Por Ariel Greco
Gustavo Kuerten está
cada vez más cerca de recuperar el número uno del mundo.
Con su victoria 0-6, 6-1, 6-2 sobre el argentino Guillermo Cañas,
el brasileño accedió a las semifinales de la Copa AT&T,
y si hoy le gana al español Fernando Vicente (televisa TyC Sports
desde las 14), volverá a la cima del ranking mundial. A Cañas
le quedó un sabor amargo por la derrota y por las chances que dilapidó
a lo largo del juego, aunque durante todo el certamen demostró
que está en plena recuperación luego de una lesión
en su muñeca que lo dejó fuera de las canchas durante nueve
meses. Como consuelo, el argentino se hizo acreedor a la Copa Carlos
Gattiker, en mérito a su entrega deportiva.
Durante el primer set, la sorpresa rondó por el court central del
Buenos Aires Lawn Tennis. Sin desplegar un juego demasiado espectacular,
pero con la firme premisa de no cometer errores, Cañas se aprovechó
de las desconcentraciones de Kuerten para llevarse el primer parcial por
un contundente 6-0. No tuve un día de descanso y me veía
un poco parado. Al principio estaba dormido, pero nunca me vi cerca de
perder, explicó el brasileño tras el partido. Con
un bajísimo porcentaje de primeros servicios y sin precisión
en sus golpes de fondo de cancha, el máximo favorito a llevarse
el torneo nunca encontró su ritmo y en apenas veinte minutos cedió
el set. El propio Cañas lo explicó luego: Lo único
que hice fue sacar bien y aprovechar lo que se me presentó. El
se ocupó de hacer y deshacer. Pero también tenía
claro que yo debía cambiar porque esas circunstancias no se iban
a dar en todo el partido, señaló Cañas, número
195 en el ranking.
Y razón no le faltó en su análisis. De a poco, Kuerten
fue levantando su nivel, su primer saque entró con mayor continuidad
y su revés comenzó a lastimar. Pese a que el argentino tuvo
varias posibilidades para quebrar, nunca las pudo aprovechar. En cambio,
Kuerten demostró su jerarquía para traducir en el resultado
cada ocasión propicia que se le presentó. Así, el
marcador fue más amplio de lo que indicó el desarrollo.
Estoy un poco desilusionado por haber dejado pasar estas chances,
que no se te presentan siempre ante el número dos del mundo,
se lamentó Cañas.
Tras el susto del inicio, el brasileño encontró todas las
variantes que dispone para encarrilar el partido y darle un gran espectáculo
a las 3 mil personas que asistieron. A pesar de las lógicas simpatías
que despertó la actuación de Cañas, el público
se quedó admirado ante la exhibición que brindó Guga.
Es mucho más duro jugar contra un argentino. Sabía
que no iba a tener toda la gente a favor como en otros partidos y me costó
concentrarme, reconoció Kuerten.
En el primer turno, el español Fernando Vicente se benefició
de la deshidratación del austríaco Makus Hipfl para avanzar
a las semifinales. Luego de caer 4-6 en el primer ser, Hipfl se retiró
ante la imposibilidad de desarrollar su juego. De esta manera, Vicente
será el último escollo de Kuerten para acceder a la final
del torneo y para recuperar el primer lugar del ranking mundial.
VENCIO
EN TRES SETS A SQUILLARI
Acasuso semifinalista
Por A.G.
El drop shot que partió
del revés de José Acasuso pasó la red casi pidiendo
permiso. La bola cayó muerta en el campo de Franco Squillari, mientras
el porteño esperaba resignado un metro detrás de línea
de fondo. De esa manera, el juvenil de 18 años, 172º en el
ranking mundial, definió el partido más importante de su
carrera hasta el momento, que de yapa le dio el pase a la semifinal de
la Copa AT&T. En su primer certamen de ATP Tour y luego de llegar
desde la qualy, Acasuso se dio el gusto de eliminar 6-7, 6-4, 6-4 a Squillari,
el mejor argentino en la actualidad, número 17 en el mundo y segundo
preclasificado del certamen. Ahora, en su séptimo partido en ocho
días, el misionero buscará hoy su pasaje a la final cuando
se mida con el ganador del partido que Gastón Gaudio le ganaba
anoche a Guillermo Coria 6-3 tras el primer set.
El carisma del pibe y el contagio que generó su barrita de incondicionales
transformaron a Acasuso en el preferido de las casi 5 mil personas que
colmaron el court central en el turno de la noche. Y el misionero respondió
dentro de la cancha, con un primer saque muy potente y una derecha que
por momentos minimizó a la de Squillari (una marca registrada en
el circuito).
Pero como a los palazos los varió muy bien con drops para quitarle
ritmo a su rival, Acasuso se fue adueñando de la iniciativa del
juego. Sólo su ímpetu lo traicionó en varias ocasiones.
Por más que contó con seis break points durante el primer
set (incluso tres en línea en un 0-40), su inexperiencia lo llevó
a pasarse de rosca con la potencia y cometer demasiados errores no forzados.
Eso permitió que gracias a su regularidad y al mérito de
jugar muy bien los puntos importantes, Squillari se quedara con el primer
parcial en el tie break, pese a que el juvenil se había llevado
los mayores aplausos.
No cambió demasiado en el segundo set. Por más que lo quisiera,
Squillari no podía abandonar nunca una postura defensiva. La profundidad
que conseguía Acasuso con sus golpes lo obligaba a pararse tres
metros detrás de la línea de base, lo que le quitaba sorpresa
y efectividad a su drive. Neutralizada su principal arma, lo de Squillari
quedó reducido a esperar los errores no forzados de su rival. Sin
embargo, Acasuso ya no abusó de los palos, pensó más
en cada pelota y aprovechó a la perfección el quiebre que
consiguió en el arranque del set.
Ya afirmado en su juego, Acasuso le regaló a sus hinchas un poco
de fantasía. Drops inverosímiles, passings a la carrera
y algunas voleas con sutilezas fueron síntomas de que su confianza
estaba por las nubes. Así llegó al final muy seguro, sin
que la definición ante un top 20 le pesara.
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