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Dos apropiadores deberán enfrentar el juicio oral

Se trata del teniente coronel Luis De Renzi y su mujer acusados de apropiarse de Claudia Victoria Poblete. El Tribunal Oral Número 5 será el encargado de realizar el proceso. En la misma causa fue presentado un pedido de nulidad de las leyes de impunidad.

El juez Cavallo procesó y encarceló, en esta causa, a los torturadores Del Cerro y Julio Simón.

Por Victoria Ginzberg

Los jueces del Tribunal Oral Número 5, Guillermo Federico Madueño, Guillermo Andrés Gordo y Luis Rafael Di Renzi serán los encargados de juzgar al teniente coronel Ceferino Landa y su mujer Mercedes Beatriz Moreira, apropiadores de Claudia Victoria Poblete. Será el segundo juicio oral y público por el delito de robo de bebés durante la última dictadura militar. En la misma causa están acusados los represores Juan Antonio del Cerro (a) “Colores” y Julio Simón (a) “El Turco Julián” y fue presentado el pedido de nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
El juez Gabriel Cavallo, magistrado instructor del proceso, le devolvió la verdadera identidad a Claudia en febrero del año pasado. A partir de una denuncia hecha por las Abuelas de Plaza de Mayo el juez estableció que la niña había sido apropiada por el matrimonio Landa después de haber estado unos días en el centro clandestino de detención El Olimpo.
El juicio oral no se llevará a cabo antes de junio, ya que el tribunal tiene otros procesos programados. La defensa –encabezada por Jorge Appiani, del estudio del represor Jorge Olivera– está intentando demorar que los acusados se sienten en el banquillo y para eso hizo varias presentaciones, entre ellas, impugnó el análisis genético que prueba la verdadera identidad de Claudia con el argumento de que fue tomado en forma “compulsiva”. La joven, hoy de 23 años, mantiene una muy buena relación con su familia biológica y tramitó personalmente su documento de identidad con su nuevo nombre. En una carta publicada por Página/12 en noviembre del año pasado, Claudia le escribió a su tío, Fernando Navarro Roa: “Quisiera ser capaz de más, por mis padres que fueron capaces de todo. Dice alguien por ahí que ‘todo lo que el árbol tiene de florido viene de lo que tiene sepultado’. Una familia es como un árbol y con semejantes raíces nuestro árbol tiene un buen futuro asegurado”.
Claudia fue secuestrada el 28 de noviembre de 1978, cuando tenía ocho meses, junto a su madre, Gertrudis María Hlaczik. El padre de la niña, José Liborio Poblete, desapareció el mismo día. José era un técnico tornero chileno que había perdido sus piernas en un accidente automovilístico y en 1971 había fundado el Frente de Lisiados Peronistas.
“El médico militar Julio César Cáceres Monie (ya fallecido) me ofreció entregarme una beba que había sido abandonada”, afirmó el teniente coronel cuando lo indagaron. Y agregó: “En esa época aparecían muchos bebés abandonados”. Landa está detenido en la sede de Gendarmería en Campo de Mayo. Su mujer fue beneficiada con la prisión domiciliaria.
En esta misma causa fueron arrestados Simón y Del Cerro. El juez Cavallo los procesó por considerarlos partícipes del secuestro, apropiación y supresión de identidad de Claudia, delitos que el magistrado describió como “actos de genocidio”. El expediente correspondiente al Turco Julián y Colores aún no fue elevado a juicio oral. Si este paso se da en un corto plazo y si las partes o el tribunal lo solicita, el proceso contra los represores podría juntarse con el de los apropiadores.
En el caso Poblete también se espera la resolución sobre el pedido de nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final hecho por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Al confirmar el procesamiento de Colores y el Turco Julián, la Cámara Federal, en respuesta a un planteo de la defensa, expresó que “no puede exceptuarse de responsabilidad a quien invoque actuar en cumplimiento de una orden superior en los casos en que nos hallemos ante hechos atroces, aberrantes o de ilicitud manifiesta, características en las que sin lugar a dudas puede encuadrarse la sustracción, retención y ocultación de una menor de diez años prolongada durante veintiún años y acaecida en el marco fáctico aquí acreditado, es decir junto a la privación ilegal de la libertad de sus padres”.
El juicio oral y público contra el matrimonio Landa será el segundo de este tipo. El primero se realizó en mayo de 1998 en San Isidro y fue porla apropiación de Martín D’Elia, quien fue anotado falsamente como Carlos Rodolfo De Luccia. En esa oportunidad la única condenada –a sólo tres años en suspenso– fue la apropiadora Marta Elvira Leira, ya que el teniente de navío Carlos De Luccia había fallecido.

