La
estatal francesa Electricité de France se convirtió ayer
en el nuevo grupo controlante de Edenor, con el 80 por ciento del capital
accionario, de la cual hasta ahora sólo poseía un porcentaje
minoritario del paquete. Los vendedores fueron la española Endesa
y Astra, propiedad de Repsol-YPF. Con la operación, Endesa, que
ya detentaba el control de Edesur, cumplió con la orden del Gobierno
para que se desprendiera de su tenencia en alguna de las dos distribuidoras
eléctricas. Si bien todavía no se dio a conocer el monto
de la operación, Página/12 pudo saber que los franceses
terminarían pagando alrededor de 600 millones de dólares.
Sobre la base del acuerdo en principio rubricado ayer, las
empresas disponen ahora de 30 días para ponerle cifras definitivas
a la transacción y sellar el contrato definitivo. El secretario
de Defensa de la Competencia, Carlos Winograd, ya bendijo la operación.
Muestra que en la Argentina se puede hacer política de competencia
con rigor técnico, sin oportunismo político y respetando
la seguridad jurídica, dijo Winograd a este diario.
La historia que ahora culmina con la desinversión de Endesa comenzó
a principios del 99 cuando la española tomó el control
de Edesur a través de la adquisición de su homónima
chilena y de Enersis y, al mismo tiempo, retuvo la participación
que ya ostentaba en Edenor desde 1992. Hace dos años, el ente de
control del sector eléctrico (ENRE) inició la investigación
para comprobar la eventual posición dominante de Endesa, un fallo
que recién se conoció en agosto del año pasado. Ese
dictamen determinó que los españoles debían optar
por una de las dos compañías. Lo que se acaba de conocer
es que Endesa prefirió quedarse con Edesur en donde poseen
el control, con el 72 por ciento del capital (el resto está en
poder de Pérez Companc) y desprenderse del 40,19 por ciento
de Edenor. Fuentes del sector eléctrico comentaron a este diario
que hubo dos razones de peso para tomar la decisión: una, que Endesa
no iba a salir de Edesur, en donde tiene el control, y quedarse con Edenor,
donde quedaría como socio minoritario ya que su administración
ya estaba comandada por los franceses. Y, dos, que en Edesur existen causas
judiciales que truncarían la llegada de nuevos socios. La salida
de Astra de Edenor (tenía 9,62 por ciento) se explica porque a
Repsol-YPF no le interesa mantenerse en el negocio eléctrico.
Allegados a las negociaciones señalaron a Página/12 que
las negociaciones estaban encaminadas desde fines de 2000. Y que fue el
propio José Luis Machinea quien, en su último paso por Madrid,
instó a las autoridades de Endesa a cerrar la operación.
En ese momento, los españoles pedían que Economía
no les fijara una fecha límite para impedir que el valor de la
compañía cayera en forma abrupta debido a la urgencia.
¿El cambio de manos implicará despidos? preguntó
este diario a Bo Källstrand, director de Electricité de France.
De ninguna manera. Edenor es una empresa fuerte, y no haremos ningún
cambio drástico. Esta operación es un voto de confianza
a la Argentina contestó.
|