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COMO ASESINARON A UNA ARGENTINA EN PARAGUAY
Veneno para matar una amiga

Iban a poner un negocio juntas en Asunción. Pero Elba Barrios estaba tejiendo una trama oscura para quedarse con el dinero de Marta Hansen y su seguro. El último día compró garrapaticida.

Por Alejandra Dandan

El 23 de enero, Elba Barrios pidió en una veterinaria veneno para matar perros. Exigió el más fuerte. No se lo vendieron y a cambio se llevó un garrapaticida. Un día después, su amiga María Marta Hansen, alojada en su casa, moría de un paro cardíaco. Elba se convertía así en la única heredera de los 50 mil dólares del seguro de vida. Eso ocurrió en Lambaré, el pueblo paraguayo donde las dos amigas habían ido de vacaciones. Marta era divorciada y había viajado al país de Elba con su hija de tres años. Iban a ser socias en un negocio. Para la Justicia, el paro cardíaco pudo haber sido consecuencia de un envenenamiento planeado varios meses antes, desde noviembre, en Buenos Aires. Hace dos días que Elba está detenida, y con ella también su esposo, considerado supuesto autor intelectual del crimen.
María Marta Hansen vivía en un barrio de la Capital. Hace diez años había conocido a Elba Barrios, una paraguaya con ciudadanía argentina que vivía aquí con Eduardo Rodríguez y una hija de siete años. Fue con ellos con quien Marta tenía planificadas las vacaciones y el comienzo de un negocio brillante que terminó volviéndose una pesadilla.
A mediados del año pasado, Marta no lograba cancelar una deuda por mil pesos que mantenía con una entidad bancaria. Elba le ofreció, entonces, el dinero para hacerlo. “Poco después, en noviembre, la señora Barrios le sugirió montar un negocio en sociedad en Paraguay”, explicó a Página/12 Arnaldo Fleitas, fiscal en el caso. Las amigas acordaron poner una parrilla en la Terminal de Omnibus de Asunción. Elba viajó para resolver el negocio y, de vuelta, firmó con Marta el precontrato de alquiler que hace unos días encontró la Justicia. Marta no tenía dinero para llevar a cabo ese emprendimiento, por eso, aconsejada por su amiga, sacó otro préstamo en el Citibank. Esa vez fue de 20 mil dólares y a cambio hipotecaba su casa.
Con el dinero viajó a Asunción y fue esa cantidad la hallada por la policía después de la muerte, en el allanamiento a la casa de su amiga. “Había 15 mil dólares americanos y otros 4255 pesos en la casa”, precisó Fleitas, que empezó la investigación cuando la familia de Marta en Buenos Aires comenzó disparar sospechas sobre la amiga paraguaya.
Las dos amigas se habían embarcado hacia Asunción el 12 de enero. Con ellas lo hicieron sus hijas. “Durante todo ese tiempo, hasta el 24 que apareció muerta, al parecer a María Marta la mantenían como drogada”, confió Fleitas sobre el proceso que terminó unos días después con el paso por la veterinaria, y la muerte: “El veterinario no le quiso vender el veneno para matar perros porque era fuertísimo, y por eso ella se llevó el garrapaticida”. Aún las pericias no están hechas, pero se supone que Marta bebió ese garrapaticida bajo el efecto anestésico provocado por las drogas.
Existieron, después, una serie de pasos que Elba fue dando en falso. “El certificado de defunción no fue firmado por un médico forense, tal como lo imponen las leyes paraguayas para estos casos”, indicó Luz Casis, cónsul adjunta en Paraguay. Marta, según el acta, murió de un paro cardiorrespiratorio. Hasta allí, la mujer de poco más de cuarenta no había tenido antecedentes cardíacos.
Apenadísima por la muerte de su amiga, tres días después, Elba volvió urgente para Buenos Aires. Aquí hizo dos cosas: una, corrió hasta Siembra para tramitar el cobro de los 50 mil pesos de seguro que el 13 de diciembre Marta había firmado a su nombre. Dos, llamó a Estela Hansen, la hermana de Marta. No le dio el pésame, “le dijo que Marta estaba muy bien –explicó el fiscal–, descansando, y que en cualquier momentito se comunicaría con ella”. Elba regresó a Paraguay y todo hubiese concluido ahí si Siembra no hubiese avisado a las hermanas de Marta en Buenos Aires que estaba por girar el dinero de la póliza a una beneficiaria paraguaya.
Allí, Estela y Gloria Hansen comenzaron la denuncia que terminó con la causa contra Elba Muñoz, acusada ahora de presunto homicidio. “La gran preocupación de las hermanas era su sobrina Guadalupe, que seguía en manos de la mujer”, dijo el fiscal poco antes de mencionar que Elba estuvo preguntando entre sus vecinos quién quería una nena en adopción.
El viernes 23 de febrero, la amiga fue detenida en su casa de Lambaré. Con ella también detuvieron a Eduardo Rodríguez como supuesto autor intelectual. La Justicia supo que mientras Marta seguía viva, Elba mantuvo nutridas conversaciones supuestamente vinculadas con el crimen con su pareja.

 

 

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