El banco M.A. Bank (MAB) de las Islas Caimán y Federal Bank de las Bahamas son dos bancos offshore afiliados a grandes operaciones comerciales en la Argentina. La licencia del Federal Bank fue suspendida el 13 de febrero de 2001 por el gobierno de las Bahamas después de haber operado durante 9 años; M.A. Bank sigue abierto para negocios después de operar durante casi 10 años. Ambos bancos eran bancos cáscara (shell banks); no tenían un lugar físico para llevar a cabo sus negocios bancarios con los clientes, y existían a través de sus corresponsales relaciones. Ninguno de los dos bancos tenía una licencia bancaria argentina y ninguno de ellos fue examinado por un ente regulador bancario. Sin embargo, ambos bancos cáscara offshore pudieron abrir cuentas en dólares en el Citibank New York, obtener sistemas automatizados para enviar transferencias electrónicas de dólares estadounidenses, y mover más de mil millones de dólares a través de sus cuentas en Estados Unidos. De esa cantidad, 7.7 millones de dólares provenía de dinero ilegal de la droga en el caso del M.A.Bank y 1 millón era dinero de coimas en el caso del Federal Bank. En un punto, (Miguel) Iribarne (uno de los dueños de Mercado
Abierto junto con Aldo Ducler) le dijo al agente de Aduanas que el creía
que todas las cuentas offshore pertenecían a gente que evadía
impuestos y que el dinero también podría venir de otras
fuentes ilegales: (El agente de aduana) mencionó los fondos offshore,
no regulados. Miguel Iribarne le dijo (al agente) que el cree que todas
las cuentas offshore pertenecen a gente que evade impuestos. Miguel Iribarne
dijo que quizás el dinero a veces proviene también de otras
actividades ilegales también. (El agente) le preguntó si
creía que los clientes de M.A Bank estaban escondiendo dinero para
eludir el pago de impuestos. Miguel Iribarne dijo que seguro, la
mayoría de los clientes tiene cuentas en el exterior (sic) para
no tener que declarar las ganancias. Miguel Iribarne dice que no
le importa. Los clientes son los que no declaran, no él. El staff revisó los declaraciones mensuales del Federal Bank de su cuenta corresponsal en el Citibank y determinó que durante el curso de la cuenta corresponsal del Federal Bank en el Citibank New York, desde noviembre 1992 hasta mayo 2000, se movieron más de 4.500 millones de dólares en la cuenta. Esta cifra excede la de cualquier otro banco offshore en el mismo período examinado por el staff. Citibank no era solo un banco corresponsal para el Banco República y el Federal Bank. También era socio del Grupo Moneta y el Banco República y, durante un breve período, con el Federal Bank, en una compañía holding llamada CEI Citicorp Holdings, S.A. (originalmente llamada Citicorp Equity Investments, S.A. ). Para comprender las relaciones de corresponsalía es necesario también estar familiarizado con esta colaboración empresaria. Con respecto al Federal Bank, el Citibank fue totalmente consciente durante la relación de corresponsalía del hecho de que el Grupo Moneta eraun socio del Citibank en CEI. Hasta qué punto esto coloreaba el juicio del Citibank en la apertura y el control de las tres cuentas que se discuten en este informe no es algo que pueda determinarse ahora, pero evidentemente tuvo algún efecto. Los archivos del Citibank están repletos de referencias sobre el Grupo Moneta como propietario del Federal Bank. En realidad, la razón fundamental declarada por Citibank para abrir la cuenta con el Federal Bank que es un banco offshore cáscara, y por lo tanto una excepción en la política del Citibank, es específicamente porque el Federal Bank era parte de un grupo financiero más grande, sobre el que el Citibank pensaba que tenía una buena reputación. Citibank le dijo al subcomité que evitaría cualquier cuenta de corresponsalía con un banco cáscara offshore no conectado con una institución financiera más grande con la que el Citibank ya tuviera una relación. A quién pertenecía el Federal Bank era algo no solamente familiar para el Citibank; era central para la relación del Citibank con el Federal Bank. (...) En 1999, cuando el Banco Central de la Argentina le pidió específicamente el presidente de Citibank Argentina, Carlos Fedrigotti, toda la información sobre el Federal Bank, Fedrigotti dijo: nuestros registros no contienen información que nos permita determinar a quién pertenece el Federal Bank. Por su inusual respuesta, surge la pregunta de por qué el Citibank no fue preciso. Una respuesta podría ser que estaba obedeciendo un pedido del Grupo Moneta para mantener la confidencialidad de sus actividades. Otra respuesta podría ser que como, según los documentos internos del Citibank, el Federal Bank era usado por el Grupo Moneta para prestar dinero a entidades relacionadas con CEI, estaba ayudando al Grupo Moneta a evitar sanciones del Banco Central por violar los límites en materia de préstamos a entidades relacionadas. Una tercera respuesta podría ser que el Citibank no quería poner en evidencia el descuido del Banco Central con el Federal Bank. Las razones de la falsa respuesta del Citibank al Banco Central