Examen complicado, pero a la vez fascinante para la Selección Argentina.
En su primer compromiso del año, el equipo dirigido por Marcelo
Bielsa se medirá con Italia en el mismísimo estadio Olímpico
de Roma. Más allá del exitoso presente en las Eliminatorias
Sudamericanas, el encuentro se presenta como una excelente oportunidad
para tener una dimensión real del lugar que ocupa en este momento
la Selección en el contexto mundial.
Son pocas las veces en que las grandes potencias del mundo están
frente a frente. Más aún tratándose de equipos de
continentes diferentes. Pruebas a la vista: italianos y argentinos volverán
a verse las caras después de once años, nada menos. La última
vez que se enfrentaron fue en el Mundial de Italia 1990, aquella noche
en la que igualaron 1-1 con goles de Claudio Caniggia y Salvatore Schillaci,
y en la que luego Sergio Goycochea se recibió de héroe nacional
en los penales. Y ésta, precisamente, es otra de las razones que
revalorizan el duelo de esta tarde en el Olímpico.
A un año y cuatro meses del comienzo del Mundial, la oportunidad
parece más que propicia para calibrar fuerzas, para medir si el
fútbol que propone Bielsa también es suficiente para ganarles
a los grandes europeos con la autoridad con que el equipo
viene haciéndolo en Sudamérica. Hasta ahora, cuando le tocó
jugar amistosos como visitante ante seleccionados poderosos, le fue bastante
bien: igualó 1-1 con Holanda en Amsterdam, en 1999; le ganó
2-0 a España en Sevilla, en el mismo año; e igualó
0-0 frente a Inglaterra, en Londres, el año pasado.
El desafío está instalado, ante un rival que históricamente
le dio la espalda a la estética futbolera, planteando siempre encuentros
cerrados y tratando de llegar al gol a través del contragolpe.
Aunque es cierto que bajo la conducción de Giovanni Trapattoni,
sucesor de Dino Zof, Italia propone un juego un poco más ofensivo.
También la historia entre ambos equipos marca un predominio muy
claro para los italianos: de los quince partidos que disputaron desde
1954, Argentina solamente obtuvo un triunfo. Por el contrario, Italia
se impuso en seis ocasiones, lo que lo convierte en el equipo del mundo
que mayor diferencia le saca en el historial.
Para el encuentro de esta tarde, Marcelo Bielsa dispondrá de casi
todo el potencial. Salvo Gabriel Batistuta, con una dolencia en su rodilla
derecha; Ariel Ortega, que actuará para River por la Copa Libertadores;
y Claudio López, que está convocado, pero que recién
se está recuperando de una operación, el entrenador contará
con el grupo que habitualmente juega las eliminatorias. Si bien no confirmó
la formación, se supone que en el arco y la defensa no habrá
novedades (Germán Burgos; Nelson Vivas, Roberto Ayala y Walter
Samuel). En el mediocampo, todo parece indicar que estarán Javier
Zanetti, Diego Simeone y Juan Pablo Sorín, mientras que el enganche
sería Juan Sebastián Verón, quien arrastra una dolencia,
pero igualllegaría en condiciones. El puesto de puntero derecho
recaería finalmente en Pablo Aimar, aunque la presencia de Gustavo
López puede ser una alternativa. Y los otros dos de punta serán
Hernán Crespo y Cristian González.
Italia, actual subcampeón europeo, lidera su grupo en las eliminatorias
y posee muchos jugadores de renombre, como Paolo Maldini, Alessandro Nesta,
Francesco Totti, Christian Vieri y Filippo Inzaghi. Por nombres, por rivalidad,
por historia y hasta por presente, el partido es uno de los más
atractivos que se pueda programar en el fútbol de hoy. Ojalá
no defrauden.
El record de Simeone
Cuando esta tarde pise el césped del estadio Olímpico
ya no quedarán dudas de que Diego Simeone es el jugador con
más presencias en la Selección Argentina. Con 99 partidos
internacionales, el volante de Lazio superará a Oscar Ruggeri,
a quienes algunos atribuyen 98 encuentros y otros aseguran que disputó
97. Sin embargo, para Simeone el record pasa a un segundo plano,
ya que su principal objetivo es consagrarse campeón del mundo.
Ya no habrá lugar para discusiones. El record será
todo mío. Pero, ¿querés que te diga la verdad?
Mi único sueño es ganar el Mundial, aclara el
aguerrido volante, que integró al Selección con cuatro
técnicos diferentes (Carlos Bilardo, Alfio Basile, Daniel
Passarella y Marcelo Bielsa). Y no duda en reafirmar sus dichos:
Preferiría haber jugado sólo cuarenta partidos
y haber ganado un Mundial. Teniendo en cuenta que para Bielsa
es un jugador fundamental, sin dudas seguirá incrementando
su marca. Siempre quiero estar, no me importa dónde,
cuándo, en qué partido ni ante qué rival. Yo
siempre quiero jugar acá, asegura con convicción.
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HABRÁ
UNAS SESENTA MIL PERSONAS
Interés, pero no tanto
A pesar de la gran expectativa
para el encuentro de hoy entre Italia y Argentina, se estima que el encuentro
se jugará ante no más de 60 mil personas que asistirán
al estadio Olímpico, cuya capacidad es para 78 mil.
La sensación es compartida por los responsables de la venta de
entradas y por la prensa italiana, que está convencida de que al
público le interesan mucho más los temas relacionados con
la Liga local. Además, la ausencia del lesionado goleador argentino
Gabriel Batistuta, de la Roma, también es considerada como una
de las razones por las que el estadio estará lejos de presentar
un marco espectacular. Entre ocho y diez mil seguidores de la Roma no
asistirán por la ausencia de Batistuta. Encima, el intenso frío
-hoy podría nevar que se registra en la ciudad es otra causa
importante para que los hinchas italianos no concurran al partido. Al
mismo tiempo, se calcula que al menos trescientos simpatizantes argentinos
estarán presentes en una de las tribunas del Olímpico.
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