Por Victoria Ginzberg
La Justicia alemana está
investigando los delitos contra once ciudadanos de ese país durante
la última dictadura argentina y la responsabilidad de los militares
y directivos de la empresa Mercedes Benz por la desaparición de
trece delegados gremiales. Esta semana la Fiscalía de Nüremberg,
a través del consulado, recogió testimonios de media docena
de testigos. Pero desde el comienzo la idea era que no se trataba
de casos individuales ni de excesos de unos militares sino de un proyecto
político económico y de un crimen contra 30 mil personas,
dice el abogado Wolfgang Kaleck, miembro de la Coalición Contra
la Impunidad de Alemania. Atendiendo a ese razonamiento, el 31 de marzo,
en Berlín, la Coalición pedirá la apertura de una
causa por genocidio que incluya a todas las víctimas
y todos los culpables, tal como se hizo en España. En este reportaje,
Kaleck explica las trabas que deben sortear en Alemania para llevar adelante
los juicios por los desaparecidos argentinos.
¿Cómo se vinculó con los juicios sobre desaparecidos
argentinos?
No hay muchos abogados relacionados con Latinoamérica en
Alemania. Yo trabajo como penalista y presido una asociación de
abogados progresistas, que se llama Asociación de Abogados Republicanos.
En 1998 Adolfo Pérez Esquivel, siguiendo el modelo de España,
impulsó la fundación de un grupo para abrir los juicios.
La idea no fue buscar en Alemania una justicia superior, sino luchar contra
la impunidad en España, Italia, Francia y sobre todo en la Argentina.
Cada uno lucha en su lugar. Además, el impulso lo han dado los
argentinos y no es que la Justicia alemana decidió un día
juzgar a los militares. Estamos presionando mucho y hubo que hacer mucho
esfuerzo para que la Fiscalía de Nüremberg tomara los casos.
¿Cuáles son los obstáculos?
Los fiscales dicen que el obstáculo más grande es
la competencia de la Justicia alemana. Por eso empezamos con casos de
desaparecidos con pasaporte alemán. En el código alemán
existe el principio de la personalidad pasiva que dice que cuando la víctima
de un crimen es alemán la Justicia alemana es competente. En el
caso de Mercedes Benz, si el victimario es alemán también
hay competencia de Alemania. Ahí se aplica el principio de la personalidad
activa.
Tuvieron problemas con las víctimas que eran descendientes
de judíos. ¿Cómo solucionaron ese tema?
Había desaparecidos que no tuvieron pasaporte alemán
porque los nazis les quitaron la ciudadanía a sus padres. Esto
causó problemas jurídicos pero por la presión de
importantes juristas y de una campaña de Amnesty, la Fiscalía
decidió tomar los casos. En realidad, dijeron: No sabemos
si somos competentes pero vamos a empezar con las investigaciones.
¿Quiénes son los acusados en el caso Mercedes Benz?
Como en los otros casos los militares, que son los autores de los
crímenes. Pero incluye a gerentes de la empresa como colaboradores.
Hay muchos indicios de que la empresa ayudó a los militares en
la represión contra la comisión interna. En total hay 13
sindicalistas desaparecidos de la planta de González Catán.
Uno de los gerentes de esa fábrica durante la dictadura, Juan Tasselkraut,
está trabajando en la sede de Mercedes Benz en la Av. del Libertador.
Es un poco absurdo pero es así. Tiene un cargo en la administración
central de Mercedes Benz, es decir de DaimlerChrysler.
¿Cuál es la posición de la empresa ante el
juicio?
Primero dijeron no sabemos nada. Pero la denuncia está
en Internet. Después dijeron si la Justicia alemana quiere
algo de nosotros, vamos a responder. En diciembre, la comisión
interna de la sede central en Alemania exigió una investigación,
pero hasta ahora la empresa no respondió.
¿De qué se trata la nueva causa que van a presentar
en Alemania?
Desde el comienzo la idea era que no se trata de casos individuales
ni de excesos de unos militares sino de un proyecto político económico
y de un crimen contra 30 mil personas. Los familiares dijeron siempre
que no querían aprovecharse de su privilegio de tener un pasaporte
alemán para lograr un poco más de justicia y de verdad.
Tuvimos que empezar por casos individuales porque la Justicia alemana
no estaba acostumbrada a este tipo de causas. Pero hemos logrado un nivel
de trabajo que nos permite presentar una denuncia por crímenes
de lesa humanidad y genocidio. Lo vamos a anunciar el 21 de marzo en un
coloquio que va a haber en el Parlamento. Queremos mostrarle a la Justicia
alemana que no es suficiente investigar algunos casos individuales sino
que hay que investigar toda la dimensión de los crímenes.
¿Cuál va a ser la base legal de la presentación?
En este momento las leyes alemanas están cambiando. Se ratificó
el estatuto de Roma para la Corte Penal Internacional y por eso hay que
reformar el código penal. Se supone que la Justicia alemana va
a tener competencia para los crímenes de lesa humanidad, el genocidio
y las violaciones al tratado de Ginebra. Igual hay varios argumentos para
implantar la competencia: uno es la obligación del derecho internacional
que dice que los crímenes de lesa humanidad y el genocidio no son
asuntos internos sino que hay una obligación de todos los estados
en el mundo de castigarlos. Otro argumento es que Alemania forma parte
de la convención contra el genocidio y contra la tortura.
Es decir que hay argumentos pero ahora necesitan encontrar un Garzón
alemán.
Algo así. Necesitamos un fiscal con motivación, que
quiera tomar el caso.
El consulado está recibiendo testimonios sobre los causas
ya abiertas ¿En qué etapa están?
Están en la etapa de instrucción. Llevan dos años
y medio. Eso demuestra que no es que hacemos click y la Justicia
alemana funciona.
En Alemania no se juzga en ausencia. ¿Esperan pedir las extradiciones
de los militares acusados? (Están imputados Jorge Rafael Videla,
Emilio Massera, Carlos Guillermo Suárez Mason y otros cuarenta
militares.)
Sí. Pero aún no sabemos en cuanto tiempo vamos a estar
en condiciones de hacerlo. El cónsul debe tomar declaración
a 25 personas y luego habrá otra lista de testigos. Cuando lleguen
a Alemania los testimonios vamos a pedir algunas órdenes de detención.
En el caso del gerente de Mercedes Benz, en las próximas semanas
van a ser entrevistados dos testigos importantes y después que
estén listos estos testimonios vamos a pedir que se libre la orden
de captura contra Tasselkraut.
La embajada abrió los archivos sobre los desaparecidos. ¿Hubo
algún aporte?
No mucho. El problema es que sólo dejan ver a los familiares
sus propios legajos. No se pueden sacar copias ni mostrar a los abogados.
No hay una verdadera apertura. En las actas sólo hay una lista
de fechas en las que los familiares se entrevistaron con el embajador,
el cónsul y también los contactos con el mayor Peirano.
(El agente de inteligencia que operaba en la embajada alemana, su verdadero
nombre es Españadero.)
¿Hay alguna repercusión en la sociedad alemana sobre
el tema de los desaparecidos a raíz de los juicios?
Estamos bastante contentos porque hemos logrado no sólo acciones
jurídicas sino también políticas. Hemos logrado que
la sociedad alemana del 2000 y 2001 discuta sobre los crímenes
de la dictadura en la Argentina ocurridos 25 años atrás
y también sobre las relaciones entre Alemania y Argentina en esa
época. Se hicieron varios encuentros, discusiones en las universidades,
con funcionarios del gobierno alemán y específicamente conel
Ministerio de Justicia. No es tema de top priority pero es
tema y eso es mucho.
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