Boca y River intentarán hoy continuar por el camino del éxito,
cuando se presenten por segunda vez en la Copa Libertadores 2001. Ambos
equipos tendrán un obstáculo extra, ya que Boca deberá
soportar la altura de Calama (2600 metros), y River la de Quito (2850
metros). El equipo conducido por Carlos Bianchi visitará al Cobreloa
chileno, por el Grupo 8, y los dirigidos por Américo Gallego se
enfrentarán a El Nacional de Ecuador, por el Grupo 5. En el debut,
Boca derrotó por 2-1 a Oriente Petrolero de Bolivia, y River venció
por 5-1 a The Strongest, también boliviano.
El actual campeón de América estrenaría hoy un nuevo
esquema táctico. La idea de Bianchi es ubicar una doble línea
de volantes, y dejar sólo a Marcelo Delgado como atacante. De esa
forma, reforzaría el mediocampo, una zona donde está teniendo
algunos problemas de contención, sobre todo en el torneo local.
Precisamente, los encargados de controlar a los volantes chilenos serían
el colombiano Mauricio Serna y el juvenil Gustavo Pinto. Además,
en esa zona jugarán Julio Marchant, Omar Pérez y Juan Román
Riquelme.
Respecto de la altura de la ciudad, Bianchi repitió ayer que ése
no es un factor que le preocupe, ni será una excusa en caso de
recibir una derrota. Igualmente, indicó que el Cobreloa es un rival
de mucho cuidado, porque ya ganó de visitante su primer compromiso.
La semana pasada, Cobreloa venció por 2-1 al Deportivo Cali, en
Colombia.
La presencia del campeón del mundo despertó una gran expectativa
en los 110.000 habitantes de la ciudad de Calama, ubicada en el desierto
de Atacama, y los 12.000 de la cercana mina de cobre de Chuquicamata.
La ciudad apareció ayer con sus casas embanderadas con el color
naranja del equipo local, y se podían observar muchos niños
por la calle con la camiseta del Cobreloa. En ese sentido, el técnico
del equipo chileno, el argentino Oscar Malbernat, expresó que será
un orgullo recibir en Calama a los campeones del mundo. La ocasión
merece que hagamos una gran fiesta deportiva.
Por su parte, River se encuentra concentrado en la ciudad portuaria de
Guayaquil y viajará a Quito cuatro horas antes del comienzo del
partido, para no sufrir los efectos de la altura. Para este compromiso,
Gallego volverá a realizar algunas modificaciones, en relación
con el equipo que derrotó a los bolivianos la semana pasada. El
técnico decidió que Guillermo Pereyra, Leonardo Astrada
y Víctor Zapata reemplazaran a Eduardo Coudet, Ariel Ortega (estos
dos se quedaron en Buenos Aires) y Christian Ledesma (estará en
el banco de suplentes).
En la zona de ataque, el único líder del torneo Clausura
volverá a
presentar a los dos jugadores que mostraron una gran contundencia ante
The Strongest, en el Monumental: el paraguayo Nelson Cuevas (dos goles)
y Martín Cardetti (tres). En la zona defensiva, el único
cambio será el ingreso del colombiano Mario Yepes por el paraguayo
Pedro Sarabia. Para este encuentro, el público ecuatoriano se quedará
sin ver desde el inicio a Javier Saviola, quien ocupará un lugar
en el banco de los suplentes.
El Nacional, que no incorpora extranjeros en su plantel y es administrado
por los militares ecuatorianos, cuenta con jugadores clave como los laterales
Dannes Coronel y Juan Burbano. Además, deposita toda su capacidad
creadora en lo que pueda construir Cléber Chalá, un histórico
del seleccionado de su país.
Rivales agazapados
Mientras sus rivales se desempeñan en la Copa Libertadores,
Independiente y Racing continuaron ayer su preparación para
enfrentar el próximo domingo a River y Boca, respectivamente,
por la quinta fecha del torneo Clausura. En Racing, que será
local ante Boca, la mayor incógnita pasa por saber quién
será el reemplazante del juvenil Leonardo Tambussi, que fue
expulsado el domingo pasado en el encuentro ante Chacarita. El director
técnico Reinaldo Merlo recién tomará una decisión
después de la práctica de fútbol de mañana,
debido a que ayer el plantel hizo tareas físicas, y hoy entrenará
sólo en el aspecto táctico.
En tanto, en Independiente Osvaldo Piazza esperará cómo
se resuelve el complicado caso del juvenil volante Livio Prieto,
quien no podrá jugar hasta no solucionar su situación
contractual. Independiente ofreció a los ocho empresarios
dueños de su pase 750 mil dólares por el 50 por ciento,
pero la otra parte pretende como mínimo 900 mil, ya que la
base estipulada era de 1.050.000.
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