 


 

SUAREZ MASON NO QUIERE SER JUZGADO POR ANTISEMITA
Represor sí, golpista no

Por A. M.

A pesar de que está preso acusado por la apropiación de bebés hijos de desaparecidos, el represor Carlos Guillermo “Pajarito” Suárez Mason no quiere sentarse en el banquillo de los acusados. Está haciendo todo lo posible para demorar el juicio oral en el que será acusado de “discriminación” racial contra los judíos. Su abogado recusó al fiscal federal Miguel Angel Osorio por enemistad manifiesta. Osorio había escrito en su pedido de procesamiento que Suárez Mason “olvida haber participado de un régimen que usurpó ilegítimamente el poder soberano del pueblo”, y el ex general se quejó de esas y otras consideraciones. Sin embargo, el juez federal Claudio Bonadío rechazó el pedido de recusación.
El fiscal sostuvo que el acusado “olvida haber usurpado el derecho a declarar una guerra, definir al enemigo y obrar conforme a las pautas internacionales de un conflicto y básicamente olvida que la eliminación de personas en estas circunstancias ha sido declarada como lo que es: un delito”. Horacio Alais, abogado de Suárez Mason, planteó que Osorio usó frases que “exceden holgadamente la tarea que le compete como fiscal”, y son “apreciaciones personales respecto de hechos históricos que nada tienen que ver con el objeto procesal”. Y agregó que Osorio “evidencia encono y resentimiento más político que jurídico, haciendo una exégesis legal impregnada de ideologismo”.
Los argumentos de Alais, que sería pariente del general que nunca llegó a reprimir a los sublevados carapintadas en 1987, no alcanzaron para convencer a Bonadío. Ayer en su juzgado se realizó la audiencia en la que recusado y recusante expusieron sus razones, tras lo cual el magistrado decidió rechazar el pedido del represor.
En 1996, Suárez Mason mantuvo una entrevista con Noticias en la que le preguntaron si era antisemita. “Yo no soy antisemita. A los judíos los conozco bien, que es distinto. Les tengo prevención, no obstante lo cual tengo muchos amigos judíos”, respondió el ex jefe del Primer Cuerpo de Ejército. Esa frase motivó la denuncia en su contra que presentaron la AMIA, la DAIA y Guillermo Patricio Kelly. Suárez Mason había dicho que Kelly “no merecía respeto por estar al servicio de los judíos”, que “una familia judía, los Graiver, administraban fondos de los montoneros” y que otro miembro de esa colectividad, Jacobo Timerman, “justificaba el accionar de la subversión”.
Bonadío lo procesó por presunta violación de la Ley Antidiscriminatoria. Alais apeló y logró que la sala II de la Cámara Federal porteña revocara el procesamiento. Los abogados de la AMIA y la DAIA recurrieron a la Cámara de Casación Penal, que anuló el sobreseimiento de Suárez Mason. Así volvió a cobrar vigencia el procesamiento dictado en su contra, pero la Cámara Federal cuestionó la actuación de Bonadío por haber omitido precisar cuáles fueron las frases que consideraba delictivas. El juez volvió a tomarle indagatoria y lo procesó por segunda vez. En octubre del año pasado la Cámara confirmó la medida. Como es un delito correccional, será juzgado por el propio Bonadío. Fuentes del caso comentaron a este diario que no es habitual la recusación del fiscal y sospechan que Alais pedirá el apartamiento de Bonadío.

 

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