Por Mariano Blejman
Cada vez que el televidente
prende su aparato, enciende a la vez una maquinaria que moviliza un mercado
que, sólo en televisión abierta y en Capital Federal, mueve
380 millones de dólares anuales en publicidad. Esa inversión
no está basada en caprichos o en deseos de los empresarios que
quieren hacer conocer sus productos, sino en rigurosos estudios de mercado,
que intentan descubrir el perfil de los consumidores, para saber cómo
venderles más y mejor. Página/12 accedió, en exclusiva,
al cronograma de modificaciones en las mediciones de rating que en 2001
llevará a cabo Ibope, debido a las presiones que viene ejerciendo
la Cámara de Control de Mediciones de Audiencia (CCMA), entidad
que agrupa al conjunto del establishment televisivo.
Ibope, la única medidora que pasó el estricto control de
la CCMA (en agosto de 2000), pretende aumentar el panel de la muestra
con People Meter en 100 hogares, (unos 180 aparatos más) durante
marzo, y agregar otros 100 hogares a mediados de año. A partir
del mes que viene comenzará a operar a través de un software
denominado Telepanel, que permite mejorar la calidad de los datos obtenidos.
Este año vamos a invertir algo más de dos millones
de dólares, asegura Antonella Frediani, la italiana que lidera
la transformación de Ibope Argentina, cuya parte principal se destinará
a instalar, por primera vez, aparatos en Rosario, Córdoba, Mendoza
y el resto del Gran Buenos Aires. Además, los abonados de la CCMA
canales de televisión, productores independientes, agencias
de publicidad y radios, entre otros ya disfrutan desde fines del
año pasado de un novedoso sistema de mediciones radiales, que pretende
llevar también al interior. Pero en realidad la CCMA no representa
al conjunto del mercado: falta la incorporación de los medios estatales
(Radio Nacional y Canal 7), que por una cuestión económica
no participan del control de las mediciones.
La intención tanto de CCMA como de Ibope no se detiene
en contar cuántos televisores están encendidos sino saber,
con la mayor precisión posible, quiénes están mirando,
qué tipo de programa y con qué finalidad, por un lado aumentando
el panel en el Gran Buenos Aires y, por otro, incorporando el Telepanel,
que permitiría un seguimiento personalizado de los hogares y un
salto cualitativo en los datos obtenidos. Lo sustancial, por tanto, no
se encuentra en la ampliación de la muestra que subirá
a 820 aparatos desde mañana y llegará a 915 para fin de
año sino en el software de origen brasileño que incorpora
información estratégica, social y económica que permite
al mercado decidir cómo, dónde y cuándo invertir,
debido a un novedoso método de ponderación llamado Rim Weighting.
Juan Llamasares, director ejecutivo de la CCMA, explica la idea central
de la cámara: Nadie vio nunca un hogar en la cola de un supermercado.
El mercado necesita datos más confiables que la idea de un hogar
a la hora de planificar.
Frediani acepta que la instalación del nuevo software permitirá
crear más y mejores perfiles de usuarios. Si bien la información
no va a estar cruzada, se van a poder construir targets con mejor calidad.
Héctor Romani, presidente de la cámara, explica: Además,
desarrollamos un plan para rotar el panel de mediciones en 19 partidos
del GBA, con el fin de mover los People Meters instalados. Los aparatos
que manejan la torta publicitaria son hasta ahora 712, pero las señales
reales por día no llegan a los 650, con equipos que fueron instalados
entre 1992 y 1994 y no preveían la incorporación del cable.
Ahora, muchas de esas casas tienen cable, por lo que la CCMA pretende
que Ibope elimine del circuito 66 equipos antiguos antes del 30 de junio.
Otro de los problemas encontrados por la CCMA fue descubrir los hogares
que tenían mala colaboración, no veían
TV o, simplemente, no encendían los aparatos, ni colaboraban en
forma sistemática. Por ahora, el sistema Real Time que mide en
tiempo real el rating de los programas, y que es utilizado en San Pablo
y Santiago deChile, fue descartado por su excesivo valor comercial. Pero
si el mercado lo pide nosotros podemos desarrollarlo, aseguró
Frediani.
Por otra parte, por primera vez en la historia de las mediciones en la
Argentina, tanto Ibope como la cámara pretenden instalar People
Meters en cuatro ciudades del interior: Mendoza, Córdoba, Rosario
y Mar del Plata. Hasta ahora, el sistema utilizado era el de cuadernillos,
con un pequeño ejército de encuestadores que recorría
las casas preguntando ¿qué programa está viendo?.
