de Ministros. Allí
donde se encuentre Arafat, responde sin dudarlo uno de los miembros
del gabinete. Cuando el presidente palestino se halla en Ramalá,
todos acuden hasta allí. Pero lo más habitual es que la
convocatoria sea en Gaza, donde, por disponer de mayor libertad de movimientos,
reside Arafat. Entonces, los ministros necesitan al menos dos horas para
trasladarse a la cita.
Lo peor ha sido durante el Ramadán, confesaba estos
días a este diario uno de los ministros. Arafat nos convocaba
a las seis y media y como la ruptura del ayuno era aproximadamente una
hora antes, o llegábamos tarde o nos quedábamos sin cenar
con nuestras familias, y claro, sucedía esto último,
recuerda. Los ministros trataron sin éxito de convencerlo para
cambiar el horario. Claro que más dificultades tienen los funcionarios
de rango menor que, debido al bloqueo impuesto por Israel en represalia
por la Intifada.
ALARMA
EN LA POBLACION Y ENSAYOS MISILISTICOS
Preparen las máscaras de gas
Por
Ferrán Sales
Desde Jerusalén
Cerca de 10.000
israelíes acudieron el domingo pasado a los centros de protección
civil a recoger o renovar máscaras de gas, en previsión
de hipotéticos ataques bacteriológicos por parte de Irak.
El gobierno de Ehud Barak respondió con un mensaje tranquilizador
a la población. No habrá reparto masivo de máscaras,
ya que no hay ninguna necesidad de medidas especiales y las
posibilidades de un ataque iraquí sobre Israel en represalia a
los nuevos bombardeos angloamericanos son, por ahora, mínimas.
A pesar de los mensajes de calma lanzados desde la jefatura del gobierno
en Jerusalén, tropas israelíes y estadounidenses completaron
esta semana en el desierto del Neguev, al sur de Israel, una serie de
maniobras militares conjuntas con un objetivo primordial: desplegar y
entrenar a las tropas en el uso de los misiles Patriot, que durante la
guerra del Golfo, en 1991, fueron utilizados para interceptar los proyectiles
Scud lanzados desde Irak. En estas maniobras conjuntas, de cinco días
de duración, se utilizaron unas versiones mejoradas de los misiles
Patriot, que han llegado a Israel hace pocas semanas procedentes de Alemania.
Estos nuevos misiles servirán para reemplazar a los antiguos Patriot,
muchos de los cuales se revelaron defectuosos durante la guerra del Golfo.
Israelíes y norteamericanos confían, sin embargo, en poder
reemplazar en un futuro próximo esas baterías de misiles
antimisiles por otros proyectiles más sofisticados y certeros:
los Arrow, de tecnología israelí. Estos nuevos proyectiles
han sido diseñados en un programa conjunto con Estados Unidos a
lo largo de los últimos 14 años y en la operación
se han invertido más de 2000 millones de dólares.
Mientras Israel pone a punto su armamento, se repiten en diversas ciudades
de Irak manifestaciones multitudinarias en apoyo a Saddam Hussein y a
la causa palestina, en las que los lemas más coreados fueron: Saddam,
todos somos tus soldados; bombardea Tel Aviv y muerte a América,
muerte a Israel. Frases similares se gritan también en poblaciones
de Gaza y en Cisjordania, donde se producen a diario manifestaciones en
apoyo a los hermanos iraquíes, en respaldo a la Intifada
y contra el primer ministro electo de Israel, Ariel Sharon.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.
LA
UNION EUROPEA AMENAZA TERMINAR SU AYUDA
Cortando los víveres a Arafat
Por
Andrew Osborn y Suzanne Goldenberg
Desde Bruselas y Jerusalén
La Unión
Europea, el respaldo financiero más importante de la Autoridad
Palestina (AP) de Yasser Arafat, indicará este lunes que ya no
está dispuesta a subsidiar la organización a menos que EE.UU.
y las naciones árabes también contribuyan. Chris Patten,
el ex ministro conservador británico que es el comisionado de Relaciones
Exteriores de la UE, bosquejó un documento de trabajo para los
cancilleres advirtiendo que el rol de la Unión como el principal
suministrador de préstamos y financiación para Arafat está
llegando a su fin. Hemos hecho lo que podemos para mantener la AP
a flote pero no podemos seguir financiándola. Necesitamos un plan
en que la AP se vuelva más solvente, dijo ayer un diplomático
de la UE.
La continuación del cierre por Israel de los cruces fronterizos
de Cisjordania y Gaza significa que la Autoridad está soportando
un déficit mensual de unos 45 millones de dólares. El memorándum
pedirá a los ministros de Exteriores de la UE que organicen una
conferencia de donantes para mediados de marzo en un último intento
de lograr que naciones extraeuropeas aumenten su asistencia financiera.
En la crisis actual, la UE ha sido una de las principales fuentes
de ayuda financiera a la AP, ayudándola a sobrevivir de mes en
mes dice el documento, pero no debe y no puede seguir soportando
esta carga sola. Patten también impulsará a los ministros
europeos a poner presión sobre Israel para que levante sus bloqueos
fronterizos.
Patten, ex gobernador de Hong Kong, quiere que la UE aliente a los israelíes
a seguir cobrando impuestos en nombre de los palestinos, una medida que
solía ser la base principal de las finanzas palestinas. Bruselas
dio a la AP unos 25 millones de dólares en diciembre último,
y en una medida de emergencia por única vez acordó prestarle
casi 90 millones de dólares para sufragar los costos de 2001. Pero
la AP ya ha gastado un tercio de ese dinero en enero, y a este ritmo la
UE ya tiene que pensar en una cuenta de 330 millones de dólares
sólo para este año. Patten advierte que cualquier
decisión de la UE de proveer más asistencia a la AP deberá
monitorearse cuidadosamente a fin de asegurar que el financiamiento es
usado para su verdadero propósito. Y cree que la AP está
próxima al colapso. Actualmente existe un verdadero riesgo
de que la pérdida de legitimidad y la decepción popular
con la AP lleve a la anarquía, la atomización del poder
y la ausencia de ley.
Se espera que el secretario de Estado norteamericano Colin Powell también
presione a Israel, durante la gira que empieza por Medio Oriente esta
noche, para que termine el bloqueo económico y libere 54 millones
de dólares de impuestos que se deben a los palestinos, entre quienes
el desempleo ha subido a un 38 por ciento desde que la Intifada empezó
hace cinco meses. Un 38 por ciento de ellos viven con menos de 2 dólares
por día.
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