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OPINION

Los atropellos inconsultos

Por Eduardo Pavlovsky *

Los ataques aéreos estadounidenses (y británico) al sur de Bagdad debieran producir al menos indignación. La unilateralidad y arbitrariedad con que EE.UU. (y sus amigos británicos) actúan en forma independiente, nos muestran de manera evidente que el poder bélico del imperio no está dispuesto a resolver los conflictos en el marco de los objetivos del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, sino que lo hace como muestra de poderío y como advertencia al mundo de que en cualquier momento y en cualquier lugar pueden utilizar la fuerza de acuerdo a sus conveniencias y resoluciones.
Así lo advierten Rusia, China, Francia, Jordania y Turquía, un aliado clave de Washington en la región, que recalcó que no permitiría que sus bases fueran usadas para nuevos ataques. La Liga Arabe y la población palestina condenaron el ataque. Por el otro lado, Israel manifestó “una tibia comprensión a la acción militar” (Página/12, 18/2).
Lo que preocupa del ataque aéreo no es sólo la consecuencia de pérdidas humanas, sino lo que parece ser más grave es el fenómeno de la interiorización de una subjetividad donde los atropellos inconsultos del imperialismo (conviene comenzar a retomar la palabra) sean aceptados “como” normales en el mundo occidental. Estamos acostumbrados y ya aceptamos pasivamente este tipo de intervenciones.
Creo que esto demuestra la tremenda dependencia cultural, económica, ideológica y política que padecemos de los Estados Unidos de Norteamérica. Esta dependencia produce ausencia de pensamiento crítico y facilita la condescendencia plácida. Anestesia la indignación.
Pasquini Durán advierte que “si por espiar los movimientos de tropas norteamericanas en la zona, Bush ordenó el bombardeo al sur de Irak con el único apoyo de Gran Bretaña, cuánto podría demorar una acción similar contra Cuba dada su proximidad geográfica con idénticos argumentos y reforzada por una votación forzada. ¿Está dispuesto el Presidente a crear las condiciones que facilitan una agresión de esa naturaleza?”.
Yo creo que sí. Que nuestro voto forzado desde el Departamento de Estado podría colaborar para cualquier tipo de intervención norteamericana en Cuba y que nuestro presidente no se pronunciaría en contra de dicha intervención. Ese es mi pronóstico. El blindaje rompió “las mínimas y elementales normas éticas”.
¿Existe la posibilidad de que algún gobierno latinoamericano condene y repudie el bombardeo de Bagdad?
Bush puede comenzar una nueva etapa de intervenciones militares en el mundo. No deberíamos al menos ensayar un juicio crítico a toda resolución que Estados Unidos y su socio Gran Bretaña adopten en el futuro por fuera del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
Creo que vale la pena, para no convertirnos en cómplices pasivos de futuras intervenciones del imperialismo. Nosotros de complicidad y sus consecuencias sabemos demasiado. Somos maestros.
* Dramaturgo y psicoanalista argentino.


 

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