Ahora el mercado se prepara para la posible apertura de licencias que
pretende imponer el Comfer para mediados de año, a través
del Plan de Televisión, lo que provocaría la llegada de
los canales de Capital en las provincias. La discusión es
entre los operadores de cable y los publicistas. Los primeros pretenden
instalar la mayoría de los equipos en las provincias, mientras
que los publicistas quieren centralizar los aparatos en las ciudades cabeceras,
explica Juan Llamasares. La decisión de Frediani fue salomónica:
se colocarán aparatos en 150 hogares en cada ciudad cabecera, pero
con un total de 270 hogares por provincia, llegando a una cantidad total
de 900 hogares para fin de año en todo el interior. La inversión
la hará Ibope y esperamos cubrir un 70 por ciento de la población,
contra el 40 por ciento actual, asegura Frediani.
A diferencia de la TV, cuya recepción es un tanto más pasiva,
la radio se escucha en todas partes, por lo general mientras se hace otra
cosa. Ya casi nadie se sienta a escuchar radio como único fin y
eso hizo de esas mediciones un caos. Hasta fines del año pasado
el sistema utilizado muy poco confiable era también
el de cuadernillos, que Ibope dejaba en algunas casas y que una vez por
semana pasaba a buscar. Pero la gente se olvida de llenarlos, o
lo hacía en el último momento inventando las respuestas,
explica Llamasares. Pero ahora, el método a usar, muy común
en Estados Unidos, se llama Day after recall, algo así como la
llamada del día después, que comenzará a realizarse
a partir de abril. El sistema lo impuso la misma Frediani, que lo conocía
de su paso por Italia. En forma aleatoria se eligen teléfonos de
la ciudad o el GBA y se realizan entrevistas de 10 a 12 minutos, donde
se intenta recordar qué hizo la persona el día anterior
desde que se levantó hasta que se acostó, para saber dónde,
cuándo y de qué modo escuchó la radio. Las
preguntas que suelen hacerse son ¿usted se afeitó ayer?,
¿y mientras se afeitó, tenía la radio prendida?,
¿cómo fue hasta su trabajo?, ¿en taxi?, ¿el
taxi tenía la radio prendida? Así es como se conforma el
perfil del oyente, su nivel socioeconómico, sus necesidades y claro
qué radio escucha, dónde y cuándo, explica
Llamasares. Esta vez Ibope se adelantó a las intenciones del mercado
que hoy es cautivo para la medidora y le pidió a la
Cámara de Control que redactara las reglas para ser homologados
lo antes posible. Cuanto más controlados estamos, más
fuertes somos, se adelanta Frediani. Un asunto le queda pendiente
al mercado: el control de las mediciones que se hacen en Internet, entre
las que se encuentra trabajando Ibope mediante I-Rating, una empresa de
capital mixto junto a Nielsen.
La Cámara y
los canales
La Cámara de Control de Mediciones de Audiencia comenzó
a trabajar en 1992, por iniciativa de algunos canales privados de
televisión, preocupados por la veracidad de los datos, que
en ese entonces emitían Ibope y Mercados y Tendencias, entre
otras empresas de rating. La entidad es una asociación sin
fines de lucro, que nuclea a prácticamente todo el arco del
negocio de la televisión: la Asociación Argentina
de Agencias de Publicidad, la Cámara Argentina de Anunciantes,
ATA (representando a los canales del interior), ARPA (Radiodifusoras
privadas), el Bureau de Publicidad en Cable, la Asociación
de Televisión por Cable, la Cámara Argentina de Productoras
Independientes de Televisión, las Centrales de Medios y los
canales 2, 9, 11 y 13, por separado. Los únicos que no pertenecen
a la cámara son los medios estatales que según
la cámara no han querido invertir económicamente
para ser parte. A fines del año pasado, Canal 7 sufrió
una sensible disminución en las mediciones de rating. Los
directivos preocupados por la baja se comunicaron con Ibope y, luego
de una revisión, la empresa medidora aceptó un error
debido a un cambio en la nomenclatura de la muestra. Sin embargo,
según Héctor Romani, la CCMA sabía del error
y no le avisó a Canal 7. No eran clientes nuestros
se justifica Romani, no teníamos por qué
decirles. La participación como miembro tiene su precio,
y sus costos de manutención se reparten en un 50 por ciento
entre las entidades publicitarias (25 por ciento las agencias y
otro 25 por ciento los anunciantes) y el otro 50 por ciento entre
los canales. Canal 13 y Telefé aportan la mayoría
proporcional, ya que entre ambos tienen el 80 por ciento de lo que
ofrece la torta del aire.
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