de la Argentina siguen siendo un misterio inquietante. La documentación producida por el Citibank para la apertura de la cuenta del Banco República es limitada. La documentación para la apertura de la cuenta del Federal Bank es aún menor; consiste en una única tarjeta firmada por Jorge Maschwitz como director del Federal Bank. No hay documentación en los registros de aperturas de cuentas en el Citibank de ninguno de los dos bancos con respecto a: su propietario, una declaración financiera auditada, referencias de reguladores o otros sobre la reputación del banco, o una copia o discusión sobre los procedimientos anti lavado de dinero. Cuando se le preguntó donde estaba ubicado el banco (el Federal Bank), (el ex directivo del Citi encargado de las relaciones con el Grupo Moneta, Martín) Lopez dijo que tenía la sensación que era en Uruguay, en la oficinas de algún representante o abogado. Cuando se le preguntó por la ausencia de una locación física para sus clientes, Lopez dijo que era como M.A.Bank; solo necesitan una unidad que reciba depósitos y pueda hacer préstamos. Se cree que los sobornos y el contrabando también contribuyen al lavado de dinero que sucede en la Argentina. El staff no pudo determinar si las regulaciones del BCRA prohíben a un banco usar una entidad con propietarios comunes como un vehículo parahacer lo que el BCRA ha prohibido hacer al banco regulado, pero tal actividad parece estar en contradicción con las restricciones del BCRA sobre el Banco República en la Resolución 395/6. A pesar de las repetidas referencias en sus propios documentos y los registros del hecho que el Federal Bank pertenecía 100% al Grupo Moneta, y que conocía tan bien al Grupo Moneta, Citibank Argentina le respondió al Banco Central que sus registros no contienen información que nos permita determinar la identidad de los accionistas del referido banco. Dijo (López) que Fedrigotti sabía definitivamente todo el tiempo que el Federal Bank era propiedad del Grupo Moneta. Pero aun en su segunda carta (al BCRA), Citibank Argentina no brinda una información completa y exacta. Por ejemplo, la carta del Citibank no reconoce al Banco Central que Citibank New York tiene una cuenta corresponsal con Federal Bank que fue iniciada y manejada por Citibank Argentina. Le dice al Banco Central que Citibank Argentina no tiene una cuenta con el Federal Bank. El 31 de enero de 1995 se giraron 3 millones de la cuenta corresponsal del Banco República en Citibank New York a la cuenta en el Citibank New York de American Exchange Company. Luego, el mismo día fue girado de la cuenta de American Exchange del Citibank New York a la cuenta corresponsal del Federal Bank del Citibank New York. El 12 de octubre, 1995, 5 millones fueron girados siguiendo la misma ruta. Estas transacciones realizadas en un mismo día parecían estar en su cumbre en 1996. Por ejemplo, sucedió 17 veces en los dos primeros meses de 1996. El staff consultó a varios expertos con respecto a los transferencias electrónicas y el lavado de dinero y ninguna de las cinco personas consultadas pudo dar un justificativo razonable. Tampoco había ninguna documentación expresando preocupación sobre o observación por el movimiento de dinero en el mismo día a través de tres cuentas del Banco República, American Exchange y Federal Bank. En una transacción excepcional ocurrida el 29 de abril de 1994, se realizó una transferencia de 28 millones. Un mes llegó a haber depósitos por más de 173 millones. La magnitud de estas declaraciones mensuales excede por mucho a cualquier banco offshore revisado por la investigación del staff. Sin embargo Citibank hizo pocas preguntas en cuanto a por qué un banco offshore en las Bahamas podría tener acceso a tales sumas y por qué movía sus fondos en la forma en que lo hacía
Las andanzas argentinas del trío más mentado en el Citi Por Alfredo Zaiat El Citibank era el titular del
comité de bancos acreedores de Argentina durante la crisis de la
deuda de la década del 80. El Citibank también fue el banco
que lideró y participó en las más importantes privatizaciones
de empresas públicas del país de la década del 90.
Y el Citibank, además, estructuró con los activos capturados
de las privatizaciones uno de los holdings de industria y de servicio
(el CEI) más poderosos de la Argentina, experiencia inédita
a nivel mundial para el banco americano. Toda esa política, estratégica
para la entidad fuera de Estados Unidos, tuvo como ejecutor a John Reed,
el ex número uno del banco, y a su socio en la Argentina, Ricardo
Handley. Por ese motivo, el informe conocido ayer adquiere una dimensión
con derivaciones insospechadas no sólo para el Citi en la Argentina;
también para el Citi en los Estados Unidos. No será fácil
para las actuales ejecutivos del Citi cerrar el caso pasando toda la responsabilidad
a Reed, ya alejado de la entidad. Reed no era un funcionario de segundo
orden. Fue el hombre fuerte del Citi, que hizo y deshizo en el banco mientras
mantenía fuertes vínculos económicos y de amistad
con Handley y Raúl Moneta. |
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