Por
Patricia Chaina
Maby
Wells se pasea entre una pequeña platea que mira atenta y vigilante
cada movimiento del estudio de grabación y los cuatro primeros
invitados al ciclo, ya ubicados en sus asientos de colores. Espontánea
y dúctil, en Atraídos el ciclo que debutó
ayer a las 16 en Canal 13 Maby se enfrenta a dos desafíos:
seducir con su propuesta a los televidentes, y al mismo tiempo demostrar
que es capaz de afrontar sola la tarea. Es decir, sin el complemento Weich
con el que contó durante su buena y larga performance en Sorpresa
y media.
Con ese marco, Promo Film, la productora responsable de Atraídos,
diseñó un programa amparado en la idea de unir mediante
el viejo recurso de los entretenimientos a personas de diferentes
sexos en una primera cita. Gente joven (para inscribirse y
participar es necesario tener entre 25 y 40 años y, claro, no tener
pareja estable), con ganas de exponer sus gestos cotidianos a la voracidad
mediática de la televisión, y divertirse en el intento.
El programa, así pensado, se ofrece como servido en bandeja para
una conductora como Maby Wells. Y ella parece dispuesta a aprovecharlo.
En el primer envío, el juego tuvo como protagonistas a la simpática
Bárbara y a tres varones: Alejandro, Diego y Roberto. Y comenzaron
los juegos hablados, ya que el programa se encuadra en la categoría
del talk show, pero cambia el furor sensacionalista por la intención
del entretenimiento. Uno de los pasajes consistió en responder
secretamente un multiple choice con preguntas del tipo: ¿En
qué te fijás en una primera cita? En que la otra persona
sea puntual. En el estilo del lugar al fueron. En que la otra persona
esté bañada, perfumada y bien vestida. Bárbara
respondió el estilo. Y Diego también.
Y las sorpresas no tardaron en aparecer: una amiga de la mismísima
Maby contando anécdotas, como para romper el hielo. Amigos y familiares
de los participantes aportando lo suyo para retratar, en ese breve tiempo
que es el programa de TV, el más ajustado perfil de cada uno de
ellos. Este segmento incluyó otra sorpresa y un juego: la entrada
al piso de Horacio, el papá de Bárbara, a quien se le pidió
que eligiera si quería saber lo mejor o lo peor de cada uno de
los tres participantes. Entonces se supo que Roberto es envidioso y que
Diego es impuntual. Y don Horacio no perdió oportunidad para ostentar
buen humor. Las risas de los participantes resultaban visiblemente más
espontáneas que histéricas. Y auguraban, al promediar al
programa, un buen recibimiento para la propuesta de Atraídos,
que no carece de frescura en un momento en que la variante parecería
agotada.
Pero no todo es intuición y risa fácil en el mundo de Atraídos.
También hay especialistas que aportan su visión acerca de
la compatibilidad entre los hombres y mujeres presentes en el piso. En
este caso fue el turno de Maira, una grafóloga que detectó
virtudes y defectos en los manuscritos de los participantes y, a juzgar
por las miradas y los gestos de los involucrados, acertaba. Y crecía
la tensión en el piso, y el juego de probabilidades en las casas
de los televidentes. Sea quien sea el elegido, el nivel de compatibilidad
determina el premio: un viaje a Buzios, a Mar del Plata o, apenas, una
tarde en un spa. Así planteado el show, nadie mejor que Maby Wells
para amenizarlo. Porque en Atraídos puede lucir lo
mejor de su encantos mediáticos: frescura en el trato con los invitados
y complicidad con el televidente. Y despejar con esas armas la idea de
que Atraídos sea una remake del Yo me quiero
casar... ¿Y usted? con el que Roberto Galán inició
en la Argentina la apuesta por el rubro del date game. No casualmente
una de las piedras sobre las que el conductor construyó su legendario
sello en la TV.
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