
ABOGADOS
En
Italia cada día crece el escándalo por su fraudulenta liberación
lograda con un documento burdamente falsificado. Pero, en Buenos Aires,
el torturador Jorge Olivera se paseó ayer con sonrisa ancha y paso
firme por los tribunales federales de Retiro. Estoy trabajando,
dijo cuando le preguntaron por su presencia en varios juzgados. Y no mintió,
porque el Colegio Público de Abogados decidió cerrar su
expediente y permitirle seguir utilizando su matrícula. Tiene de
clientes, entre otros represores, a Carlos Guillermo Pajarito
Suárez Mason y a Julio Simón, alias el turco Julián.
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